Literatura. Crítica.
Por Roberto Alvarez Quiñones…
Una primera virtud que le encontré a Crimen en Lombard Steet #113, de Tony Ruano, fue que una vez que la empecé a leer me costaba trabajo hacer un alto para mis menesteres profesionales, personales u hogareños. Desde las primeras páginas me vi en Londres sumergido sin remedio en medio de la intrigante trama narrativa del autor.
Con personajes meticulosamente construidos, la obra se ajusta plenamente a los cánones clásicos de la novela policíaca, pero a la vez Ruano le pone su sello distintivo al diluir y enmascarar hábilmente, en forma nada convencional, el hilo conductor del suspenso, sobre todo con respecto al asesino, que al final resulta ser un monstruo con todo el horrible peso semántico de esa palabra.
Ante las abrumadoras evidencias, cada uno de los miembros del jurado anuncia que va a declarar culpable a Alfred Hayen. Para el lector avezado en la materia eso significa que no es Alfred en verdad el criminal. Ruano lo hace con todo propósito. Con ello torna aún más difícil la tarea de poder identificar a quien envenenó tan sádicamente a las víctimas. ¿Cuáles y de quién son entonces los motivos del crimen? La novela da así un giro de 180 grados. Todo es ahora más misterioso. Eso es un buen suspenso. Sin duda.
Por otra parte, la narración es potable y coherente, muy apegada al género sin exabruptos ni palabrotas, agradable de leer por su lenguaje sencillo y directo al grano, sin ornamentos. Goza esta novela de una excelente narración descriptiva, tan visual que por momentos semeja una cinta cinematográfica.
Y algo muy importante a tener en cuenta es que, aunque así lo perciba el lector, esta novela no ha sido escrita por alguien que se ha dedicado siempre a trabajar este género —tal vez el más universal en la literatura desde la primera mitad del siglo XIX—, sino que es la “Opera Prima” en materia policial de un escritor que acumula una destacada obra en otros géneros también de ficción, la poesía, la ensayística y el periodismo, pero que es un debutante en la modalidad que hizo tan famosos a Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle y Agatha Christie.
Bravo por Tony Ruano. Formidable comienzo. Y que nos siga intrigando con su fecunda imaginación.
[Reseña crítica enviada por el autor, Roberto Álvarez Quiñones, especialmente para Palabra Abierta]
2 de febrero de 2016
©Roberto Álvarez Quiñones. All Rights Reserved.