Muere John McCain, prisionero en Vietnam y senador en EE.UU.

Written by on 26/08/2018 in In Memoriam, Política - No comments
Política. In Memoriam.
Por Jesús Hernández Cuéllar.

John McCain. Prisionero de Guerra y Político Rebelde. Wikimedia Commons.

Muere el más duro crítico de Donald Trump dentro del Partido Republicano. Héroe y prisionero de guerra torturado en Vietnam, McCain desarrolló una larga carrera en el Congreso de EE.UU.

Una fotografía sin fecha puesta a disposición por los Archivos Nacionales muestra al aviador naval John McCain (C) cuando está siendo liberado junto a otros prisioneros de guerra de Vietnam del Norte en 1973.

Se disponía a atacar una planta eléctrica de Hanoi fuertemente custodiada, cuando un misil tierra-aire de fabricación soviética destrozó una de las alas de su avión de combate. Se lanzó en paracaídas y se fracturó los dos brazos y una pierna. Cayó hasta el fondo de un lago, y logró salir a la superficie de milagro. Fue tomado prisionero, torturado y colocado en una celda de castigo en confinamiento solitario, durante dos años, con sopa de calabaza y migajas de pan como único alimento. Pasó cinco años y medio en las cárceles vietnamitas. Así terminó la carrera militar de John McCain, para dar paso poco después a una larga trayectoria política, hasta su muerte el 25 de agosto de 2018, a solo horas de haber suspendido su tratamiento contra el cáncer cerebral que lo había castigado durante el último año de su vida. Tenía 81 años al morir.

Varios vietnamitas arrastran el cuerpo herido de John McCain de las aguas del lago donde cayó tras lanzarse en paracaídas. (Foto: Archivo Nacional).

En Vietnam no recibió atención médica hasta que sus carceleros supieron que era hijo del almirante John S. McCain Jr., jefe de las fuerzas navales norteamericanas en el Pacífico. Entonces le ofrecieron salir en libertad, pero el teniente McCain no aceptó. Prefirió que los prisioneros que habían sido capturados antes que él, salieran primero. A partir de agosto de 1968 fue sometido a un duro régimen de torturas. Enfermo de disentería, era golpeado cada dos horas. Estuvo a punto de suicidarse y aceptó firmar una confesión contra la guerra de Vietnam, que nadie tomó en serio. Fue liberado el 14 de marzo de 1973. Su llegada a Estados Unidos fue reflejada por casi todos los medios de comunicación de la época, como héroe de guerra. Nunca más pudo subir los brazos más allá de sus hombros. Otra persona tenía que peinar sus cabellos.

Consciente de que no podría seguir su carrera militar, como su padre y su abuelo, ambos almirantes de la Marina de Estados Unidos, McCain tomó un receso y más tarde entró en la política. En 1982, con dinero que su esposa Cindy prestó a su campaña, McCain fue elegido miembro de la Cámara de Representantes como republicano del estado de Arizona. En noviembre de 1986 derrotó por 20 puntos porcentuales de ventaja a su adversario Richard Kimball para ocupar un asiento en el Senado, que mantuvo hasta su muerte, elección tras elección.

Reacciones

“Mi más profunda compasión y respeto para la familia del senador John McCain. ¡Nuestros corazones y nuestras oraciones están con ustedes!”, escribió el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter tras conocer la noticia del fallecimiento.

“Muy pocos de nosotros hemos sufrido las pruebas que John sufrió, ni se nos ha exigido mostrar el coraje que él mostró… John McCain y yo fuimos de diferentes generaciones, tuvimos historias diferentes, y competimos al más alto nivel de la política. Pero compartimos, por encima de nuestras diferencias, una fidelidad hacia algo más alto: los ideales por los cuales generaciones de norteamericanos han luchado, se han manifestado y se han sacrificado”, dijo el ex presidente Barack Obama.

El ex presidente George W. Bush dio a conocer un comunicado desde Dallas, Texas, que decía lo siguiente: “algunas vidas son tan intensas que es difícil imaginar que terminen. Algunas voces, tan vibrantes que es duro pensar que se acallan”.

Otra figura política del momento, el polémico senador Bernie Sanders también se pronunció sobre la muerte de su colega de esta manera: “un héroe americano, un hombre con decencia y honor, y mi amigo. Se le extrañará en el Senado de los EE.UU. y entre los estadounidenses que respetan la integridad y la independencia. Mis condolencias a su familia”.

