Miguel Hernández y el nudo en la garganta

Written by on 09/10/2018 in Critica, Literatura, Poesia - No comments
Literatura. Poesía. Crítica.
Por Gustavo Catalán.

Al pasar por Orihuela, era obligada la visita a la humilde casa en que vivió su niñez y adolescencia Miguel Hernández, muerto en la cárcel con sólo 32 años y, antes del reconocimiento como poeta, pastor de una treintena de cabras hasta que su invencible alma lo llevase a Madrid.

¡Debí haber venido mucho antes!, me dije al tiempo que recorría las pobres habitaciones. En el pueblo residía también por entonces Ramón Sijé, un íntimo amigo de Miguel y cuya muerte lamentó en una de sus conocidas elegías: “Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte.”. Una pared, en la plaza, muestra algunos versos de aquella lengua en corazón bañada: “Aquí estoy para vivir / mientras el alma me suene. / Aquí estoy para morir / cuando la hora me llegue”. Con ellos palpitándome dentro, seguí por cuartos varios y al patio donde la familia guardaba las gallinas.

Y finalmente, un poco más allá, a la higuera bajo la que escribía, cuando aún en el pueblo, algunos de los poemas que me han acompañado desde la juventud. Me senté en el lugar donde él lo hacía por si pudiera ser presa de aquella inspiración que lo convirtiera en hito.Como era previsible no sucedió, pero la memoria trajo hasta mí otro fragmento: “A las aladas almas de las rosas / del almendro de nata te requiero, / que tenemos que hablar de muchas cosas, / compañero del alma, / compañero.”.  Eran los versos que  en su día decidimos que figurasen en el recordatorio del fallecimiento y la lápida del nicho que guarda los restos de mi padre y, entonces sí, un nudo en la garganta. Justo bajo su higuera.

 

 

 

 

 

 

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

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