Un río como un amor, como un poema, como un espejo

Written by on 26/12/2023 in Ensayo, Literatura, Poesia - No comments
Literatura. Poesía. Ensayo. 
Por Diana Guemárez Cruz.

Julia de Burgos (1917-1953), Carolina, Puerto Rico. Cortesía de la autora.

Diana Guemarez-Cruz - University Professor - Montclair State University | LinkedIn

Diana Guemárez Cruz.

David Huerta, el excelso poeta mexicano fallecido recientemente, contaba una anécdota que citaré de memoria sobre la desconexión del hombre contemporáneo, citadino, con la naturaleza. Decía que él escribió un poema donde creyó describir un olmo, hasta que un amigo le advirtió que había descrito otro árbol!
La anécdota ejemplifica esa desconexión entre hombre y naturaleza desde la gran industrialización, pasando por la posmodernidad. Si pensamos que al menos un 70% de la humanidad vive en las ciudades, entonces David Huerta tendría razón.
Sin embargo, hay poetas contemporáneos, citadinos, modernos y posmodernos que han logrado esa conexión humana y necesaria con la naturaleza. En este ensayo voy a comparar y contrastar dos poemas dedicados a un río. Analizaré los poemas, “Río Grande de Loiza”, de la poeta puertorriqueña, Julia de Burgos,  y “Río del Canto Amazónico” del poeta venezolano, Luis Gilberto Caraballo.
Pero antes daré un trasfondo de ambos poetas. Julia de Burgos (1917-1953) nació en Carolina, Puerto Rico, en el seno de una familia trabajadora. De profesión fue educadora. Vivió en ciudades casi toda su vida: Carolina, PR, La Habana y Nueva York, dónde falleció. Considerada por muchos como la poeta nacional de PR, de Burgos fue avalada por poetas de la estatura de Pablo Neruda y Juan Ramón Jiménez, según apunta Jack Agüeros, (2010). Julia de Burgos fue miembro del Partido Nacionalista de Puerto Rico que dirigía Don Pedro Albizu Campos. Su temática es muy amplia pues abordó temas sobre la mujer, el amor, la Patria, el tema racial y la negritud, la pobreza. Aunque afianzada en su amado Puerto Rico escribió sobre la dictadura en la República Dominicana, sobre el fascismo en España, y dedicó un hermoso poema a Federico García Lorca. Fue pues una poeta citadina, con interés en todo lo humano, y representa al ser migrante, y viajero contemporáneo, puertorriqueño, que hace el tránsito de su ciudad natal a los Estados Unidos. (Yosa Vidal, 2021)

Luis Gilberto Caraballo (1962), Caracas, Venezuela. Cortesía de la autora.
Por otro lado, Luis Gilberto Caraballo (1962) nace en Caracas, Venezuela, en el seno de una familia que fomentaba las artes en su casa. Es ingeniero de informática de profesión y ejerce los oficios de poeta y pintor desde hace 4 décadas. Ha visitado o vivido en importantes ciudades en el mundo como los Ángeles, Nueva York, Paris, y en ciudades latinoamericanas en Ecuador, Chile y Argentina. Ha sido avalado por escritores, críticos y estudiosos de la talla de Ernesto Kahan, Antonio Miranda, María Eugenia Caseiro, Alberto Martínez Marquez, Claritza Peña, Gabriela Moreno y mi persona.
Como en el caso de Julia de Burgos su temática es amplia: el motivo del viaje, el tema del conocimiento, la reflexión sobre la poesía, sobre el poeta, sobre la construcción de un lenguaje poético eficaz para hablar de lo inefable, la religión, el hombre citadino, incluso el flaneur. Como a  Julia de Burgos nada humano le es ajeno. y aunque también está anclado en su patria, ha escrito poemas a las ciudades visitadas, a Sri Lanka, a Egipto. También como Julia dedicó un hermoso poema a Federico García Lorca donde condena su absurdo crimen y que insertó en su monumental libro,
La Gruta del Ávila de 2022. Y no obstante, estos grandes poetas tienen tiempo de contemplar la naturaleza, dialogar con ella y escribir hermosos poemas a un río que no son sino espejos de sus emociones más profundas como humanos. Río Grande de Loiza de Julia de Burgos y Río del canto amazónico de Luis Gilberto Caraballo

“Río Grande de Loiza”, de Julia de Burgos. Cortesía de la autora.

Lo primero que llama la atención del poema de Julia de Burgos es la alocución al río. Se dirige a él, habla con él y deja ver que este diálogo es uno que se ha establecido desde su niñez. Cito:
Río Grande de Loiza!… Alárgate en mi espíritu
Y deja que mi alma se pierda en tus riachuelos
Para buscar la fuente que te robó de niño
Y en ímpetu loco te devolvió al sendero.

