Los servicios de salud en La Habana republicana

Medicina. Médicos cubanos. Sociedad. Reseña.
Por Federico R. Justiniani.

Tomado de Wenceslao Cruz. YouTube.

Con el advenimiento de la república, el presidente Tomás Estrada Palma nombró Secretario de Gobernación al ilustre profesor Dr. Diego Tamayo Figueredo y éste a su vez nombró al sabio cubano, Dr. Carlos J. Finlay de Barrés Jefe Supremo de la Sanidad Nacional. Se organizaron las Juntas de Sanidad y Beneficencia y en 1909 se elevó el sistema de salud al rango de Ministerio, primer país en el mundo en crear la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, habiendo sido su primer secretario el Dr. Matías Duque Perdomo.

El sistema de asistencia de salud para la población de pocos recursos económicos estaba constituido por las “Casas de Socorro”. En la década de 1950 los 126 municipios de Cuba tenían Casas de Socorros, que contaban con servicios de consulta médica general y estomatológica, salas de curaciones y laboratorio clínico. Por otra parte, la atención médica ambulatoria estaba en las manos de las instituciones médicas mutualistas de los Centros Regionales, las consultas de los hospitales públicos y privados y los consultorios médicos privados.

La educación médica en la República

La Universidad de La Habana fue fundada en 1728, una de las primeras de América Latina. Se llamó la Real y Pontificia Universidad del Máximo Doctor San Jerónimo de La Habana, creada y regenteada por los sacerdotes de la Orden de Predicadores (Dominicos). En 1842 se llevó a cabo la secularización de la Universidad. Ahora, la institución estaba regenteada por los españoles y adquirió el nombre de La Real y Literaria Universidad de La Habana. La enseñanza, especialmente en la Escuela de Medicina que era de tipo empírico-religioso, tomó una forma más científica, con entrenamiento del estudiante al lado de la cabecera del enfermo, etc.

En el 1 de mayo de 1902, se comenzó la construcción para trasladar las aulas universitarias del antiguo y decadente edificio del Convento de San Juan de Letrán, para la colina de Arango, también conocida como “loma de la pirotecnia”, en el Vedado, hoy conocida como la Colina Universitaria. Pero la Escuela de Medicina desde 1899 estaba localizada en el antiguo cuartel de caballería de la Guardia Civil Española, en Belascoaín y Zanja. No fue hasta 1940 que la Escuela de Medicina se trasladó a un edificio expresamente construido para alojarla, situado en la calle 25 entre J e I, en el Vedado, que se denominó “Edificio Ángel Arturo Aballí”,

Parte integral de la educación médica de la época la constituyó el Hospital Universitario “General Calixto García”. Durante la ocupación norteamericana, se llamó Hospital Militar Número 1. Más tarde pasó a ser una institución del estado cubano, con el nombre de Hospital Número 1. Estaba constituido por barracas de madera con techos de guano. En 1914 el Dr. Enrique Núñez de Villavicencio, Secretario de Salubridad y Beneficencia, sustituyó los pabellones de madera por sólidas construcciones. En 1917 se cambia el nombre del hospital a Hospital Nacional “General Calixto García”, en honor al héroe de la independencia cubana. No es hasta 1942 que por decreto presidencial el hospital pasa a ser parte de la Facultad de Medicina y recibe el nombre de Hospital Universitario “General Calixto García”. En la década de 1950 contenía algo más de 30 pabellones, con 1,200 camas. A su extensa labor asistencial se sumaron numerosos estudios de investigación científica por sus profesores, que se publicaron en la revista “Archivos del Hospital Universitario” y en otras publicaciones científicas cubanas de gran prestigio.

Hospital Calixto García de La Habana. Wikimedia Commons.

