Literatura. Crítica. Por Gustavo Catalán… Quería terminar de una vez, con cada madrugada y, sin embargo, todo empezó a cambiar tras la llamada. Su amante de muchos años, la Otra, accedió a acompañarle en el penoso duermevela tras garantizarle que no iban a encontrarse ambas siquiera en el pasillo. Su mujer dejaba el hospital a las ocho en punto y, media hora después, la querida tomaba el relevo nocturno.
Literatura. Política. Sociedad. Religión. Crítica. Por Carlos Penela... Hace tiempo que vengo investigando algunos temas que pienso son de interés ...
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