El “Renegado” o el “padre del mestizaje”, Gonzalo Guerrero

Written by on 16/03/2021 in Uncategorized - No comments

 

Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.

Efigie de Gonzalo Guerrero. Cortesía del autor.

Gonzalo Guerrero, nació en Huelva España en el 1470 y se dedicó a las armas y la marinería. Se destaca como arcabucero en la toma de Granada en 1492, expulsando a los árabes y musulmanes de la península ibérica después de ocho siglos en el poder. Tan temprano como en 1510, Guerrero se embarca con el explorador y conquistador español, Diego de Nicuesa, hacia la Nueva España. A Nicuesa, y otros jefes conquistadores como él ya famoso, Alonso de Ojeda, se les habían otorgado poderes sobre tierras firmes, en este caso en los alrededores del golfo de Urabá, actual Colombia, y empiezan las luchas fratricidas entre los españoles por la ambición de estas tierras, queriendo definir sus límites.  Otro legendario explorador y conquistador, Vasco Núñez de Balboa, funda en las cercanías de la actual selva del Darién, Panamá, la población Santa María de la Antigua del Darién, y nombra a su capitán, Juan de Valdivia, como regidor. Para que los reyes de España legitimaran sus conquistas, decide enviar a Valdivia a la Española (actual República Dominicana), y presentarse ante el representante de los reyes entonces, Diego de Almagro, llevando desde luego regalos y riquezas de la zona.

Nuestro Gonzalo Guerrero parte con Valdivia el 15 de agosto de 1511, con buen tiempo, pero más adelante les azota una tormenta que les hace encallar frente a las costas de Yucatán. Se montan unas veinte personas en un bajel (bote), sin provisiones apenas, con la intención de llegar a Cuba, pero se quedan sin agua y toman hasta sus orines, mueren muchos en la travesía, y solo ocho, empujados por las corrientes, llegan exhaustos a tierras yucatecas donde los nativos los aprisionan y esclavizan,  para quedar de ellos solo dos, Gonzalo Guerrero y Gerónimo de Aguilar, quien más tarde éste último, relatará la historia a su salvador, Hernán Cortés.

Guerrero y Gerónimo son esclavizados en distintas tribus. Gerónimo, con ascendencia religiosa, se aferra a su fe y resiste obedientemente cuantos trabajos y órdenes le trazan sus captores, manteniendo una vida dócil, respetuosa y sumisa con estos. Guerrero, por su parte, no solo trabaja en cuanto se le ordena, sino también participa en los combates contra las demás etnias indias a las que su cacique se enfrenta, y no solo demuestra su arrojo natural sino, como hombre de armas, enseña a los indios de su tribu a pelear y emplear las artes de la guerra que conoció y aplicó como soldado. Con esta posición se gana el afecto del cacique que lo hace un hombre libre y prácticamente funge como instructor de los guerreros indios. Pero la interacción de su vida con los nativos va más allá, acepta le hagan las mutilaciones que reflejan el valor y su desprecio al dolor y la muerte, toma, y le dan como esposa, a una princesa india hija del cacique Na Chan Can, llamada,  Zazil Há, con la cual tiene tres hijos. Su relación e identificación con las costumbres nativas le lleva a tatuarse como ellos y adoptar sus costumbres, e incluso sus creencias. En este período también participa en combates contra los españoles.

En 1519 llega Hernán Cortés, primero a Cozumel, con múltiples naves y más de mil soldados con la intención de apaciguar y poblar cristianamente estas tierras. Con esas intenciones logra la cercanía y amistad de algunas tribus, que le notifican la presencia de dos hombres blancos en las tierras interiores de Yucatán. Cortés envía emisarios por ellos que logran localizar a Gerónimo, el cual bendice el producto de su fe, y sabiendo de la presencia de Guerrero en el seno de otra tribu, le busca y por fin encuentra, notificándole a éste el llamado de Cortés para que se les una. En cambio Gonzalo le responde que su vida cambió, tiene a su familia con tres hijos a los cuales no abandonará, y que ha adoptado sus costumbres y hábitos. Así partió Gerónimo quien al encontrase con Cortés, apenas si lo reconocen por sus vestimentas y piel quemada muy similar a los nativos yucatecos. Fue entonces cuando al relatarle Gerónimo a sus coterráneos la posición de Guerrero, es llamado o bautizado Gonzalo por los españoles como, el “Renegado”. En lo personal, valoro la posición del español como el cambio que le provocó el amor y el sentido de responsabilidad por su familia frente a la tradición cristiana de la que procedía.

Según las crónicas de Bernal Díaz del Castillo y de Bartolomé de las Casas, estas nos dicen que la vida de Gonzalo Guerrero continuó como la de un maya más, y su tribu al parecer fue desplazándose hacia el sur, cuando en 1536, en tierras ya hondureñas en Puerto de Caballos, combatiendo contra una partida de españoles, recibe un disparo que le produce la muerte. En la noche unos indios rescataron su cuerpo y lo lanzaron al río Ulúa, para que la corriente le llevase al océano de donde vino.

La historia mejicana recoge la postura de Gonzalo Guerrero como la del primer mestizaje europeo con los indios nativos, incluso primero que la descendencia que tuvo Cortés con la india Malinche. Existe un monumento a su figura y su actuación en Mérida, Yucatán, que simboliza el origen del mestizaje en América.

No hay datos precisos sobre el desarrollo de la descendencia de este español convertido en maya. Pero la historia de Méjico recoge la presencia en la primera mitad del siglo XIX, de un hombre llamado Vicente Guerrero, hijo de padres sencillos y pobres con procedencia mezclada de indios con negros y naturales. Este caballero luchó denodadamente contra los invasores españoles por la libertad de Méjico, llegando a obtener el grado de general, y más tarde en elecciones, resultó presidente de la República Mejicana en 1829. Muere por una estratagema de su vicepresidente con ambición de poder, que ajeno él a los hechos, decide participar en un encuentro para un almuerzo, donde es apresado y en juicio sumario, ejecutado en 1931. Vuelve este escribidor a elucubrar, si alguien puede negarle que este Vicente Guerrero sea un descendiente o no de aquel Gonzalo, que prefirió ser maya, a un español realista.

 

 

 

 

 

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About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

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