Escribir: entorno, horario y otras costumbres

Written by on 18/07/2024 in Critica, Literatura - No comments
Literatura. Crítica.
Por Gustavo Catalán.

                Hábitos o extravagancias que al parecer, según he leído, precisan/ban algunos para seguir en sus trece o incluso más: darle durante 14 horas diarias en el caso de Balzac, toda la mañana y sin comer (Ondantje), o sólo por las tardes Miyamoto. También los/las hay y ha habido que, en lugar de silla, de pie frente al atril en el caso de Faulkner, Ovejero, Hemingway, Nabokov… Y otros no pueden vestirse de cualquier manera. Alguno ha de ir de negro (Mario Bellatín) para escribir o con la blusa recién planchada (Patricia Highsmith); Rimbaud sin asearse, Keats con la mejor ropa de que dispusiera, o necesitado de un chaleco rojo (Gautier) so pena de seguir contemplando sine die la página en blanco.

                   Cuando yo me pongo a redactar —con pobres resultados las más de las veces—, suelo plantearme en ocasiones si convendría imitar en algo —ya que no en habilidad— a algunos de los consagrados. De ahí la curiosidad por los modos y ambientes que ciertos de entre ellos elegían o siguen haciendo. Kafka trabajaba en penumbra, Fleur Jaeggy precisa de una pared desnuda a su espalda o, para evitar los ruidos, Proust tenía su habitación de trabajo forrada de corcho. Cuando ya en situación, a mano con lápiz o pluma y, todavía alguno, mojando en el tintero que, como alguien dijo, es o era en en su época algo así como una metafórica vagina para el escritor. Por lo que hace al soporte de las palabras, he de averiguar si tendría mejor inspiración de emplear como Proust cuadernos rayados, con tapas de colores (Luís Mateo Díez), utilizase papelitos para el borrador (Pessoa, Robert Walser…) o, por contra, rollos de papel (Kerouac, Ginsberg) que, de fracasar el proyecto, podría emplear en el excusado.

               Si ya sentado frente a la mesa, ¿cervecita con unas almendras? O, tras el tiempo de concentración, ¿a lavarse las manos (Thomas Mann) en una palangana con agua de violetas? Podría deducirse, de todo lo anterior y más en el tintero (ahora sin connotación erótica), que escribir y a un tiempo hacérselo mirar sería oportuno para muchos. Una buena decisión para saber del cerebro más allá de su perseguida capacidad creativa y que a buena parte de los referidos debe/debía impedirles dormir. Efecto indudable de neurosis varias.

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

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