Del otoño y su metáfora

Written by on 26/09/2019 in Cronica, Literatura - 1 Comment

 

Creo que pocas veces, en años anteriores –aunque la desmemoria pueda tener que ver, como en tantas cosas…–, habíamos deseado con semejante ahínco la llegada de un otoño que marque el final de este verano colérico, desmadrado y pagado de sí mismo. Cederán calor y sudores, las lluvias torrenciales o eso esperamos, se anticipará el oscurecer y con él se vendrán chaqueta y puestas de sol, sobre unas playas sin trastos ni botellón, en espera de la siguiente primavera.

Es la ventaja que tienen los ciclos, siquiera por lo que hace a las estaciones y que quienes los vivimos quizá echemos en falta, de vez en cuando, incluso en carne propia. Caerán las hojas como anuncio de una tercera edad en la naturaleza que va a propiciar el encogimiento en los meses próximos; el recogimiento, si bien transitorio y llevadero frente a la seguridad de un próximo renacer, lo que no es el caso cuando se trata de esa edad otoñal en que se manifiesta la añoranza por un tiempo pasado que, como suelen decir quienes la viven, siempre fue mejor. Otra primavera en lontananza que, a diferencia de la que se avecine para seguir con el ciclo anual, en los seres vivos dejará expedito el camino para otoños que se irán uniendo hasta llegar al último que nos será dado transitar.

Sin embargo, nada de pesimismo. Las cosas son así, y ya que no nos es posible incorporar a nuestra fisiología una siguiente primavera tras el otoño ni nada pueda devolvernos, llegada la madurez, la hora / del esplendor en la hierba, de la gloria en la flor…, convendrá huir, cuando muda la estación como es hoy el caso, de la melancolía. Nos irán quedando a todos menos veranos, de modo que a disfrutar de los días venideros aunque se acorten, de las noches más frescas y, por remedar a Benedetti, Aprovechemos el otoño / antes que el futuro se congele. Tal vez cobrar conciencia de que los otoños en los seres vivos no tienen vuelta atrás, ayude a transitarlos como si fuesen nuevas primaveras. Hasta que el cuerpo aguante, ¡claro que sí!

 

 

 

 

 

 

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

One Comment on "Del otoño y su metáfora"

  1. gabriela 30/10/2019 at 3:15 pm · Responder

    Esta lectura nos deja entender la llegada de una nueva estación, en donde las hojas caen anunciando el otoño, esperando la llegada de una nueva primavera. Es un texto interesante porque nos recalca lo bonito de cada estación, en donde cada época trae algo interesante, en este caso lo es el otoño donde muestra lo bello de sus hojas al caer. Mientras dure significa disfrutar de aquello, porque luego llega el invierno y ya los árboles y todo lo hermoso de su naturaleza se cubrirá por un tiempo con una gran capa de nieve.

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