Año del Fin del Mundo

Written by on 26/06/2012 in Cronica, Estampa - No comments

Estampa. Crónica.

José Luis Borja

 

El fin del mundo, según Isaac Newton

El fin del mundo, según Isaac Newton... es para el 2060

 

Recuerdo perfectamente aquel año en que los canales de televisión, los brujos, los gurús  de la new age y los periódicos vaticinaban el fin del mundo. De repente, el tiempo pareció más fugaz y cada ser humano se preocupó por hacer lo que siempre había querido antes de precipitarse hacia la meta ineluctable. Algunos prefirieron la muerte a la angustia. Otros se volcaron a la contemplación y la auto inspección. Otros se dedicaron a vivir, a gozar o a consumir alcohol y drogas. Pero nadie sabía cómo sería el fin del mundo.

Los fanáticos de los deportes no querían dejar este mundo sin saber qué equipo ganaría la serie mundial de béisbol, el campeonato de fútbol americano, el open de tenis, el campeonato nacional de baloncesto, la Eurocopa, el Mundial de fútbol… Fue entonces que a alguien se le ocurrió una idea que cambiaría para siempre el mundo de los deportes y nos encaminaría hacia una nueva era post fin del mundo.

Se sabía desde hacía mucho tiempo que en un partido de baloncesto, solo importan los últimos cinco minutos. Por lo tanto, si nuestro tiempo estaba contado, como la mayoría lo creía, si se reducían los partidos a solo cinco minutos cada uno, en una hora, se podrían ver 12 y entonces, el campeonato podía condensarse en unas pocas horas.  A cada equipo se le asignarían cien puntos al inicio, porque ningún partido de baloncesto termina cero a cero, y el puntaje es bueno para la moral del equipo. En los demás deportes se hicieron arreglos similares.

El problema con los deportes es que si no son interrumpidos por algunas publicidades, los jugadores no pueden convertirse en millonarios. Y todos querían terminar su vida con cierta riqueza, aunque no les sirviera mucho después de la fecha pautada para el fin del mundo. Entonces, en un tiempo récord, las dos cámaras; es decir, todos los congresistas, aprobaron nuevas leyes sobre la publicidad, autorizando el uso masivo de la publicidad subliminal.  Las imágenes más variadas fueron así mezcladas con las de los partidos, lo que se tradujo en ventas récord a precios de fin del mundo.

El mismo fervor en reducirlo todo a su mínima expresión, extrayendo así los conceptos más importantes, fue ganando todas las áreas del ámbito social.  Las  telenovelas, otrora conocidas como culebrones, debido a sus enredos y su longitud en el tiempo, fueron condensadas y abreviadas. Los diálogos, las noticias y los discursos de los políticos en el Congreso fueron depurados, limitándose muchas veces a una sola palabra. Los oradores, los predicadores, otrora conocidos por su verbo entusiasta, prolífico e incontrolable, también redujeron sus sermones a lo más relevante.  Los escritores no se quedaron atrás. Incluso, algunos trataron de escribir best-sellers que constaran sólo de 10 palabras. El mítico libro atómico, el que consta de una sola palabra, se convirtió en el Santo Grial de la literatura. Hasta este día, a pesar de muchos intentos, nadie ha logrado alcanzarlo.

Poco a poco y gracias a la cercanía del fin del mundo, nos fuimos dando cuenta de las cosas que realmente son importantes, fuimos extrayendo la esencia de todo lo que nos rodea y llegamos a la conclusión, ya conocida desde tiempos inmemoriales por los cabalistas, que, a pesar de que la naturaleza aborrezca el vacío, como lo dijo Blaise Pascal, está llena de vacío. Y nuestra realidad también lo está, aunque de otro tipo.

Como era predecible, el fin del mundo no llegó en la fecha indicada. Los mayas se habían equivocado nos dijeron luego los mismos periódicos y canales de televisión, que tanta publicidad le habían hecho a su fatídica predicción.  La verdad es que nunca hubieran podido contabilizar las sutiles variaciones de la velocidad de la luz en el vacío, que supuestamente debiera ser constante, y usamos para medir el tiempo y las distancias. Todo es ilusión. Lo sabemos, pero no lo queremos creer.

