¿Cuánto ha perdido Cuba en 66 años “revolucionarios”?

Literatura. Política. Crítica.
Roberto Álvarez Quiñones.

Informativo Azteca. Tomada de YouTube.

Todo Gobierno se evalúa según los resultados obtenidos y no por las promesas que haga. Excepto el de Cuba, que siendo el mismo desde 1959, casi todo el mundo lo mide por las promesas que hace, aunque no cumpla ninguna.

Hace unos días celebró su cumpleaños 66 y el mundo sigue sin formularle estas preguntas:
1) ¿Viven hoy los cubanos mejor que en 1958?
2) ¿Hacía falta una revolución social en Cuba?
3) ¿Sabe bien hoy el pueblo cubano cómo era el país antes de 1959, y lo que el castrismo le ha impedido hacer en estos 66 años?
4) ¿Tienen idea en la isla de cómo vivirían hoy si no hubiesen sido “liberados del capitalismo”?

Por cierto, hoy quiero destacar cuál fue el origen de esa frasecita tan bien vendida de “revolución cubana”. Cuando Fidel Castro comenzó sus trajines de rebelión política contra la dictadura de Batista siempre habló de “revolución”. No creó un frente de liberación, o de salvación nacional, o frente democrático, que denotase que se trataba de una rebelión política.
Impuso la palabra revolución para luego de su asalto al poder, vender entonces la idea de que no bastaba restaurar la democracia, sino continuar la “revolución” para sacar a Cuba de la “pobreza” y el “atraso” causados por la “explotación imperialista” y la “burguesía cubana”.

No es lo mismo una rebelión política que una revolución social

Y ahí está el detalle. No es lo mismo una rebelión política que una revolución social.  Las rebeliones políticas derrocan gobiernos y las revoluciones sociales van mucho más allá.
Arrasan con todo. Transforman, o destruyen las bases de la sociedad liberal moderna, las instituciones del Estado, la economía. Cambian el modo de vida de los ciudadanos, monopolizan los medios de comunicación, la educación, controlan las costumbres, la moral, la cultura, la religión, la filosofía.

Luis XVI. Public domain.

Nada mejor para diferenciar rebelión política de revolución que el diálogo entre el rey de Francia, Luis XVI y el duque Rochefoucauld-Liancourt, quien temprano el 15 de julio de 1789 le informó al monarca que la fortaleza de la Bastilla en París había sido tomada y que debía huir del Palacio de Versalles. “¿Es una rebelión?”, preguntó el rey. “No, Majestad, no es una rebelión, es una revolución”, respondió muy seguro el avispado duque.

¿Revolución en un país que se acercaba al Primer Mundo?

Pero ojo, la Revolución Francesa fue la última revolución social liberal burguesa de la historia, aunque al costo innecesario de 40,000 cabezas guillotinadas. Desde entonces generalmente son antiliberales, estatistas, retrógradas, ya sean comunistas, nacionalistas, fascistas, teocráticas o hibridación de nacionalismo con rasgos medievales.

¿Hacía falta en Cuba una revolución siendo uno de los tres países con más alto ingreso personal en América Latina (junto Uruguay y Argentina) y que duplicaba al de España, superaba a otros países de Europa y era similar al de Italia? En diciembre de 1958 en la Embajada de Cuba en Italia había 12,000 solicitudes de italianos deseosos de emigrar a Cuba.

Lo recuerdo, la gente quería el fin de la dictadura, no otra cosa

Recuerdo muy bien que la gente en Cuba quería el fin de la dictadura de Batista, restaurar la Constitución de 1940, ¡y punto! Nadie hablaba de revolución social.

Hoy la mayoría de los cubanos no tiene idea de cómo era la Cuba de “antes”. Quienes no tienen al menos 75 años no creen que se autoabastecía totalmente de carne de res, cerdo, pollo, pescados y mariscos, leche, huevos, viandas, hortalizas, frutas tropicales, café y tabaco.

Cuba se autoabastecía de alimentos y era gran exportadora

Cuba antes de 1959. Tomada de Facebook.

O que era la nación mayor exportadora de alimentos per cápita de Latinoamérica, que en 1958 produjo 960 millones de litros de leche (casi medio litro diario per cápita), o que el consumo de carne de res fue de 81 libras por persona, el tercero más alto de Latinoamérica y uno de los más altos del mundo.

Había en Cuba 57 periódicos y más de 100 revistas, muchas de ellas nacionales. Ocupaba el primer lugar en América Latina en per cápita de periódicos, revistas, aparatos de televisión, de radio, de equipos electrodomésticos, y también en líneas férreas por kilómetro cuadrado.

Exportaba más de lo que importaba y era una de las tres economías con mayor porcentaje de reservas de oro y de divisas, y el peso cubano convertible a 1×1 con el dólar. Todos son datos de CEPAL, el BID, el antiguo Ministerio de Hacienda de Cuba, y otras entidades.

La Habana era un gran centro financiero con 62 diferentes bancos extranjeros y cubanos grandes, otros 96 más pequeños, y cajas de ahorro. Yo trabajé en The Royal Bank of Canada, por entonces uno de los 10 mayores bancos del mundo, con 24 sucursales en Cuba, 11 de ellas en La Habana. En total había unas 300 oficinas bancarias en el país, según un informe de abril de 1956 de Cuba Económica y Financiera. Volumen XXXI, No. 361.

