Bachelet debe renunciar a su cargo en la ONU

Written by on 30/09/2021 in Critica, Política - No comments
Política. Crítica.
Por Roberto Álvarez Quiñones

Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. Wikimedia Commons. 28 de agosto de 2013.

El pueblo de Cuba, luego del estallido social del 11 de julio pasado, está sufriendo la más masiva y obsesiva represión contra la gente de a pie que se recuerde desde los tiempos coloniales. Por tanto, necesita más que nunca del apoyo internacional.

Pero hay un problema, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, es socialista y fue Primer Ministro de Portugal (1995-2002). Y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (de hecho el cargo más importante en la ONU luego del Secretario General) es la militante socialista Michelle Bachelet, expresidenta de Chile, una admiradora confesa de Fidel Castro, el Che Guevara y de la dictadura comunista de La Habana.

Por eso la ONU lejos de apoyar a los cubanos y condenar a la dictadura castrista lo que hace es mirar para otro lado. Le da la espalda a los cubanos.  La Alta Comisionada Michelle Bachelet en su informe global anual sobre la violación de los derechos humanos no menciona a Cuba entre los países en los que se violan esos derechos, pese a que el mundo entero ha podido verlo en múltiples videos. No hay en ese documento ni una sola palabra sobre el régimen castrista. Ello en la práctica equivale a complicidad con la tiranía.

Antonio Guterres. Secretario General de la ONU. Flickr.com

¿Por qué esa injusta actitud con el pueblo cubano? Puede haber muchas razones, pero hay una fundamental:  muchos de quienes hoy ocupan los puestos claves del sistema de Naciones Unidas son líderes políticos y exmandatarios izquierdistas, socialistas, o comunistas.

Eso explica por qué para Guterres y la Bachelet en Cuba no hay una dictadura. Al menos nunca lo han dicho. No critican al castrismo, no importa lo que haga y deshaga.  También son izquierdistas, o “amigos de Cuba” (léase procastristas) muchos de los principales funcionarios de la FAO, la UNESCO, la OMS, CEPAL, la OIT, la OPS.

Debe haber más profesionalismo y menos ideología

Lo mismo ocurre en la Unión Europea, en la que el vicepresidente de la Comisión Europea (máximo poder ejecutivo de la UE) y Jefe de Relaciones Exteriores es el catalán Josep Borrell, un socialista y procastrista de larga data. Y antes el cargo lo ocupó la comunista italiana Federica Mogherini, quien declaró que “en Cuba hay una democracia de partido único”.

Todo esto sugiere que al menos en la ONU los máximos cargos de dirección debieran ser ocupados por personas que no estén ni tan a la izquierda, ni tan a la derecha del espectro político, sino preferiblemente en el centro. No piensa igual un centrista, o un centroizquierdista o un centroderechista, que alguien ubicado en los extremos del péndulo político-ideológico.

Debe haber en los funcionarios de la ONU más responsabilidad y honestidad, más profesionalismo, y menos ideología política e hipocresía. Un alto funcionario de la ONU, con su enorme influencia global, debe ser veraz, justo y poner su deber por encima de su personal afiliación partidista.

Eso no lo hace la señora Michelle Bachelet. Porque si ella no fuese una admiradora de los hermanos Castro desde que era una adolescente, como ella misma ha confesado, Cuba habría ocupado su espacio “de cajón” (obligado) en el informe citado. Pero ella estima que en Cuba hay una “revolución” hostigada por EE.UU. y que no hay allí dictadura ni se violan los derechos humanos.

Quienes tengan dudas de esto que afirmo les sugiero que busquen fotos de Bachelet con Fidel Castro y su hermano Raúl. Verán la felicidad, el rostro sublimado de admiración —realmente chocante— de la socialista chilena mientras conversa y mira embelesada a estos dos hermanos, misántropos de oficio.

En Ginebra los zorros cuidan el gallinero

El informe anual en cuestión se refiere a Venezuela (sin mencionar la intervención de Cuba), Afganistán, Bielorrusia, Camboya, República Democrática del Congo, Georgia, Myanmar, Nicaragua, el Territorio Palestino Ocupado, Filipinas, Sudán del Sur y Ucrania entre otros.

Por no haber centrismo o culto a la verdad por encima de las ideologías en la alta estructura burocrática de la ONU (como se les exige a jueces y tribunales, digamos) es que se da el caso vergonzoso de que la dictadura del general Raúl Castro es actualmente uno de los 47 gobiernos miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, junto con los regímenes antidemocráticos de Rusia, China, Venezuela, Camerún y varios otros. O sea, allí en Ginebra son los zorros los que cuidan el gallinero.

