Literatura. Homenaje. In Memoriam.
Por Mario Blanco.
Carlos Alberto Montaner. Cortesía del autor.
Mi amigo Antonio Cardoso me llama para informarme de la noticia sobre el fallecimiento ayer de CAM, como muchas veces creo firmaba o veía sus artículos. Y sí, busco hoy algo tardío para mí en revisar las noticias que generalmente hago a las 6:00 a.m., y ahí está la nefasta información. Pienso, se nos ha ido otro de los cubanos grandes, aunque él mismo recientemente nos informara vía su artículo: “Mi última columna”, sobre el padecimiento que tenía y antes aun, había escrito su penúltima obra autobiográfica, Sin ir más lejos, y escribo penúltima porque la imagen y trayectoria de Montaner, será realmente la última y constante obra que todo cubano dentro de nuestra historia deberán estudiar sobre nuestro país y la reivindicación de la democracia.
Me he leído muchas de sus obras, y todavía más, tuve el honor de estrechar su mano en Miami durante la exposición de uno de sus libros, donde le entregué además un medio amarillo que le causó admiración por los años sin verlo, y como he escrito antes, emitido en su año de nacimiento 1943, siendo este uno de los mejores regalos que hago a mis familiares y amigos cercanos.
¿Hasta cuando se despedirán nuestros grandes hombres que han luchado denodadamente por la libertad de Cuba sin ver esta hecha realidad? La lista ya es numerosa, pero esta última personalidad nos duele profundamente. Cada año en su aniversario felicitábamos a Montaner, mi amigo Antonio Cardoso y yo, y recibíamos una pequeña esquela agradeciendo nuestro gesto, así de sencillo era, hasta hace un par de años que comentábamos Tony y yo, que raro Montaner no nos ha devuelto el saludo, y ahí estaba ya radicada su enfermedad. Hoy nos deja un político de enorme trascendencia, aparte de un periodista y magnífico escritor, pero nos deja también un amigo admirado y respetado, pues así llegamos a reconocerlo, y sus enseñanzas y estatura como hombre permanecerá incólume en la historia de nuestro país y en el alma de todos aquellos que lo conocieron. Vaya Ud. querido amigo en paz en su último viaje, su tarea fue bien hecha y ya pronto dará sus frutos, añorados por ti y por todos aquellos que aprendimos mucho de ti.
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