Olvidar hasta el olvido

Written by on 08/04/2019 in Critica, Literatura, Pensamiento - No comments
Literatura. Pensamiento. Crítica.
Por Gustavo Catalán

Hoy me propongo no andarme por las ramas al hablar de la memoria y sus traspiés; nada de que si la vida es memoria, que toda ella es mentira…, de modo que directamente al intríngulis de la cuestión y es que (¿alguien más se identifica?), conforme pasan los años, se diría que lo hacen raspando por sobre las neuronas que la albergan y, de seguir así, puede uno terminar por no acordarse siquiera de cómo se llama, antes de que le diagnostiquen un deterioro mental con nombre propio (otro que el propio).

La memoria era para Cervantes el enemigo mortal de su descanso, aunque a algunos nos ocurra lo contrario y sea la desmemoria lo que dificulta el sueño mientras nos empeñamos en recordar la mnemotecnia con la que se pretendía evitar el tener que repasar toda la agenda para localizar el apellido de cualquier amigo. El asunto puede llegar al extremo de planear acudir al capitán Nemo para acordarnos de la propia palabra: Nemo… ¿cómo era? ¡Ah, sí!: nemotecnia. Y ni les cuento si con semejantes mimbres se pretende recordar el nombre de algunos tropos y, entonces, palique para palíndromo o, para anáfora, ánfora hasta que, dando vueltas en la cama, uno se pregunte por el sinónimo de vasija. ¿O era jarrón?

Quizá llevase razón quien afirmó que si uno tuviera que acordarse de todo reventaría, pero no me pregunten de quién fue la tranquilizadora conclusión. Sin embargo, sí puedo mencionar al que sentenció que ser es ser memoria y, de ser así, Emilio Lledó, algunos empezaremos a preguntarnos dónde quedó nuestra identidad mientras vamos camino de recordar sólo la emoción de las cosas (Machado, no fueran a pensar que he entrado ya en una fase irreversible) y olvidarnos de todo lo demás. Incluso del propio olvido.

[3 de diciembre de 2018]

 

 

 

 

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

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