Enmienda Platt, imposición y derogación

Literatura. Política. Crónica.
Por Mario Blanco.

Desde las primeras lecciones de historia recibidas en la escuela primaria, se nos ha hablado de la tóxica, inadmisible y oprobiosa, Enmienda Platt. Propuesta en febrero de 1901 y aprobada más tarde por el senado y presidente de los estados Unidos, fue aprobada, casi que impuesta, el 28 de mayo de 1902 por 15 votos a favor y 14 en contra, por nuestra emergente Asamblea Constituyente como apéndice a la futura Constitución, todos los delegados de Oriente votaron en contra. En fin que el 99% de los cubanos jóvenes y adultos sabemos de ese documento desde niños y ¿cuántos sabemos cuándo se derogó y en qué condiciones?, acertadamente puedo decir que muy pocos, quizás un 5%. Como entiendo que no solo es saber cuándo y por qué se nos puso el yugo, creo que también es positivo conocer cuando nos lo quitamos de encima, y de eso va este breve artículo.

Cabe la pregunta y ¿por qué sabemos tan poco sobre la liberación de esa oprobiosa enmienda? ¡Ah!, porque a ciertos regímenes políticos, como el actual en Cuba, no les conviene parte de la historia, sino aquella otra que refuerza, si podemos llamarlo así, su ideología. Pues bien como todos sabemos cómo surgió la Platt, pues ocupémonos como sucumbió, bajo qué circunstancias y Gobierno de aquella época.

Ahora bien, el mal duró hasta 1934, específicamente el 29 de mayo de ese año bajo el gobierno de Carlos Mendieta. Todos recordamos que el tirano Gerardo Machado después de una huelga general y bajo la influencia de la revolución del 33, el 12 de agosto de 1933 abandonó el poder y el país, y desde 1939 sus huesos descansan en un cementerio de Miami. Con su derrocamiento, se le puso fin a los gobiernos regidos por la generación de hombres que lucharon por la independencia. El entonces presidente provisional Mendieta, apoyado por el jefe del Estado mayor del ejército, Fulgencio Batista, fueron los órganos de poder que se llevaron el lauro de la derogación de aquella Enmienda. Batista, un sargento desconocido que no había participado en ninguna batalla, supo aprovechar la influencia de cambios de la revolución del 33, que tenía también su efervescencia dentro de las filas del ejército, y con innegable sagacidad se fue haciendo del mando, tal como recogen las verdaderas lecciones de historia sobre aquel proceso.

En fin amigos que la derogación de la Enmienda Platt se canalizó a través de un nuevo tratado comercial de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, aunque permaneció una cesión que fue la existencia hasta el día de hoy de la base naval de Guantánamo. Unos dicen que no fue por generosidad del gobierno de Estados Unidos la derogación, sino el empuje revolucionario antimperialista que realizaba Antonio Guiteras a través del gobierno de Grau, al cual Batista le dio un golpe de estado interno el 15 de enero de 1934 obligando a Grau a presentar su renuncia y embarcar rumbo a México. Yo me apego más al concepto del prestigioso escritor e historiador Dimas Castellanos que dice: “la coincidencia de la lucha contra la Enmienda Platt, la política del buen vecino del presidente Franklin D. Roosevelt y la efectividad de la labor diplomática de Cuba, condujeron a la firma del Tratado de Reciprocidad Comercial, con el cual quedó derogada la Enmienda Platt”. Pero esa fecha de finales de mayo de 1934 no debe jamás pasar por alto en nuestra historia, y lamentablemente para el Gobierno actual la misma coincidió bajo la égida del entonces hombre fuerte de Cuba Fulgencio Batista, que un poco más tarde en 1940 salió electo presidente, y justo también es rememorar su nefasto hecho del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, que dio lugar más tarde al inicio de una, “revolución fracasada”, en palabras también del historiador, Dimas Castellanos. Por último, cabe señalar que su derogación dio lugar a nuestra mítica constitución de 1940.

 

 

 

 

 

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About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

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