Por qué si la vida es bella hay tantos suicidios

Written by on 04/11/2022 in Cronica, Literatura, Sociedad - 1 Comment
Literatura. Sociedad. Crónica.
Por Mario Blanco.

Suicidio del paciente: La responsabilidad médica. Wikimedia Commons.

No soy médico ni psicólogo y me alegro a la hora de escribir y reflexionar sobre el título, porque de lo contrario utilizaría las herramientas ya creadas en estas ramas para el análisis. Soy aquí ahora como el hombre que quiere construir su casa de madera, sin martillo y serrucho, a pecho limpio, o como montar a caballo al pelo. De esta manera observaré desde otros ángulos, si vale o no la pena, cada cual tendrá su valoración.

La intuición más ligera nos diría que para aquellos que se suicidan, al menos en esos momentos, la vida no les resulta bella. Se dice que las principales causas de la toma de decisión de quitarse la vida son: esquizofrenia, drogas, enfermedades terminales, miedos, cárcel de por vida, frustraciones, tanto amorosas como económicas, laborales o sociales, y hasta por aislamiento social, y probablemente otras. Algunos dejan notas o huellas que permiten saber la causa. En fin, quizás piensen que, de todas formas, tarde o temprano, todos tendremos una muerte física, y ellos deciden basados en la causa que los lleva a esa determinación, que sea ya, temprano. Creo que poco se piensa en el dolor que le causarán a sus allegados, familiares y amigos, o quizás lo hayan meditado suficientemente y aun así toman la decisión. Este es un tema triste desde luego, pero en más de una ocasión he pensado en ello y no me queda más opción que desarrollarlo.

Creo que uno de los aspectos fundamentales es el encerrarse en uno mismo, y no buscar la hermosa vía de la conversación con alguien u otros que tanto nos puede ilustrar en la vida. Inserto aquí una frase del famoso neurocientífico, Mariano Sigman: “Una palabra puede causar dolor y puede sanar. Todos lo sabemos, todos lo vivimos. Las palabras hacen y deshacen nuestras relaciones, enamoran y destruyen; le dan sentido a las cosas que hacemos y que nos pasan. Ganan o pierden negociaciones”.

De paso quiero añadir que solo he visto una persona suicidada en mi vida, alguien que se ahorcó en un árbol cercano a la casa donde vivía mi novia, y allí fui a curiosear antes que levantaran el cadáver. Nunca supe por qué lo hizo, pero de seguro fue por algunas de las causas antes mencionadas, aunque otros lo han hecho por no ir a una guerra o asistir al servicio militar obligatorio como se le llama en Cuba. Otra cosa es la eutanasia con la que estoy de acuerdo, porque además del criterio propio hay una evaluación de terceros.

10 de septiembre. Jornada Mundial por la Prevención al Suicidio. Tomado del diario posmoderno MyWhere.

Creo que no existe persona adulta que no haya tenido alguna que otra frustración, y duelen, sean del género que sea, pero ¿al punto de atentar contra tu vida?, aquella que tanto tu madre cuidó de ti en su vientre con las dificultades que sabemos entraña, y luego los esfuerzos en amamantarnos y hacernos crecer y educarnos, es toda una tarea ciclópea que tiramos por la borda. El problema está en el momento, cuando la mente elabora esa solución y no la consulta, no la conversa. Hoy al menos tenemos la información de muchos que lo han pensado hacer y luego han retrocedido en ese laberinto tortuoso, y entonces nos han manifestado, preferentemente a los psicólogos, y luego durante un tratamiento, cómo fue ese pasaje durante el cual se había tomado la brutal decisión que más tarde se abortó, y aunque los caminos hayan sido muy diversos se conoce ya mucho sobre esa situación máxima y desesperante, cuando el ser humano lo olvida todo y malentiende que solo hay una solución, el suicidio, porque, “ya la vida para él no es bella”, porque olvidamos en ese momento el consejo trivial que me dijo un amigo una vez y que tanto significa, “Mario, tómala suave”. Y ahí está muchas veces la solución, la conversación, la interacción con otro ser humano, que nos despierta del marasmo interno, tal como se pasa de la noche al día y volvemos a ver, el sol radiante, a pesar del insondable misterio que es la mente humana.

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About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

One Comment on "Por qué si la vida es bella hay tantos suicidios"

  1. J. Gustavo Catalán 07/11/2022 at 3:12 am · Responder

    Mario: tema complejo incluso para los profesionales, sean médicos, psicólogos o psiquiatras… Sabrás de Cioran y que, para él, el suicidio era el único modo razonable de partir…

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