El hospital “Calixto García” fue la fragua de los mejores médicos que luego practicaron en las diversas provincias de la nación. Mencionaremos algunos ejemplos de médicos entrenados o que enseñaron en el hospital universitario. En Cirugía: Ricardo Núñez Portuondo, José S. Lastra, Antonio Rodríguez Díaz. En Ortopedia y Traumatología Alberto Inclán y Enrique Porto. En Ginecología y Obstetricia, Eusebio Hernández Pérez, Ernesto de Aragón, Gustavo Cuervo Rubio, José M. Ramírez Olivella. En Medicina Interna, Pedro A. Castillo, Pedro Iglesias Betancourt, Fernando R. Milanés, Luis Ortega Bolaños, Federico Grande Rossi, José Joaquín Centurión, Carlos F. Cárdenas Pupo, José M. Bisbé, Armando Ruiz Leiro, Juan Miguel Portuondo de Castro, Eliseo Pérez-Stable, Virgilio Beato y Reinaldo Muñiz Cano. En Pediatría, Joaquín Dueñas, Ángel Arturo Aballí, Agustín Castellanos y Félix Hurtado. En Radiología Pedro L. Fariñas, Manuel Viamonte, Sr y su hijo Manuel Viamonte Puncet. En Urología Luis Felipe Rodríguez Molina. En Hematología y Laboratorio, Alejandro Chediak. En Dermatología, Braulio Sáenz y Vicente Pardo Castelló, y en Neurocirugía, Carlos Manuel Ramírez Corría.

Otra razón por la cual el Hospital Universitario graduó lo mejor de la medicina cubana, era el sistema que la Universidad utilizaba para cubrir las plazas de Alumno Interno, Médico Interno y Residente de algunas especialidades. Los primeros 20 expedientes académicos de cada curso, cuando empezaban el 6to. año de la carrera, eran automáticamente contratados como Alumnos Internos. Podían escoger libremente el servicio del hospital donde querían realizar esta labor, además de rotar por el Cuerpo de Guardia. Al graduarse los alumnos, los primeros 20 expedientes académicos eran nombrados Médicos Internos, con similares oportunidades de servir en el servicio elegido. En Medicina y Cirugía, había dos o tres plazas de Residentes que se otorgaban después de un riguroso concurso-oposición ante un tribunal de profesores de la especialidad. Esta residencia duraba dos años y uno de los residentes fungía como Jefe de Residentes durante un año, añadiendo así una experiencia administrativa. También, al primer expediente de cada curso se le ofrecía una beca patrocinada por un laboratorio farmacéutico, para viajar al extranjero por un año y así completar una educación superior.  Así podemos comprender la alta calidad de los médicos graduados bajo este sistema.

Los servicios de salud en La Habana.

Incluían las Casas de Socorros, a las que ya hemos hecho alusión, los hospitales públicos, los hospitales privados, los servicios médicos de los Centros Regionales Mutualistas y los consultorios privados.

Los hospitales públicos:

Ya hemos descrito el más importante de todos, el Hospital Universitario “General Calixto García”. Debemos añadir el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, en la manzana del Reparto Medina en las calles 23, L, 21 y K. Fue en este hospital que el Dr. Faustino Domínguez Roldán fundó el primer departamento de Radiología de América Latina en 1907 y se desarrolló la práctica de importantes especialidades, como la Pediatría. Cuando el Dr. Ángel Arturo Aballí creó el primer servicio de Clínica Infantil en Cuba, el Dr. Raimundo García Menocal inició el combate contra las enfermedades de transmisión sexual, el Dr. Nicolás Puente Duany ejerció la Oncología, los doctores Sánchez Toledo y Alberto Inclán la Ortopedia y el Dr. José Iglesias de la Torre fundó el departamento de Asistencia Social. En 1954 se vendieron los terrenos y se trasladó el hospital para un edificio nuevo en la Loma del Príncipe, obra del arquitecto Víctor Morales, el que se inauguró en 1957.

Hospital Municipal General Freyre de Andrade, de La Habana. Foto tomada de Alamy.

El Hospital Municipal General Freyre de Andrade, conocido como el Hospital de Emergencias, está situado en la manzana comprendida por Carlos III, Jesús Peregrino, Espada y Hospital. El Dr. Benigno Souza, destacado cirujano e historiador de las guerras de independencia, fue su primer director, cargo que ocupó hasta su muerte el 19 de junio de 1954. Distinguidos profesionales practicaron en este hospital, que rindió una importante función en el manejo de las emergencias médicas de la capital.

El Hospital Las Ánimas dedicado a pacientes con enfermedades infecciosas, como fiebre amarilla, rabia, tétanos, difteria, varicela, escarlatina y poliomielitis. El Hospital de Mazorra, dedicado a la atención de enfermos psiquiátricos. El Hospital de Maternidad América Arias, situado en la manzana de las calles Línea, G, H y 11, inaugurado en 1930. Su construcción, por los arquitectos Govantes y Cabarrocas, marcó una pauta al ser el primer hospital de varias plantas, en vez del tradicional con múltiples pabellones.

