A veces pienso en aislarme del mundo

Written by on 12/01/2022 in Cronica, Literatura - No comments

 

Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.

Sí, en ocasiones he pensado así como reza el título, es muy triste cuando ves este mundo bastante patas arriba, y entonces me digo, porque no circunscribirme al espacio de mi familia y amigos cercanos donde encuentro ese calor humano y ese afecto tan necesario en la vejez. Dejar de leer la prensa internacional y cortar los nexos con algunas personas que hoy llaman tóxicas para unos, aunque esas mismas personas no lo sean así para muchas otras. O hacer como el famoso escritor egipcio Albert Cossery, que a los 32 años se encerró en una habitación de un hotel en París hasta su muerte más de 60 años después.

Creo también que el efecto psicológico de la pandemia nos afecta en gran medida, súmesele a eso en nuestras latitudes el factor invierno, donde uno de los parámetros es dejar de ver a los ancianos que caminan en la primavera al suspender sus paseos, siendo una de las pocas satisfacciones que aún tienen, para evitar una caída y rompimiento de huesos, lo que conllevaría casi al patíbulo. La propia pandemia nos ha aislado y ojalá esa mala práctica no nos quede como una consecuencia o secuela. Por otra parte, muchos nos hemos sumado a las redes sociales, entre ellas, el Facebook, y que bueno es mientras no empieces a recibir constantemente la basura mediática que algunos redistribuyen y comparten, hasta que te colman la paciencia y cortas el vínculo.

¡Oh!, las relaciones humanas cuán complejas y diversas. También cometo yo y muchos otros el error de esperar recibir resultados de los demás, según mi teoría o práctica, y no lo que cada cual decida dar en este mundo, o quizás peor, el no dar. Pero como con la comida o bebida, debemos ser selectivos en nuestras relaciones, y comunicarnos más con aquellos que te causan placer y no esperar que el mundo cosmopolita que nos rodea actúe según nuestros parámetros, por lo tanto, les aseguro que esas decenas de personas que caen en el círculo de mis afectos me son suficientes para ser feliz, sí, que carijo, aplico lo que ya otras veces he diseñado en mis escrituras, que debemos sustentar nuestra felicidad en lo logrado y no en lo que soñamos lograr, la capacidad de los sueños es importante, pero sueño al fin, aún pervive en la añoranza y no en lo  palpable, y que conste, también tiene su grado positivo, pero no es tangible aun, y sin llegar a  ser materialista y para que no haya confusión, sí, ser realista y nadar y respirar en la atmósfera que nos resulta afín.

Decirles quiero que cada intercambio, por ejemplo, con mis nietos me da una cuantiosa cantidad de energía, son ellos fuentes que renuevan mi espíritu, qué capacidad tienen esos niños con su pureza de acción de infundir en mí los deseos de vivir y crear, dan fuerzas para resistir la vida, y en el deterioro de nuestros cuerpos y mentes son ellos objeto de lucha por la supervivencia y el bienestar psíquico. Lo mismo puedo decir del contacto con mis hijos y el selecto grupo de otros familiares y amigos.

También como otras veces he señalado, es necesario mirar y ver, vivir y sentir, apreciar lo positivo y soslayar lo negativo, lamentablemente nada es perfecto, ni nuestro mundo ni nosotros mismos, pero si hay mucho de bueno tanto en nuestro globo terráqueo como en muchos de nosotros, y hacia eso debemos encaminar nuestros pasos para sentirnos bien, y por ello, al carijo el aislamiento, simplemente sintetizar, priorizar, pasar por un tamiz, concretar nuestros sentimientos e ideas, y hacer aquello que nos da placer, como para mí ahora esta escritura, que sé a muchos de los a mí cercanos  les gratifica, y será objeto de revisión y análisis para mis nietos en el futuro.

 

 

 

 

 

 

©Mario Blanco. All Rights Reserved.

About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

Leave a Comment