Segundo país con TV a color. La Habana, más cines que New York

Cuba fue el segundo país del mundo, luego de EE. UU., en tener TV en color. Fue el 19 de marzo de 1958 en el canal 12. Fue además el único país en el mundo (además de EE. UU.) que tuvo TV en color en la década del 50. México fue el segundo en Latinoamérica con TV a color, desde el 21 de enero de 1963.

Crease, o no, La Habana tenía más salas de cine que Nueva York y París. Según el “Anuario Cinematográfico y Radial Cubano” de 1959, al finalizar 1958 había en la ciudad 121 salas de cine, cifra superior a las de las dos urbes más famosas del planeta.

¿Sabe alguien hoy que en la Universidad de La Habana con cinco pesos mensuales un joven se podía graduar de médico, ingeniero, o abogado, o cualquiera otra carrera, pues la matrícula costaba 60 pesos al año, a pagar en tres plazos, y las clases eran gratuitas?  Yo guardo tres recibos de color azul de 20 pesos cada uno.

¿Sabe alguien que en 1956 Cuba fue reconocida por la ONU como uno de los países con menos analfabetos en el mundo, con 23%, y que muchas naciones latinoamericanas, y España, rondaban el 50% de analfabetismo?

El triple de autos que en Chile. El mayor auge económico

La Habana antes de 1959. Tomada de Observatorio Cubano de Conflictos. Otra Cuba Mejor es Posible.

¿Sabe alguien que al llegar los Castro Cuba estaba en el período de mayor auge económico de su historia (desde fines de los años 40)? Se erigieron grandes fábricas, plantas industriales en la extracción de níquel y otras ramas, refinerías de petróleo, cientos de miles de viviendas, grandes hoteles, teatros, cines, restaurantes, escuelas, hospitales y clínicas; puentes, autopistas.

Se construyó el túnel bajo la bahía habanera, y dos por debajo del río Almendares; los soberbios edificios de la Plaza Cívica, la Ciudad Deportiva con su Coliseo. Altos edificios como el Focsa, el Someillán, el hotel Habana Hilton, la futura sede del Banco Nacional y la Bolsa de Valores de La Habana, los más altos del Caribe y Centroamérica.

Según la Cámara de Comercio de Cuba, en 1957 la isla tenía 142,742 automóviles, el triple que Chile (47,950) y casi el doble que Colombia (84,500).

Otros 15 presidentes de la República; 20 millones de turistas

Sin castrismo, Cuba habría tenido 15 presidentes de la República, electos por períodos de cuatro años y no reelegibles. Y habría unos 18 millones de habitantes.

Suponiendo inversiones de capital por $250,000 millones de dólares (a precios de hoy) hoy la economía cubana estaría de hecho ensamblada con la de EE. UU., muy cerca del Primer Mundo, o ya dentro. Las exportaciones superarían los $160,000 millones de dólares, incluido el turismo con cerca de 20 millones de visitantes. Compárese eso con los $1,583 millones de dólares exportados en 2023, y los 2.2 millones de turistas recibidos en 2024.

La Habana sería el Hong Kong del Caribe y Centroamérica

En las playas habría resorts turísticos como los de Florida, Cancún, la Riviera Maya, Punta Cana, Bahamas; grandes terminales de cruceros, aeropuertos modernos, autopistas, trenes rápidos. Un megapuerto en el Mariel y a la vez centro de transbordo mercante entre Sudamérica y Centroamérica con EE. UU., Canadá, México y Europa.

La Habana podría ser el Hong Kong o Singapur del Caribe y Centroamérica como centro financiero, bancario y fiduciario, y tan importante, o más, que los de otras grandes capitales de Latinoamérica.

Es en verdad inimaginable todo lo que Cuba y los cubanos no han podido llegar a ser, avanzar y disfrutar, a causa de “la revolución” innecesaria, y encima, apocalíptica.

¡Viva Cuba libre!

© Roberto Álvarez Quiñones. All Rights Reserved.

 

 

About the Author

Roberto Álvarez Quiñones (Cuba). Periodista, economista, profesor e historiador. Escribe para medios hispanos de Estados Unidos, España y Latinoamérica. Autor de siete libros de temas económicos, históricos y sociales, editados en Cuba, México, Venezuela y EE.UU (“Estampas Medievales Cubanas”, 2010). Fue durante 12 años editor y columnista del diario “La Opinión” de Los Angeles. Analista económico de Telemundo (TV) de 2002 a 2009. Fue profesor de Periodismo en la Universidad de La Habana, y de Historia de las Doctrinas Económicas en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI). Ha impartido cursos y conferencias en países de Europa y de Latinoamérica. Trabajó en el diario “Granma” como columnista económico y cronista histórico. Fue comentarista económico en la TV Cubana. En los años 60 trabajó en el Banco Central de Cuba y el Ministerio del Comercio Exterior. Ha obtenido 11 premios de Periodismo. Reside en Los Angeles, California.

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