La Clínica de Maternidad Obrera de Marianao, en la Calle 31 #8409, se inauguró en 1941 bajo la presidencia de Fulgencio Batista. Tiene unas 300 camas y atiende a mujeres de las áreas cercanas. El Hospital Oncológico Madame Curie fue creado en 1947 con donaciones de María Bonet viuda de Falla, dedicado a la atención especializada de los enfermos de cáncer. Este servicio fue precedido por el Instituto del Cáncer, en el Hospital Calixto García, gracias a la iniciativa del Dr. Emilio Martínez.

El Instituto de Cirugía Ortopédica se inauguró en 1945, en la Calle G esquina a 29. Rindió importantes funciones en la rehabilitación de pacientes con poliomielitis y otras enfermedades deformantes.

El Sanatorio Antituberculoso “La Esperanza”, se fundó en 1907 en la finca La Asunción, Arroyo Naranjo. Siempre insuficiente en cuanto al número de camas que la alta prevalencia de la enfermedad requería. En 1951 con capacidad para 700 hospitalizados, habían hacinados cerca de mil enfermos y el Consejo Nacional de Tuberculosis que lo regía, tenía un déficit de 40 mil pesos.

El Hospital Infantil Anti-Tuberculoso Ángel Arturo Aballí, creado por los esfuerzos de este gran pediatra cubano, rindió una labor encomiable al servicio de los niños tuberculosos. Se construyó en 1944 en la Loma de San Juan, en Arroyo Naranjo. El Hospital Municipal Infantil de La Habana, inaugurado en 1934 en la calle G, 29, 27 y F, prestó sus servicios en todas las especialidades médicas y quirúrgicas infantiles con 500 camas

El Hospital Militar de Columbia, construido durante el gobierno constitucional de Fulgencio Batista, para atender a los miembros de las Fuerzas Armadas, fue inaugurado el 4 de septiembre de 1943.

Los Centros Regionales Mutualistas

Las Casas de Salud, llamadas “Quintas” funcionaban con un sistema de atención de la salud consistente en hospitales privados a los que tenían derecho de ser asistidos los socios mutualistas que pagaban una mínima cantidad mensual, de entre 2 y 2.75 pesos, que incluía, a más de la hospitalización, medicinas, consultas externas en diversas especialidades, cuerpo de guardia y visitas a domicilio. Más tarde inauguraron centros de actividad social, y escuelas primarias.

La Asociación de Dependientes del Comercio de La Habana se originó durante la colonia, principalmente integrada por españoles. En 1884 se creó la Casa de Salud “La Purísima Concepción”. En 1907 los socios ascendían a 26,269. Al devenir de los años, el Centro agrupó los intereses del sector comercial español, desde las capas más humildes hasta las más poderosas económicamente, y brindó una excelente labor asistencial a sus socios.

La Quinta Covadonga de La Habana. Foto tomada de Cubanet.

El Centro Asturiano de La Habana, en abril de 1895 compró los terrenos de una finca en la Calzada del Cerro y allí se edificaron los primeros pabellones de lo que se llamó “La Quinta Covadonga”. Con el tiempo llegó a tener 18 pabellones. Funcionaba con el sistema mutualista que hemos descrito anteriormente y tenía entre sus médicos a algunos de los mejores de la época, como los doctores José A. Presno, Luis Ortega, Juan Santos Fernández, Octavio Montoro y Nicolás Puente Duany.

El Centro Gallego de La Habana se propuso brindar atención médica a los inmigrantes gallegos mediante la creación del sanatorio “La Benéfica”, para lo cual, en 1895, compró los terrenos situados en Ramón Pintó No. 202 entre Ensenada y Villanueva, Luyanó. “La Benéfica” llegó a contar en 1950 con seis manzanas de terreno, 13 pabellones, 300 camas, amén de los servicios de las distintas especialidades. El Hospital “Hijas de Galicia y Sanatorio Concepción Arenal” fue fundado en 1929 en la Calzada del Cerro No. 130, acogía solo a mujeres y niños, unos 36 mil en total en 1956. Era un edificio de ocho plantas con cinco salones quirúrgicos y diez salas de hospitalización y su presupuesto en 1957 era de unos 968 mil pesos.

