Literatura. Crítica. Crónica.
Por Mario Blanco.
Hace un par de años ya escribí al respecto, entonces referido a la incomunicación social en las reuniones y puse de ejemplo a los amigos en un bar o restaurante reunidos donde todos miraban sus teléfonos sin dialogar entre ellos. Hoy quiero referirme a aquellos que no obtienen satisfacción al disfrutar de un evento, sino al darlos a conocer a otros a través de las redes sociales.
Se acabó la discreción, la moderación y la sobriedad, casi todo lo que hacen lo ponen en las redes y el mayor disfrute es recibir, “likes”, o me gusta, y algún que otro comentario lisonjero, ah, y lo peor, no importa si están en compañía de otras personas a las cuales no se les pide permiso, lo ponen en las redes, aunque la información sea colectiva, pero ¿adónde vamos a parar?
Sí, fundamentalmente son los jóvenes, pero ni tanto, muchos adultos y hasta algunos de la tercera edad se han contagiado. Hoy se celebra el Congreso de los Móviles en Barcelona, España, y es bueno que se desarrolle la tecnología con nuevos productos cada vez más sofisticados, el problema es el mal uso que le damos y la irresponsabilidad que ello conlleva.
Y ni hablemos de los problemas que han acarreado para los mismos protagonistas como la suplantación de identidad, noticias falsas y hasta la pérdida de tiempo de trabajo y estudios. Añádasele el ciberacoso, el llamado bulling o acoso escolar, el robo de datos personales. Perdemos tiempo de estar con nuestras familias aislándonos por estar pendientes todo el tiempo de lo que publican nuestros amigos y otros que no lo son. ¿Desaprovechamos el tiempo necesario que necesitan nuestros hijos después de clases para educarlos en casa?, y lo peor es la adicción, si, pues hablamos y criticamos la adicción a las drogas y el alcohol, ¿y esta otra droga qué? Esta afecta principalmente la salud familiar y nuestras amistades, amén del efecto psicológico sobre todo en los jóvenes que están en proceso de formación.
Rectifiquemos a tiempo, amigos, en lo personal, y hasta los gobiernos deben implementar leyes que salven nuestra salud mental, pero es en el hogar donde debemos proceder por ser lo más efectivo, como padres dando ejemplo y estar atentos con nuestros hijos, para que la sociedad rectifique el rumbo y se salve de este otro tipo de pandemia, la vacuna la tenemos en nuestro propio procedimiento y comportamiento.
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