Política. Crítica.
Por Jesús Hernández Cuéllar…
La mayoría de los estadounidenses no confía en sus medios de comunicación, ni en la capacidad de su gobierno tanto para manejar cuestiones nacionales como internacionales, ni los trabajadores se sienten comprometidos con las empresas para las cuales trabajan, según la encuestadora Gallup. Nadie es leal hacia quién tiene una conducta desleal.
Es lamentable y preocupante. Los medios de comunicación son los que informan a la sociedad de lo que ocurre en su seno y en el mundo. El Gobierno es el que maneja los servicios públicos, la administración de justicia y la seguridad nacional. Las empresas son las que producen riquezas, crean empleos y hacen la oferta de productos y servicios dentro de una economía que depende en un 70% del consumo.
A finales de septiembre y principios de octubre de 2015, la mundialmente famosa encuestadora Gallup dio a conocer cifras escalofriantes de todos estos puntos tan importantes. En materia de confianza en los medios de comunicación, solamente cuatro de cada 10 norteamericanos manifestaron su fe en los medios del país. Según la empresa de sondeos, la credibilidad de los medios ha sufrido una caída libre desde 1998 y 1999, cuando ese indicador era del 55%. Ahora es del 40%. Sucesos como la mentira dicha al aire por el conductor de NBC Nightly News, Brian Williams, de que había viajado en Irak en un helicóptero que fue alcanzado por el fuego enemigo, ha sido el ejemplo citado por Gallup como uno de los puntos que desplomaron la confianza del público. Pocos años antes, en 2005, el legendario Dan Rather debió abandonar su puesto como conductor de CBS Evening News, después de una controversia en torno al servicio que prestó el presidente George W. Bush en la Guardia Nacional durante la guerra de Vietnam. Rather se dejó llevar por una fuente que había mentido acerca de memorandos que señalaban que Bush había recibido un trato preferencial. El veterano no pudo ofrecer pruebas de su punto. Expertos señalaron que los documentos presentados eran falsos. Su credibilidad se vino abajo. Hasta ese momento, Rather había sido el conductor de más larga trayectoria en los noticieros estadounidenses: 24 años consecutivos.
Caín, obra de Henry Vidal (Common Creatives).
Confianza en el Gobierno
Pero no sólo los medios padecen de este mal. El Gobierno federal de Estados Unidos también ha perdido la confianza de los ciudadanos estadounidenses en gran medida. Por ejemplo, solamente el 38% de los norteamericanos cree en la capacidad de sus líderes políticos para gestionar problemas nacionales. Otra caída libre que se convierte en un nuevo récord. Y únicamente el 45% cree que su Gobierno es capaz de manejar asuntos internacionales, porcentaje más saludable que el del año anterior que fue de 43%.
Aun en medio de la guerra de Vietnam y hasta principios de las guerras de Afganistán e Irak, entre 1972 y 2004, como promedio, el 69% de los estadounidenses creía que su Gobierno podía manejar bien los problemas internacionales, y 62% tenía fe en la gestión gubernamental en cuanto a temas internos del país. En octubre de 2001, inmediatamente después de los ataques terroristas contra Nueva York y Washington, la credibilidad del Gobierno en materia de asuntos internacionales subió a un nivel récord de 83% y a 77% en lo que se refiere a temas nacionales, según registros históricos de Gallup.
Todo esto se vino abajo al final del segundo período de George W. Bush, pero con niveles más altos que los actuales. Aunque Bush llegó a un despreciable 37% de aprobación en esa época, 56% de los norteamericanos creía en la capacidad del Gobierno para gestionar asuntos internacionales, y 52% tenía fe en la capacidad del aparato gubernamental para trabajar en temas domésticos. Con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca, estos porcentajes subieron, y a la altura de las elecciones de 2012, la confianza del pueblo en lo referente a manejar temas internacionales subió a 61%. En lo nacional, no fue así, la confianza cayó a un 48%.
Fachada de la Suprema Corte de Estados Unidos, al anochecer. Registro Nacional de Lugares Históricos.
Compromisos de la Fuerza Laboral
Por otra parte, si la fuerza laboral del país no se siente leal y entusiasmada con las empresas para las cuales trabaja, es muy posible que la productividad y la efectividad de la economía nacional sufra de manera notable. En septiembre de 2015, según Gallup, solamente 32% de los trabajadores estadounidenses se sentía comprometido con la compañía que lo empleaba. Para colmo, ese porcentaje representa el promedio de los últimos años.
No hay dudas de que la Gran Recesión causó un daño demoledor a la economía, daño que se ha extendido a los años siguientes por las medidas desesperadas y mal diseñadas de las empresas, en su empeño por sobrevivir. El resentimiento de la fuerza laboral va más allá, desde los días en que un gran número de compañías norteamericanas decidió irse a China, India y otros muchos países, para bajar los costos de producción con salarios mucho más bajos de los que tendrían que pagar en Estados Unidos. Por otra parte, dentro del país, muchas empresas están pagando salarios más bajos que antes, y pidiendo a los trabajadores que hagan más tareas.
De manera que el bajísimo porcentaje de confianza en los medios, en el Gobierno y en las empresas no podría ser de otra manera. Nadie es leal hacia quien tiene una conducta desleal.
[Este trabajo de Jesús Hernández Cuéllar fue tomado de ContactoMagazine.com]
©Jesús Hernández Cuéllar. All rights Reserved.