Carlos Rojas Rosario ha visto, siguiendo las teorías de Gastón Bachelard, que el símbolo del agua es uno erótico y es un símbolo de lo femenino. En este poema de Burgos parece confirmar a Bachelard, pues el río es imagen masculina erótica y la poeta celebra esa unión de lo femenino y lo masculino en este texto. De ella con su río:

Enróscate en mis labios y deja que te
Beba
Para sentirte mío por un breve momento,
Y esconderte del mundo y en ti mismo
Esconderte
Y oír voces de asombro en la boca del viento.

Más adelante escribirá:

Llegó la adolescencia. Me sorprendió
La vida
Prendida en lo más ancho de tu viajar eterno;

Y fui tuya mil veces, y en un bello romance
Me despertaste el alma y me besaste el cuerpo.

En el caso de Luis Gilberto:

Déjame entonces ir desnudo
En tus tinieblas bautismales.

Si Julia de Burgos ve al río como lo erótico masculino, Caraballo feminiza sus aguas y las conecta con la lluvia, que es símbolo de la poesía y lo femenino en sus letras, a la vez que le da cualidades de fuerza y brío, que un poeta más tradicional asociaría con lo masculino. Escribe Caraballo:

Te siento bramar
Desde el silencio
Sauvage
                   Tratando con indolencia
Sigiloso río Norte, Sur
De polaridad Precámbrica.

Canto del centro amazónico,
Con tus pies de mujer virgen,
Esquivas raudales.
Anclo mi ansiedad
En tus riberas blancas, morenas
Y contigo sigo.

En este poema, las imágenes acústicas (canto, bramar, silencio) se subrayan y el río es símbolo de América Latina y de su poesía. También cabe destacar que hay una relación de años entre poeta y río tanto en el texto de Julia de Burgos como en el de Caraballo. Y que el venezolano parece calmar su ansiedad en el río como la puertorriqueña lo haría.

La conexión de Julia de Burgos por medio de lo erótico femenino es tan intensa que se imagina viajando con él y universaliza el poema al pensar que con el río estará bañándose con un fauno en tierras remotas. Escribe:

¿Adónde te llevaste las aguas que     bañaron mis formas, en espiga de sol recién abierto?
¡Quién sabe en qué país mediterráneo algún fauno en la playa me estará poseyendo!

Esta alusión mitológica al fauno deja ver que la poesía de Julia de Burgos rebasa el lenguaje coloquial de lo moderno y ella hace este tipo de referencias en sus letras. No digamos su universo de símbolos en su poesía, del cual no podemos ocuparnos en tan breve espacio.

Caraballo, por su parte, da una dimensión prehistórica al Río Orinoco. Ya en los versos que habíamos citado hablaba de la “polaridad precámbrica” de este. Más adelante, añadirá:

Desierto, anclaje de solares, encantado
Monolitos
De la aborigen natura,
Y sus jeroglíficas piedras.

Para este poeta, como para Julia de Burgos como ya veremos,  el río es canto. Solo que para él es un canto a lo selvático que celebra como parte de la herencia de su Venezuela natal. Poetiza Caraballo:

Regresas sobre tu tez con la       orquídea en el labio,
Conversas con el agua blanca de la lluvia.
El pavón escondido,
Conduce, desliza la barca
En una noche de estrellas
Y ramas ambarinas,
Ocultas resquebrajan
Su sombra de hondura.
Nostalgia de selva profusa:
Atraviesa desde su origen,
El canto.

Voz transida, garganta de los
Escondites del armadillo
Y el caimán:
Descienden en su tonada,
A la búsqueda de su presa limpia,
En inocencia.
Es la hora del canto salvaje-
La habitación de su tonada.

Para Julia de Burgos el río es canto, es armonía, es memoria de la infancia y despertar como mujer, es Eros, pero al final del poema, el río es llanto. En un sesgo nuevo, sorprendente, conecta este llanto al suyo por la condición colonial de Puerto Rico:

Río Grande de Loiza… Río grande. Llanto grande.
El más grande de todos nuestros llantos isleños,
Si no fuera más grande el que de mí se sale
Por los del alma para mi esclavo pueblo.

Tanto se ha identificado Julia con ese río que proyecta en él su conciencia humana y política. Al fin, había visto ese río como espejo en este elocuente y bello poema. Este espejo que cambia de color, según es afectado por otros elementos naturales.

