Política. Sociedad. Crítica.
Por Roberto Álvarez Quiñones.
Hay un adagio milenario que viene como anillo al dedo a lo que puede ocurrir en Cuba cuando los chavistas salgan del poder en Venezuela: a la tercera va la vencida. El actual modelo económico estalinista, centralista a ultranza, no podrá sobrevivir.
Cuando al desintegrarse la Unión Soviética se desplomó la economía cubana en un 35%, con “período especial” y “opción cero” (petróleo) incluidos, poco después, como del sombrero de un mago, salió Hugo Chávez y Venezuela comenzó a amamantar al castrismo.
Pero ahora con el chavismo haciendo aguas no hay en el horizonte una tercera nodriza que se haga cargo de la criatura. La Habana se quedará sin mecenas. Rusia, China, Irán, Turquía y Argelia no regalan petróleo ni divisas.
Algunos colegas me han sugerido que el presidente de México, López Obrador, gran simpatizante del castrismo, podría relevar a Venezuela. No lo creo. México produce cada vez menos petróleo. Ya importa el 70% del combustible que consume. De 3.3 millones de barriles diarios que producía en 2004, hoy apenas llega a 1.7 millones. Tampoco le sobra dinero como para regalarlo. Sí podría asimilar médicos cubanos, pero no 30 mil como Venezuela, ni los ocho mil de Brasil. El propio embajador de México en Cuba, Miguel Díaz, ya aclaró que la cooperación mexicana no incluye regalar nada.
Académicos han calculado que la URSS obsequió a Cuba 35,000 millones de dólares entre 1961 y 1991, y que Venezuela superó esa cantidad con $37,200 millones hasta 2018. Son cifras inferiores a las reales, pues no hay acceso a fuentes oficiales. Cuba fácilmente recibió de la URSS el doble, o el triple de esa cifra académica.
Pero el monto exacto es lo de menos. Lo importante es el crimen que comete Raúl Castro al mantener un sistema socioeconómico inservible, que colapsa si no es subsidiado desde el extranjero. Ya lo dijo su hermano en un lapsus de senectud que tuvo en 2010: “No funciona”.
Además de las subvenciones (créditos para cubrir déficits comerciales y otros créditos), Moscú regaló a Cuba decenas de miles de millones de dólares en armamentos y en operaciones de reexportación del petróleo que le “sobraba” de su cuota del CAME. Y todo de forma enmascarada, “invisible”.
El armamento soviético consolidó y endiosó a Fidel Castro
El armamento incluyó tanques, aviones de combate de más de siete millones de dólares cada uno —como los MIG-23—, helicópteros, fragatas, torpederas, cohetes y cañones, baterías antiaéreas, tecnología de espionaje, cientos de miles de fusiles, ametralladoras, morteros, miles de camiones, y el avituallamiento para el Ejército más poderoso (300 mil efectivos) de América Latina a la par con el de Brasil que tenía 10 veces más población. Incluso la URSS desplegó en la isla 42 misiles nucleares que podían destruir a New York y Washington.Con aquellos miles de millones de dólares Fidel Castro se endiosó y traicionó el prometido programa de corte socialdemócrata del Moncada e impuso el comunismo para eternizarse en el poder.
Fue un pacto mafioso. Moscú convirtió a Cuba en punta de lanza para la expansión soviética en las Américas y enfrentarse con Washington en sus narices. Y Fidel Castro obtuvo tanto poder militar real que dio rienda suelta a su megalomanía. Intervino en países de Latinoamérica y envió casi 500 mil soldados a combatir en guerras africanas y Medio Oriente en las que murieron inútilmente miles de cubanos
Petróleo regalado, principal rubro cubano de exportación
Al ingresar en el CAME, en 1972, a Cuba le asignaron una cuota de petróleo que en los años 80 llegó a 13 millones de toneladas anuales. Por su pequeño tamaño la economía cubana solo consumía entre 10 y 11 millones de TM y Moscú ni siquiera enviaba ese crudo sobrante a la isla, lo vendía en el mercado capitalista y le entregaba las divisas a los Castro.
Oficialmente en los años 80 el azúcar representaba el 73% de todas las exportaciones y el 90% de las divisas que obtenía el país. Falso. Según me dijo off the record Humberto Pérez, presidente de la JUCEPLAN (hoy Ministerio de Economía), a mediados de los años 80 las reexportaciones de petróleo soviético superaban las exportaciones de azúcar.