Al alejarse de nuevo el espectro del fin del mundo, las cosas regresaron poco a poco a su cauce, y nos fuimos llenando de vacío y gastando de nuevo nuestro tiempo en cosas inútiles. No seguimos viviendo con la misma premura, ni apreciamos lo más importante. Algunas veces, al despertarme, añoro aquel año del fin del mundo, pero la esperanza de futuros recuerdos me ayuda a destilar mi esencia para estar listo cuando llegue mi final.

 

Jose Luis Borja

Jose Luis Borja

 

 

 

 

José Luis Borja. Nació en Francia, de padres españoles refugiados de la guerra civil. Estudió ingeniería electrónica en Toulouse y efectuó su servicio militar en la Cooperación Técnica Francesa, en Sudamérica. Siempre le apasionó la literatura y, a pesar de que nunca estudió formalmente el castellano, ha escrito varios cuentos cortos en este idioma como “El tiempo de las cerezas”, “Cadena de los tiempos”, “Amargos de mandarina”, y una novela histórica, Aroma de caña fresca.

E-mail: joseluisborja23@aol.com

 

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About the Author

Manuel Gayol Mecías is the Director and Editor of Palabra Abierta (“Open Word”; mu.gayol3@gmail.com), and a Cuban writer and newspaper man. He was a Senior Researcher in the Literature Investigation Center of the Casa de las Américas (Havana, 1979-1989), and was a member of the editorial board of Vivarium magazine, a review published under the tutelage of the Archidiosis of Havana. He has published innumerable critic essays, short stories, novels and poetry in many Cuban and foreign literary reviews and newspapers, and has been the recipient of various prizes in literature, among them the Short Story National Prize of the Union of Writers and Artists of Cuba (UNEAC), 1992, and the Enrique Labrador Ruiz International Short Story Prize of the Círculo de Cultura Panamericano (Pan-American Circle of Culture) of New York, 2004. He worked as editor of Contact Review, from 1994 to 1996. He worked at La Opinión Spanish Newspaper as Editor and Copyeditor (1998 to 2014). At present, he is one of the founders of the Club del Pensamiento Crítico at the Huntington Park Public Library. He is a member of Cuban History Academy in Exile, and a member of Cuban Pen Club in Exile, too, and vice president of Vista Larga Foundation. Published works include "Retable of the Fable" (Poems, Editorial Letras Cubanas, 1989); "Multiple Appraisal of Andre’s Bello" (Compilation, Editorial Casa de las Américas, 1989); "The Jaguar is an Amber Dream" (Short stories, Provincial Center of the Havana Book Editorial, 1990); "Return of the Doubt" (Poems, Vivarium Editions, Archiepiscopal Center of Studies, Havana, 1995); "The Night of the Great Goth" (Short stories, Neo Club Editions, Miami, 2011); "Eyes of Red Goth" (Novel, Neo Club Editions, Miami, 2012); "Marja and the Eye of the Maker" (Novel, Neo Club Editions, Miami, 2013); "Inverse Trip towards the Reign of the Imagery" (Essays, Neo Club Editions, Miami, 2014) and "The Fire’s Artifice" (Short stories, Neo Club Editions, Miami, 2014); "Coincidencias de un editor (o el exorcismo de Joel Merlín)" (Novel, Palabra Abierta/Neo Club Ediciones, Eastvale/Miami, 2015); "La penumbra de Dios (De la Creación, la Libertad y las Revelaciones)" (Essays, Palabra Abierta/Neo Club Ediciones, Eastvale/Miami, 2015); "Las vibraciones de la luz (Ficciones divinas y profanas). Intuiciones II" (Essays, Palabra Abierta Ediciones/ Alexandria Library Publishing House, Eastvale/Miami, 2016).

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