John McCain, político rebelde

A partir de la década de los 90, McCain dio claras señales de que apoyaría lo que creía que era justo, no siempre lo que estuviera en la agenda de su Partido Republicano. Entre 1991 y 1993, junto a su ex compañero de guerra John Kerry, demócrata, trabajó en el Comité Selecto del Senado sobre Prisioneros de Guerra. Al final del trabajo, el comité informó de manera unánime que no quedaban prisioneros norteamericanos en el sudeste de Asia. En 1995, McCain dio un respaldo decisivo a la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Vietnam. Con esta conducta se ganó el repudio de muchos conservadores que pensaban que aún había prisioneros en Vietnam.

Con el apoyo del voto de McCain, varios jueces llegaron a la Corte Suprema de la nación, nominados por Ronald Reagan, George Bush padre, Bill Clinton y George W. Bush.

En septiembre de 1999, McCain anunció su primera candidatura a la presidencia de Estados Unidos y tuvo que enfrentar en las primarias al entonces gobernador de Texas, George W. Bush.En febrero de 2000 ganó las primarias de New Hampshire con 49% de los votos frente al 30% de Bush. Hubo temor entre los líderes republicanos de que McCain pudiera desplazar al gobernador. McCain acusó a Bush mentir tanto como Clinton, y se desató una campaña anónima en contra de McCain, mediante la cual se decía que había tenido una hija negra fuera del matrimonio, que su esposa Cindy era drogadicta, que el propio McCain era homosexual y traidor, y mentalmente inestable por sus días como prisionero de guerra. La campaña de Bush negó haber estado detrás de esos rumores.

En el supermartes del 7 de marzo de ese año, McCain perdió nueve de las 13 primarias de ese día y se retiró de la contienda dos días después. En mayo, dio su apoyo público a la candidatura de Bush. Después de notables diferencias con el gobernador convertido en presidente a partir de enero de 2001, McCain respaldó a Bush en la guerra contra Afganistán después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de ese año, pero se opuso firmemente a que los militares norteamericanos tuvieran que participar en actos de tortura simulada o real contra los los llamados “combatientes enemigos”.

John McCain, abajo, a la derecha, antes de una misión de bombardeo en Hanoi, Vietnam.

John McCain a la derecha, como piloto de las fuerzas navales norteamericanas en 1965. (Foto: Archivo Nacional).

McCain, candidato presidencial en 2008

En abril de 2007, el ya veterano senador anunció su candidatura a la presidencia de Estados Unidos otra vez. En el ciclo electoral de 2006, había participado en 346 eventos y había recaudado más de 10.5 millones de dólares a beneficio de candidatos republicanos. Sin embargo, por diversas razones, su campaña tuvo dificultades para obtener financiamiento suficiente de manera que el aspirante se impusiera a otros precandidatos republicanos.

A pesar de ello, más de 20 periódicos norteamericanos, entre ellos el The Boston Globe y el New Hampshire Union Leader, respaldaron su candidatura en las primarias, al igual que el senador Joe Lieberman, antiguo demócrata transformado en independiente. En esta ocasión, McCain ganó la mayoría de los estados en el Supermartes del 5 de febrero.

El hecho de que el senador había nacido en la zona del Canal de Panamá, donde se encontraba destacado su padre en calidad de oficial de alto rango de la Marina, condujo a un debate sobre la legalidad de la ciudadanía de McCain, ya que la Constitución exige que el presidente tiene que haber nacido en Estados Unidos. Un comité bipartidista y una resolución aprobada por unanimidad en el Senado concluyeron que era ciudadano natural del país.

Su edad, 71 años en ese momento, y el hecho de que había sido sometido a varias cirugías, entre ellas una para eliminar cáncer de piel, produjeron nuevos obstáculos. Para contrarrestar los rumores, su campaña hizo público un informe médico que lo declaraba libre de cáncer, y en buena salud en términos generales.

Para esa fecha, su esposa Cindy, heredera de una fortuna calculada en 100 millones de dólares, tuvo que presentar una declaración de impuestos, y luego de que se denunciara que en su campaña había cabilderos de intereses especiales, McCain estableció reglas estrictas en mayo de 2008 para evitar conflictos de intereses. Cinco de sus asesores más cercanos abandonaron la campaña.

En el verano de 2008, la Convención Nacional Republicana lo declaró oficialmente candidato de ese partido a la Presidencia de Estados Unidos. Se abrió así la batalla final por la Casa Blanca frente al candidato demócrata, el senador Barack Obama.

La derrota frente a Obama

Al estallar la recta final por la Presidencia, Estados Unidos vivía un momento especial en su historia moderna. Ciertos economistas pronosticaban una fuerte recesión, mientras el déficit del gobierno subía a niveles alarmantes, en medio de dos largas guerras en Afganistán e Irak. En septiembre de 2008, dos meses antes de las elecciones, se produjo la debacle: explotó la burbuja inmobiliaria y las instituciones financieras cayeron en bancarrota. Gran parte del país estaba decepcionado.

