Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.
¿Y por qué Polonia? Pues porque es mi segunda patria y añado, tengo otra más que es Canadá, así que tengo tres patrias. Ajustándome a la definición de patria, es aquella donde se ha nacido, Cuba , o donde se tienen vínculos históricos, jurídicos o afectivos, en mi caso Polonia y Canadá. En Polonia viví siete años, estudié su idioma e ingeniería en la Politechnika de Gdansk, y me involucré en su cultura e historia.
Yendo al grano del título, esto no será un recuento de la larga historia de este país que forma parte de Europa y hablar de la historia de este continente creo no tendríamos para cuando acabar por lo complicada y rica en eventos en cada uno de sus países. Así que trataremos de abreviar todo lo posible para circunscribirnos a lo enunciado, y tratar como de costumbre en un par de páginas sintetizar el mensaje que queremos hacerles llegar.
Los ancestros polacos son aún inciertos, solo se sabe de múltiples tribus en este territorio donde hubo asentamientos eslavos y donde se crearon castillos y existen numerosas tumbas. La historia escrita de Polonia comienza por el año 963 después de Cristo, y se nombra al Duque o Príncipe Mieszko I quien aunó las tierras bajo su mando donde vivían los “polanos”, y creó el primer estado polaco. A su vez se bautizó Mieszko en el 966 y se adhirió al catolicismo y a la cristianización de Polonia. Para ello debió dejar las siete esposas paganas que tenía, y se casó con Dobrawa de Bohemia. Fue uno más de la dinastía de los Piast, que surgió en el siglo VIII con Piast Kolodziej. De este ducado surgió el reino de Polonia reconocido por el Papa y por ello a su vez quedaba protegido de invasiones extranjeras.
Pero desde finales de la Edad Media había una conexión dinástica con Lituania, país al noreste, y a partir de 1386 se crea con el Gran Ducado de Lituania una unión que dio lugar a ser un estado común llamado, República de las Dos Naciones o Mancomunidad Polaco-lituana, y surgió entonces la dinastía Jagellónica desde 1386 al 1572, convirtiéndose en un estado poderoso europeo con su lema, ”od morza do morza” , que quiere decir, de mar a mar, y se refiere desde el mar Báltico al Negro, abarcando parte de Bielorrusia y de Ucrania hasta Crimea.
La consolidación de este estado común duró desde 1572 a 1795. Al final de este periodo debido a las continuas guerras con sus vecinos e incluso guerras civiles, incluido el levantamiento de los cosacos ucranianos, fue debilitándose el estado provocándose su colapso y aprovechándose de ello el Imperio ruso, Prusia, y la Monarquía de los Habsburgo, que provocaron la partición de la República de las Dos Naciones en 1772,1793 y 1795. Polonia desapareció del mapa europeo como estado desde 1795 al 1918, siendo sus tierras gobernadas preferentemente por los rusos, y es a raíz de la terminación de la Primera Guerra Mundial, cuando recobra parte de su territorio y se erige nuevamente como nación, creándose la Segunda República Polaca. Mas de un siglo despareció el estado polaco como nación soberana, pero nunca murió su idiosincrasia que siempre luchó a brazo partido por no perder su idioma , costumbres y cultura, rebelándose en ese periodo en 1830,1848 y 1863, aunque sin lograr nuevamente su autonomía.
Aun así, todavía el estado polaco sufriría ciertos desmembramientos de su territorio, como fue lo acordado por Hitler y Stalin a través del acuerdo germano soviético de no agresión a finales de agosto de 1939, conocido por Ribbentrop- Molotov. Mas tarde después de la Segunda Guerra Mundial, el estado soviético se apropió de una franja enorme del este de Polonia, desde Wilno hasta Stanislawów, y recuperó Polonia las tierras de Gdansk, Szczecin y Wroclaw. Aproximadamente seis millones de polacos murieron durante esta última guerra mundial. Fue solo en 1989 cuando Polonia se sacudió la influencia soviética creándose la Tercera República, formando parte de la OTAN en 1997 y de la Unión Europea en el 2004.
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