En los 80 el precio mundial del azúcar se movió entre 5 y 12 centavos la libra, pero Moscú pagaba a Cuba 45 centavos la libra. Y aun pagando 9 y 10 veces más por el azúcar, y por otros productos, el déficit comercial con la URSS era astronómico.
Conservo en papel de teletipo, ya amarillento, un reporte de la agencia AFP de 1995 que revela que entre 1961 y 1991 el déficit total del comercio exterior cubano fue de 24,687 millones de dólares, de los cuales unos $20,000 millones fueron con la URSS. Entre el 75% y el 85% del comercio exterior total cubano era con la URSS y sus satélites. Solo entre 1984 y 1991 el desbalance comercial cubano fue de $16,084 millones, con un pico $2,740 millones en 1989, y casi todo fue con la URSS.
Con respecto a Venezuela, el dinero regalado a los Castro ha sido igualmente muy superior a la cifra mencionada, pero el secretismo —típico de los mafiosos—, en las relaciones Caracas-La Habana, imposibilita cuantificarlo. Chávez y Maduro utilizaron instituciones estatales como Bandes, Fondes y otras, para conceder créditos multimillonarios que La Habana nunca devolvió.
Durante 15 años Venezuela entregó a Cuba más de 115 mil barriles diarios de petróleo. Según Horacio Medina, ex ejecutivo de PDVSA, en muchas ocasiones Caracas enviaba a Cuba 125 mil barriles diarios. Cuba producía 50 mil barriles diarios pero consumía 120 mil. Todo el excedente entre esa cifra hasta 175 mil barriles, era reexportado, lo cual reportaba a los Castro hasta $1,000 millones, el doble o el triple que el azúcar.
O se liberan las fuerzas productivas, o Cuba será otro Burundi
Irónicamente hoy es el “imperio” la mayor fuente de divisas de Cuba, con remesas, paquetes y turismo por valor de unos $7,000 millones anuales. Pero no es suficiente. Y lo será menos si se ponen en vigor nuevas sanciones de EE.UU. La parasitaria economía castrista requiere de no menos de $16,000 o $17,000 millones anuales en cash para mantener al menos el mismo precario nivel de vida de los últimos años. ¿De dónde los va a sacar?
El país produce y exporta cada vez menos e importa azúcar para cumplir sus compromisos con China. En 2018 importó 40 mil TM de azúcar desde Francia. La producción de níquel cayó de 72,530 toneladas en 2011, a 49 mil en 2018.

Los galenos reclaman su derecho de progresar lejos de un “sistema político dictatorial” que los ahoga con represiones y que viola el derecho a la igualdad, Tomado de cubanet.org.
La expoliación de médicos en el extranjero sufrió un batacazo con la salida de 8,000 galenos de Brasil. El turismo da poco dinero neto. De cada dólar captado salen de la isla 65 centavos para importar lo necesario, para mantener esa industria funcionando. Y Washington quiere acabar con el turismo disfrazado de estadounidenses que van a la isla.
Otro detalle importante. El supuesto diálogo al que se ha prestado a participar la oposición venezolana por la presión internacional, fue diseñado por Raúl Castro, quien ya está dispuesto a sacrificar a Maduro con tal de que le sigan enviando petróleo gratis y sigan en Venezuela los médicos cubanos. No creo que haya acuerdo alguno, pero si lo hubiese ningún gobierno de transición podría regalar petróleo a Cuba ni explotar a los médicos.
A la tercera va la vencida
En fin, no hay un tercer mecenas dispuesto a mantener al zángano “revolucionario” del Caribe y por eso puede que a la tercera vaya la vencida. ¿Si la aguda escasez de ahora tiene lugar con Maduro en Miraflores todavía enviando dólares y petróleo a la isla, cómo será la crisis cuando él caiga?
El segundo “periodo especial” actual dará paso a un tercero peor. Porque la nación está hoy más depauperada y los cubanos más cansados, luego de 60 años de escasez, engaños y abusos. Y porque la válvula de escape de irse fácilmente para EE.UU. se cerró.
Conclusión: o se reinstaura la propiedad privada y se liberan las fuerzas productivas, o Cuba deviene otro Burundi, Chad o Sudán, con el pueblo dependiendo de la caridad pública internacional.
Moraleja: cayendo el chavismo será imposible que el modelo estalinista-castrista pueda sobrevivir. Sin cash regalado forzosamente habrá cambios en Cuba. Probablemente la cúpula castrista abrace el modelo chino, pero eso es tema para otro artículo.
©Roberto Álvarez Quiñones. All Rights Reserved.