Si bien después de la convención las encuestas daban una notable ventaja a McCain frente a Obama, la selección de la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, como vicepresidenta del bando republicano trajo notables sinsabores. Desde el principio, la base republicana apoyó de manera entusiasta el binomio McCain-Palin, pero la cobertura mediática que recibió Palin fue muy crítica de sus habilidades y calificaciones, alejando a muchos independientes.

Un momento memorable que reflejó la personalidad de McCain fue durante un evento de campaña, cuando una simpatizante trató de descalificar moralmente a Obama. El veterano senador retomó el micrófono y respondió: “no, señora… no, señora. (Obama) es un buen ciudadano que aprecia los valores familiares, (pero) con el cual suelo tener discrepancias políticas”.

El 4 de noviembre fue el día decisivo. Obama recibió 365 votos electorales y McCain 173. El joven senador demócrata obtuvo el 53% del voto popular y McCain el 46%. A mediados de mes, ambos contendientes se reunieron para analizar los puntos que tenían en común e inclusive sus diferencias, de cara al futuro de la nación.

Dada la poca experiencia política de Obama en aquel momento frente a la larga trayectoria de McCain, muchos analistas consideraron que el desenlace lo produjo un voto de castigo contra los republicanos. Algo parecido ocurrió en 1992, cuando un desconocido llamado Bill Clinton derrotó al veterano presidente George Bush padre.

Otros momentos importantes

En marzo de 2002 se produce lo que muchos consideran el mayor logro de la carrera senatorial de McCain. El Acta Bipartidista de Reforma de Campañas, que regularía la entrega de fondos para las contiendas electorales, la cual redactó junto con el senador Russ Fiengold, demócrata de Wisconsin, y que fue aprobada por ambas cámaras del Congreso y firmada por Bush.

Fue en 2005 que McCain ganó relevancia entre la comunidad inmigrante de Estados Unidos, cuando se unió el entonces senador Edward Kennedy para presentar la versión original del Acta de Reforma Migratoria Integral, que se discutió en 2006 y 2007. La reforma permitía la legalización de indocumentados, un programa de trabajadores huéspedes y mayor seguridad en la frontera. El proyecto sufrió numerosos obstáculos. En junio de 2007, McCain, el propio presidente Bush y otros legisladores volvieron a la carga respaldando otro proyecto similar que fue aprobado pero se disolvió en medio de un intenso debate en el cual comentaristas radiales conservadores lo calificaron de una amnistía para quiénes había violado la ley.

En 2013, McCain se unió a la llamada “Banda de los Ocho” que propuso una monumental reforma en casi todos los renglones de proceso migratorio. El proyecto fue aprobado por el Senado por 68 votos a 33, pero fue blanco de una tremenda resistencia en la Cámara, la cual nunca hizo una votación sobre el mismo.

Uno de los momentos recientes menos agradables fue cuando el entonces candidato republicano Donald Trump trató de demeritar a McCain, subrayando que era un héroe porque había sido capturado en Vietnam. “Yo prefiero a los que no fueron capturados”. McCain logró refrenar su instinto de respuesta fulminante, pero poco después hizo críticas fuertes contra no pocas políticas y declaraciones públicas de Trump.

Para mucha gente, la muerte de McCain significa el cierre de un etapa cargada de “caballeros de la política”, que luchaban por un ideal común para los estadounidenses, siempre en busca del equilibrio, del centro, alejados de los extremos. En paz descanse, John McCain.

(Hernández Cuéllar es director y editor de Contacto Magazine, revista que fundó en julio de 1994 en Los Angeles, California. Desde 1981 ha trabajado en todo tipo de medios: agencias de prensa, diarios, radio, televisión, semanarios, internet, revistas y redes sociales. Fue redactor de la agencia EFE en Cuba, Costa Rica y Estados Unidos, así como editor metropolitano del diario La Opinión de Los Angeles, California, e instructor de periodismo de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA).

Jesús Hernández Cuéllar

 

 

 

 

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About the Author

Jesús Hernández Cuéllar es director y editor de Contacto Magazine. Desde 1981 ha trabajado en todo tipo de medios: agencias de prensa, diarios, radio, televisión, semanarios, internet, revistas y redes sociales. Fue redactor de la agencia EFE en Cuba, Costa Rica y Estados Unidos, así como editor metropolitano del diario La Opinión de Los Angeles, California, e instructor de periodismo de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA). Ha trabajado como periodista en las elecciones presidenciales de Estados Unidos desde la elección de Ronald Reagan en 1984.

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