Caraballo usa muchos sesgos poéticos en otros textos, aquí en el Río del Canto Amazónico, y sin embargo, insiste en el tema del canto, del río como canto de una historia salvaje, sin connotaciones negativas para este término. Mas bien celebra ese canto salvaje. Celebra la selva venezolana, representada por ese río:

Se discierne
Un diálogo improvisado,
El destino.
Es el cerco, el que no olvida
El delantal de aguas mestizas, la                paleta
De tu sangre, dormitaba en celosía.
La luna palpa
Sus aguas,
En la ausencia del rostro libre.

Diluye,
Su emblemático enigma,
En las risas en unos cantos;
A las orillas
Del Orinoco, con sus riberas
Blancas morenas, azuladas
Por la luna enclavada olorosa a        selva.

En resumen, Julia de Burgos y Luis Gilberto Caraballo demuestran la conexión profunda con la naturaleza y sus patrias en estos poemas. Ambos conectan al río con sus emociones. En el caso de Julia de Burgos el río es representativo de ese hombre con pureza de río que es capaz de besar su alma al besar su cuerpo. Caraballo lo ve como un lugar donde ancla sus ansiedades de hombre. Ambos poetas le dan un carácter universal a sus ríos y lo conectan con lo histórico o mitológico (de Burgos). El cierre del poema de Julia de Burgos es más triste que el de Caraballo.

Quizás David Huerta no pudo distinguir un olmo. Quizás eso es parte de lo que hemos perdido como seres de la ciudad. Sin embargo, los poemas vistos nos dan la esperanza de relacionarnos mejor con lo natural. Porque estos dos poetas caribeños (de Burgos y Caraballo) pudieron sentir un río como un poema, como un amor, como un espejo.

©️ De este ensayo, Diana Guemárez Cruz
©️ Del poema del Río del canto amazónico, Luis Gilberto Caraballo
©️ De la fotografía del Río Grande de Loiza, Magda Figueroa

Nota bene: Este trabajo salió impreso en la Revista Cruce de PR.

“Un río como un amor, como un espejo, como un poema”, Revista Cruce: 27 febrero 2023: 8-15.
https://uagm.edu/es/sobre-UAGM/noticias/segunda-edicion-de-la-revista-cruce-rutas-aproximadas-27-de-febrero-de-2023

Obras consultadas

De Burgos, Julia. “Río Grande de Loiza”.
http://www.elboricua.com/Poems_Burgos_RioGrandeLoiza.html
Red.
———. Song of the Simple Truth. The Complete Poems  of Julia de Burgos. Translated by Jack Agüeros. First Edition. Boston: Northwestern University Press, 1996.  Impreso.
Cararaballo, Luis Gilberto. La Gruta del Ávila: Aguadilla, PR: Letras Salvajes, Col. Errancia del Ser, 2021.
Impreso
——-. “Río del canto amazónico”. http://luisgilbertocaraballo.blogspot.com/2016/12/rio-del-canto-amazonico.html
Guemárez-Cruz, Diana. “La música callada, la soledad sonora: la poesía de lo inefable de Luís Gilberto Caraballo”.  Lima; Perú, Grupo Ígneo. 2023.
Rojas Osario, Carlos. “Julia de Burgos: la imaginación poética del agua: un enfoque desde la poética de Bachelard”. Ístmica: Revista de la Universidad Nacional. Núm. 21: enero- julio 2018.
https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/istmica/article/view/10577/13687
Vidal, Yosa. “Julia de Burgos: caminar sobre un suelo sin orillas”. Revista Santiago 23 de diciembre 2021. https://revistasantiago.cl/relecturas/julia-de-burgos-caminar-sobre-un-suelo-sin-orillas/


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About the Author

Diana Guemárez Cruz es una catedrática jubilada, ensayista, crítica literaria y poeta nacida en San Juan de Puerto Rico pero criada en Bayamón. Posee una licenciatura en Literatura Comparada (UPR-RP), un máster y un doctorado en Lenguas y Literaturas Románicas de la Universidad de Harvard. Es autora de seis libros y numerosos artículos y reseñas publicadas en las Américas, Europa y Asia. Ha presentado trabajos profesionales en las Américas y Europa. Así como su poesía ha sido publicada en estos regiones del mundo. Ha escrito y disertado ampliamente sobre escritores tan variados como Juan Ramón Jiménez, Rosa Chacel, Gerardo Diego, Miguel Hernández, Julia de Burgos y Federico García Lorca. En los últimos dos años se ha dedicado a escribir sobre la poesía de Luis Gilberto Caraballo. Su último libro, "La música callada, la soledad sonora: la poesía de lo inefable de Luis Gilberto Caraballo", fue publicado por el Grupo Ígneo en junio de 2023. Su libro "Poemas en San Miguel" saldrá en noviembre de este año.

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