Literatura. Relato. Poesía.
Por Rosa Marina González-Quevedo…
El infinito ciclo de las ideas y de los actos, infinita invención, experimento infinito, trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud; conocimiento del habla, pero no del silencio; conocimiento de las palabras e ignorancia de la palabra.
Thomas Stearns Eliot, (Frases).
Mira qué frágiles son estos pensamientos. Se desguazan solo con batir las alas en pleno vuelo. Luego, sus partículas se esparcen por el aire. Algunos de estos pequeños elementos caen al mar atraídos por la fuerza de las mareas. Otros, simplemente, siguen su rumbo, sin destino, en el caos infinito. ¿A dónde irán? Si supiera, te lo diría, sin lugar a dudas. ¿Lo sabes tú acaso? Callas. No respondes. No lo sabes. Y bien, ¿qué haremos ahora? Cierta ilusión fantasmagórica me ata a pensar aún, a pesar de que estos pensamientos son así, tan frágiles. Entonces, me doy cuenta de que estoy atada a mi propia fragilidad, en pleno vuelo. Y que mitad de mis ideas caerán al mar, atraída por la fuerza de las mareas. Y que la otra mitad se irá a flotar en el éter, en medio del caótico revuelo de los astros y el vacío. Pero insisto en esto de cargar mi cadena y sigo pensando. Y por ley de la idiotez, sigo dividida en dos mitades.
Me centro, pues, en esa parte que cae siempre al mar. Miro a través del cristal del agua. Hay peces, rocas, algas… Y me sumerjo con la idea de encontrar la maravilla. He dicho: me sumerjo con la idea… (Sigo, pues, atada…). Desciendo. Y para mi sorpresa, encuentro nuevamente el caos y el mundo del silencio. Y pienso, atándome más aún, que tampoco mi mitad marina se salva del imperio de la desolación. Así, para salvar algo de mí, vuelvo la mirada hacia arriba, buscando la superficie. Me lanzo a volar de nuevo por inercia. Y asciendo al reino del caos absoluto, ese que tenemos entre la sonrisa y el miedo. Torno a preguntarte, una vez más, si sabes a dónde van estos pensamientos. Pero tú te has ido también a volar. Y andas perdido entre el mar y el cielo.
[Este trabajo ha sido tomado de la página Astarté, de la autora]
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