Teatro. Promoción.
Por Matías Montes Huidobro…
[El escritor y dramaturgo se refiere a su obra teatral Gas en los poros]
Este año se cumplen los 56 años del estreno mundial de “Gas en los poros” y Artefactus Cultural Project la lleva a escena bajo la dirección de Eddy Díaz Souza. Esta reposición más de medio siglo después de su estreno en Cuba, representa un verdadero impacto en que entran en juego las difíciles circunstancias dentro de las cuales se ha desarrollado mi obra y por extensión el teatro nacional, sujeto a los avatares de la historia.
La pieza se estrenará en Miami el viernes 4 de marzo en la sala Artefactus (12302 SW 133Ct, Miami Fl 33186), a las 8:30 p.m. La temporada se extenderá hasta el 19 de marzo, con funciones los sábados, 8:30 p.m. y los domingos, 6:30 p.m. Dirección de Eddy Diaz Souza, con la actuación de Daisy Fontao (La Madre) y Belkis Proenza (La Hija). Teléfono para información y reservaciones: 786-704.5715.
Escribo estas líneas porque el texto que encabeza estas páginas, “¡Tu libertad no te será fácil!”, me ha acompañado siempre, por su vigencia en medio del cambio, y frecuentemente me da vueltas en la cabeza ya que el mismo ha estado sujeto a varias metamorfosis teatrales e históricas que llegan hasta el día de hoy. El paso del tiempo ha enriquecido su significado desde que escribí la batalla campal entre la Libertad y la Tiranía que sostienen la Madre y la Hija, que ahora adquiere particular resonancia. Cuando lo hice a principios del castrismo, la referencia inmediata la remitía al batistato, con ecos de la revolución y una advertencia cautelosa respecto a la transición inmediata que tenía lugar, pero ya para fines de los sesenta hay un cambio de giro que nos remite a la intolerancia del discurso castrista, que ocupaba el lugar de la tiranía batistiana. El título mismo, “Gas en los poros”, escondía un subtexto que nos ubicaba en las cámaras de gas del nazismo con sus deportaciones masivas y sus genocidios como claras consecuencias del abuso de poder y la indolencia colectiva. Gradualmente la obra va adquiriendo un significado más allá de la disputa familiar y se enfoca hacia los abusos de este discurso y los peligros que conlleva, hasta tal punto que el texto político nos conduce al aquí y ahora del momento histórico que estamos viviendo, ya que el lenguaje de la intolerancia, el totalitarismo y la demagogia se repite una y otra vez como un fantasma que no tiene tiempo.
Si ya para la fecha en que salgo de Cuba el 27 de noviembre de 1961 el texto había evolucionado y los riesgos que representaba la transición política apuntaban ya a la coerción totalitaria. La exclamación “¡Tu libertad no te será fácil!” deja de ser una referencia teórica para volverse un hecho en constante proceso de evolución, que puede adquirir vigencia inesperada en el aquí y ahora del lugar en que estamos: la libertad nunca es fácil y contiene una subyacente fragilidad que puede resquebrajarse sin que nos percatemos del peligro que nos amenaza. Este es el subtexto metafórico de “Gas en los poros”, que procede subconsciente y conscientemente del significado de una ponzoña mortal, física y síquica de la tiranía, que sale del ámbito familiar de la Madre y la Hija para convertirse en un documento histórico y político, un recordatorio del riesgo en que nos encontramos, que no se circunscribe al caso cubano, cuyas fatales consecuencias ya conocemos.
El encadenamiento histórico apunta hacia las señas de identidad de la tiranía donde las fronteras desaparecen. Todas ellas tienen una idéntica consistencia que las hermana porque la voz y conducta de un tirano es siempre el reflejo de otro. El texto, explícito e implícito, revolucionario y contrarrevolucionario a la vez, con el paso del tiempo ha definido el propósito de la obra, una de las primeras muestras del teatro de la crueldad en Cuba, cuya interpretación última está en manos del espectador, como ocurre con los acontecimientos políticos actuales de los cuales todos somos responsables.
Metáfora del totalitarismo, la crueldad, el abuso de poder, la anulación de la libertad de expresión mediante manipulaciones y medidas represivas; la demagogia, la xenofobia y el racismo con todas sus variantes; la intolerancia y el protagonismo, apuntan hacia un cambio de giro porque “algo está pasando”: la tiranía tiene una sola cara que no se despinta. Como ocurrió en 1959 donde pocos escuchaban, ningún momento más preciso para que Gas en los poros vuelva a escena. Y no digo más, porque a buen entendedor pocas palabras bastan: la responsabilidad del escritor está nuevamente en juego. Las amenazas, el insulto, la represión, el miedo y la demagogia, que fueron precisamente lo que me llevó a irme de Cuba en 1961, reviven y se actualizan dándole vigencia a mi texto: “¡tu libertad no te será fácil!” y el texto apunta a una crisis de la libertad de expresión, que tan caro cuesta.
“Gas en los poros” se lleva a la televisión en 1961 en CMBF Televisión Revolución, Cuba, con Ernestina Linares y Lillian Llerena, dirección de Julio Matas y Clara Ronay, tras publicarse en Lunes de Revolución. Como tomé el camino del exilio el 27 de noviembre de 1961 no pude asistir al estreno mundial, que tuvo lugar en La Habana, pocos días después de irme, en la Sala Prometeo, dirigida por Francisco Morín, uno de los directores más importantes del teatro cubano, con Verónica Lynn y Parmenia Silva en los papeles protagónicos. En 1987, con Teresa Yenque y Jeannette Mirabal subió a escena en Nueva York, que con igual acierto tuvieron que enfrentarse a la batalla campal entre la Libertad y la Tiranía. Recientemente, el grupo Ditirambo de Bogotá, con Virginia Ariza y Erika Lozano, dirigida por Rodrigo Rodríguez, la llevaron a escena en septiembre 2012. En Caracas se hizo una lectura dramática, casi un montaje, dirección de Laura Zarrabeitia; también en dos ocasiones en Marquette University, Milwakee, bajo la dirección de Armando González Pérez; y en Miami, auspiciado por el Instituto René Ariza, que yo dirigí, con otro estupendo trabajo de Ivette Kelems y Julie de Grandy. En 1963 Rine Leal la incluye en la antología Teatro cubano en un acto y en 1999 Pedro Monge y José Triana lo hacen en El tiempo en un acto. En inglés, bajo el título de Once Upon a Future, aparece en Little Havana Blues, 1996, edición de Virgil Suárez y Delia Poey para Arte Público Press.
En este momento, dos bien conocidas actrices, con una trayectoria sólida y bien establecida, Daysi Fontao y Belkis Proenza, se enfrentan vorazmente como la Madre y la Hija en un texto que, dirigido por Eddy Díaz Souza, es una realidad y una metáfora.
[Miami, 28 de febrero de 2017]
[Fotos de Julio de la Nuez]
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