Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.
Cortesía del autor.
Por lo contrario del título, siempre quise avanzar en el tiempo en varias etapas de mi vida, cuando era niño quería ya ser adolescente, y luego, ya ser adulto, graduarme de la universidad, trabajar, tener mi familia y así y así. Pero en ocasiones digamos, periodos más cortos, he ansiado retener el tiempo y el espacio, como cuando he amado a una mujer, y he amado a varias no lo niego, a unas más que a otras también lo confieso, e incluso me he equivocado también pensando que amaba, cuando era simplemente una pasión ardiente y generalmente fugaz.
Y así va el hombre por la vida anhelando y rechazando circunstancias, que todas transcurren en el maravilloso parámetro de este mundo llamado tiempo. Me imagino la mayoría de los hombres en las cárceles deseando pase esa etapa velozmente, o también cuando por algún evento sufrimos y ese dolor ansiamos desaparezca lo antes posible. ¡Ah, si pudiéramos manejar el tiempo!
Entonces en nuestras vidas cerramos los ojos, demoramos algo así, y luego los abrimos y nos encontramos en la llamada tercera edad, la vejez, y también entonces queremos detener al implacable, pues cada año que transcurre surgen nuevos problemas y miramos a los más avanzados cerca de nosotros, sean amigos o familiares, y que han vivido más tiempo que nosotros generalmente, y no, no queremos llegar a la etapa del bastón, del andar lento, evitar caídas, respirar con dificultad y otras circunstancias limitantes que, para que mencionarlas, dejemos que los más jóvenes vivan esa experiencia y no anticiparles como en una película los finales, pues entonces toda esta orgía de la vida perdería su sabor. Pero también en esa vejez hay momentos que queremos retener, como cuando los nietos nos dan una caricia, cuando aún sentimos los abrazos calurosos de hijos, amigos y mujer amada, cuando rememoramos con los amigos aquellas etapas maravillosas juntos.
Y ya una vez escribí o pregunté en un texto, pequeño poema, ¿Qué es la vida? Y escribí que era un sueño con los ojos abiertos, solo que en gran medida somos responsables de ella, la decidimos y nos la deciden, y no como algunos dicen que todo está escrito, sobre todo cuando suceden algunos eventos, caramba, pero nadie lo dice antes que sucedan o quizás algunos adivinen antes de, basándose en hechos concretos y lógicos o alguna corazonada, pero en general nuestras vidas se perfilan según nuestras propias decisiones.
Y nada, basta ya de filosofía amigos y aunque no podamos detener el tiempo, ojalá nos sucedan cosas agradables que nos mantengan casi en suspenso hasta que pasemos a otra dimensión, si es que esta existe, quizás allí si podamos manejar el tiempo a nuestro antojo.
©Mario Blanco. All Rights Reserved.