Según la ONU en Cuba se respetan los derechos humanos

Ni a la Bachelet ni a Guterres, ni a nadie en la ONU parece importarle un comino que hoy en Cuba tropas élites típicamente fascistas, agentes policiales y esbirros vestidos de civil, siembran el terror impunemente. Miles de personas, incluyendo líderes opositores, han sido arrestadas, muchas apaleadas, incluyendo un muerto. Y otros cientos de cubanos han sido confinados en sus casas y no los dejan salir a la calle.

Unas 350 personas han sido encarceladas. Ha habido muchos heridos y torturados. Otros huyeron de sus casas para no ser apaleados y apresados. Y todo por haber ejercido su derecho universal a expresarse libremente en las calles, un derecho que incluso está plasmado en la actual Constitución comunista.

Hay además cientos de presos políticos en un creciente Gulag estalinista en los que se golpea y tortura sistemáticamente a muchos de ellos, sean hombres o mujeres. Les niegan asistencia médica, les impiden las visitas de sus familiares y las llamadas telefónicas.

Luis Manuel Otero Alcántara. Líder del Movimiento San Isidro. Wikimedia Commons.

Varios artistas del Movimiento San Isidro, autores de Patria y Vida, han sido detenidos, entre ellos Otero Alcántara, ahora incluso enfermo con el Covid-19. Están presos y aislados líderes opositores como José Daniel Ferrer, Frank Navarro, y muchos otros. También hay adolescentes presos.

Además, el régimen explota como esclavos modernos a cerca de 30 mil médicos y técnicos de la salud en decenas de países. Y ha causado miles de muertes por el Covid-19 por negarse a recibir a tiempo las vacunas adecuadas y por rechazar la ayuda ofrecida desde EE.UU por la emigración cubana.

Por otra parte, ya se sabe que el hambre en Cuba es un crimen de lesa humanidad, pues los vividores que gobiernan se empecinan en mantener el absurdo sistema comunista que hambrea al pueblo, en vez de liberar las fuerzas productivas para que haya más producción de alimentos.

Bachelet pone la ideología por encima de su deber

No obstante, ante tan dramática situación en Cuba la Alta Comisaria de la ONU no solo se niega a culpar a la dictadura de nada, sino que declara a los medios que la crisis económica que exacerba los ánimos en Cuba se debe al embargo de EE.UU. ¿Es honesta y profesional esa postura?

La expresidenta de Chile no se siente compulsada u obligada a condenar las violaciones de los derechos humanos en Cuba porque se siente impune. Sabe que el sistema de Naciones Unidas en el tema de los derechos humanos está muy influenciado por personas de su mismo club ideológico, y por regímenes autoritarios de Asia, América Latina, Africa y gobiernos socialistas de Europa. O sea, que si Cuba se queda fuera del informe no pasa nada. Nadie va a protestar, salvo el exilio cubano y Washington. ¿Quién más?

Por tanto, es hora de denunciar la influencia político-ideológica en el seno orgánico de la ONU que le impide actuar con justeza. Esa influencia particularmente en materia de derechos humanos es incompatible con la misión del magno foro internacional. Es muy obvio que la señora Bachelet, pone su ideología política por encima de su deber como máxima responsable del monitoreo de la violación de los derechos humanos a nivel planetario.

O sea, la expresidenta chilena no reúne las condiciones para ejercer cabal y profesionalmente su responsabilidad humanística mundial. Lo adecuado sería que la propia ONU le exigiese que diga la verdad sobre Cuba, o renuncie a su cargo. Pero eso no va a ocurrir. Michelle Bachelet es Alta Comisionada de la ONU porque la escogió personalmente, y precisamente, su colega de militancia socialista, el secretario general Guterres.

 

 

 

 

©Roberto Álvarez Quiñones. All Rights Reserved.

 

About the Author

Roberto Álvarez Quiñones (Cuba). Periodista, economista, profesor e historiador. Escribe para medios hispanos de Estados Unidos, España y Latinoamérica. Autor de siete libros de temas económicos, históricos y sociales, editados en Cuba, México, Venezuela y EE.UU (“Estampas Medievales Cubanas”, 2010). Fue durante 12 años editor y columnista del diario “La Opinión” de Los Angeles. Analista económico de Telemundo (TV) de 2002 a 2009. Fue profesor de Periodismo en la Universidad de La Habana, y de Historia de las Doctrinas Económicas en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI). Ha impartido cursos y conferencias en países de Europa y de Latinoamérica. Trabajó en el diario “Granma” como columnista económico y cronista histórico. Fue comentarista económico en la TV Cubana. En los años 60 trabajó en el Banco Central de Cuba y el Ministerio del Comercio Exterior. Ha obtenido 11 premios de Periodismo. Reside en Los Angeles, California.

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