Literatura. Política. Crítica. Por Roberto Álvarez Quiñones… Esos mafiosos castristas pagan a los granjeros estadounidenses 87 centavos de dólar por kilogramo de pollo y lo venden a los consumidores cubanos a 5 y 6 dólares el kilogramo. Un abusivo negocio redondo que explica por qué importan pollos en vez de facilitar que se produzcan en Cuba.
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