De la sensualidad al erotismo, se perdió el pudor

Written by on 28/09/2021 in Critica, Cronica, Literatura - No comments

 

Literatura. Crónica. Crítica.
Por Mario Blanco.

A menudo cuando llamamos la atención en el análisis hacia épocas anteriores, nos tildan de retrógrados, pero todo el mundo admite, y es lógico, que antes de lo que tenemos hoy, hubo otros eventos que han servido de base a lo actual. Ahora bien, no todo lo bueno que disfrutamos hoy se ha conseguido de forma directa en su desarrollo, siempre surgen variantes a desechar, la vida es como un laboratorio de ensayos, donde los humanos prueban disímiles alternativas hasta encontrar la correcta, y entonces, con esta aceptada, se sitúa un peldaño más en el crecimiento y desarrollo de la humanidad, y continuamos adelante.

Todo este preámbulo ha sido necesario para mí en aras de explicar que, los bailes y escenografías que vemos hoy, donde se ha pasado de la hermosura de lo sensual al erotismo burdo, y no dudo ya, no estemos muy lejos de echarle manos a la pornografía para presentar la coreografía de una canción, con  además sus bochornosas letras.

Donna o erotismo sacro | Simone Tagliaferri | Flickr.

No solo es la vestimenta cada vez más provocativa con crudo desnudo, sino los movimientos, repito, ya no sensuales, sino grotescos y burdos, lejanos de la erótica belleza, que no por ser tradicional es sinónimo de antigua. El arte del baile tiene su belleza, que no la debemos confundir con la mayor cercanía en su exposición, a los gestos y posiciones del acto sexual, o a mostrar más desnudez que provoque el morbo, aunque según algunos, es lo que hoy más vende, pero no, creo andamos por un camino errado.

Pues bien, tal como analogaba antes, tengo la esperanza de que en este camino de ensayos que es la vida, en el campo del arte, se deseche lo antes posible, esta corriente tosca [la pornografía] que amenaza hoy las hermosas variantes de la coreografía y del buen gusto. [como es la foto erótica que se muestra aquí]. Quizás esto haya sido necesario para saber bien hacia donde no debemos ir, y pongamos los pies sobre la tierra para no llegar por esa vía a la escenografía pornográfica, de la cual no estamos muy lejos ya, y dejemos esa tendencia, que también opino debe existir solo de forma particular para aquellos que gustan de ello, pero que no se generalice para la audiencia masiva de la TV, los videos y el teatro. Dios y la naturaleza alumbren las mentes del arte.

 

 

 

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About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

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