Literatura. Poesía. Crítica.
Por Reynaldo Fernández Pavón.
Vitrales C.E. pone a disposición de los lectores el libro de poseía Junto a la ventana, de la periodista Aleida Lliraldi, en su colección Guijarros.
Tuve el privilegio de conocer a esta poetisa en la década del 60 del pasado siglo, Aleida estudiaba en la Escuelas de Artes Dramáticas de la ENA. Recuerdo dos dones que la distinguían, el primero, su amor por las artes escénicas y, el segundo, la cualidad de ser una excelente lectora.
En Junto a la ventana Aleida ejerce la contemplación existencial de una cotidianidad que es parte de la historia personal de su generación, de la época maravillosa en la cual el amor a todo vuelo se comunicaba con una mirada o con un beso, lenguaje que, convertido en verso y, sin retórica, crea un sitio de imágenes y metáforas donde no aparecen cánones preestablecidos y como quien dice: Aquí estoy yo escribe:
“Cuando te leo se eterniza lo breve”
Poesía de amor que nos revela la presencia de una sensibilidad que ha crecido en la extraterritorialidad, como ha sucedido con un firmamento de escritoras cubanas de su generación que tienen como antecedente a la escritora del siglo XIX Gertrudis Gómez de Avellaneda, publicada en España antes que en Cuba y tristemente desconocida entre cubanos.
Detrás de la femeneidad hay una voz que logra ser muy intensa, nótese que en este género poético siempre me ha sorprendido lo agresivos que pueden llegar a ser los poemas escritos por mujeres, como en el poema “Giros” en el que imaginamos “la campana sonando después de cada giro”, con sus múltiples lecturas.
Aleida ubica en su justo sitio —por ausencia— el mundanal ruido, y los temas antipoéticos que con frecuencia invaden hoy las letras, como lo son la pornografía literaria, y la propaganda política.
Desde su reino de Imago fluye la poesía y desde ese universo se llega al momento después de la poesía…y es que “el otro” ha sido superado para continuar latiendo en el escenario de la vida, y ambos , escritor y objeto de la poética, se han convertido en una experiencia única e irrepetible que se acrecienta en sus manos.
Este libro de poemas busca su significado íntimo en tiempos en que se alejan unos de otros, ensimismados en la realidad virtual que crea la tecnología, en los utensilios electrónicos en que los individuos se sumergen hasta desaparecer. Entonces, estos versos sencillos, que nacen de la húmeda bruma y del olor a cuerpos terrestres, cobran vida y nos muestran que la vida existe cada vez que la noche pasa en espera de que alguien la descubra.
Es por esa razón que escribo desde la complicidad de los poetas y no desde los presupuestos de la crítica.
Celebro que la escritora de Junto a la ventana se cante a sí misma en una poética sostenida, que puede tocar el alma o ser parte de la historia personal de cualquier ser humano. Aleida Lliraldi nos invita a pararnos junto a su ventana, mirar a la distancia y comprobar que es cierto, todavía existe la brisa marina, la geografía de los cuerpos y la posibilidad de un encuentro.
[Este libro puede adquirirse en amazon.com]
©Reynaldo Fernández Pavón. All Rights Reserved