Otros Centros Mutualistas eran el Centro Castellano y su Clínica “La Bondad” en la Calzada del Cerro No. 1263, con siete pabellones y 70 camas. La Asociación Canaria y su Casa de Salud “Nuestra Señora de la Candelaria” fundada en 1922, en el Km 7 de la carretera Habana Bejucal que llegaría a tener 11 pabellones. El Centro Balear y la Quinta de Salud Balear, establecida en 1924 en San Miguel del Padrón, constaba de tres pabellones. Por último, el Centro Catalán, que en 1916 constaba de 600 miembros y utilizaba la clínica del Centro Balear para la asistencia médica de sus socios.

Los Hospitales privados

Estas empresas privadas daban asistencia hospitalaria a las clases medias y altas de la ciudad. Muchos de ellos tenían, además, servicios de consulta externa. Entre otros citaremos:

La Clínica Miramar, fundada en 1948, en la Avenida Ramón Mendoza y calle 17, en Alturas de Miramar. Un edificio moderno obra del arquitecto Rafael de Cárdenas. El área de los enfermos era de tres plantas con ascensor y 39 habitaciones, dos de ellas suites. El Centro Médico Quirúrgico, fundado en 1948 en la Calle 29 esquina a D, Vedado, estaba regido por un Consejo Directivo formado por algunos de los mejores especialistas de la época y su director y principal accionista era el Dr. Julio Sanguily. La Clínica “El Sagrado Corazón”, fundada a iniciativa de los doctores Roberto Varela Zequeira, Alfredo Antonetti, Ignacio Calvo Tarafa y Armando Fernández. En 1941 fabricaron un edificio de dos plantas en la calle 21 No. 856 entre 4 y 6, Vedado. Gozaba de fama bien merecida.

La Clínica Antonetti, propiedad del Dr. Alfredo Antonetti, en la Calle 17 No. 702 Vedado. Las habitaciones tenían todas baños privados.

El Sanatorio “La Milagrosa” de la Asociación de Católicas Cubanas, en la Calzada del Cerro y Santa Teresa. Fundada en 1924, proporcionaba asistencia en ginecología, obstetricia y medicina general a sus más de 15 mil asociadas.

El Sanatorio Galigarcía fundado por tres hermanos psiquiatras Manuel, Moisés y José Felipe Galigarcía, en la Calzada de Bejucal y Calle Luz, Arroyo Naranjo. En 1930 se trasladó a la finca Kokoito en el Reparto Aldabó, donde la convirtieron en un modelo de su clase.

La Clínica Cardona en la calle 19 entre 8 y 10, Vedado, propiedad del doctor Antonio Cardona y de su madre Flora Castelló. Era un centro hospitalario de mucho prestigio.

Los consultorios privados

Estos establecimientos atendían a clientes de las clases media y alta que pagaban en efectivo. Comprendían todas las principales especialidades.

Así terminamos nuestro apretado resumen de los servicios de salud en la ciudad de La Habana en el período republicano.

BIBLIOGRAFÍA:

Justiniani, F. R. Apuntes para la historia de los hospitales de La Habana, Alexandria Library Publishing House, Miami, Florida, EE. UU., 2020.

—Personalidades en la historia de la Medicina Cubana (1760-1959). Alexandria Library Publishing House, Miami, Florida, EE. UU., 2019.

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About the Author

Dr. Federico R. Justiniani, MD, 1954, Universidad de La Habana. Interno y Residente de Medicina Interna, 1954-1960 Hospital Universitario “General Calixto García”. Exilado en Miami, FL, 1964. Residencia de Medicina Interna 1966-1969, coordinador del programa de Residencia de Medicina Interna 1969-1974, director de Educación Médica 1974-2002 todos en el Mount Sinai Medical Center (MSMC) de Miami Beach. Profesor de Medicina Interna, Universidad de Miami at MSMC 1990-2010. Master del American College of Physicians 2002. Autor de numerosos artículos científicos y libros, como "Personalidades en la historia de la medicina cubana (1760-1959)" y "Apuntes para la historia de los hospitales de La Habana".

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