La Folie a Deux

Written by on 15/01/2012 in Poesia - No comments
Búcaro

Búcaro

Inutilidad

Sobre la mesa
el búcaro regala su ingenuidad de vidrio
Espera
Tallada transparencia que reclama
un color que complete su destino
Sueña
Piensa en la flor
pero no toca el agua su cavidad alegre
Tanta sed…
Mientras riega el silencio
el tiesto del olvido…

***

Poema III a una rosa

Tu gradación al púrpura te inclina
del tono rosa, soñador y grácil
al final de lo pardo y la ceniza.
Desvanecida fuente de belleza,
como la luz declinas
al paso de las horas
camino hacia la Nada.
Mas tu tallo,
el verde sostenido,
río vital que propició tu encanto
alimenta el terror de las espinas,
dolorosa y terrible su amenaza…
Espejo de esta suerte que es la vida.

***

Círculo

El pie, que no es culpable.
La rueda que te lleva es otra cosa.
Subterráneo y preciso
su girar dominado.
Andar, andar, andar:
el pie,
la rueda,
la raíz.
Y la vuelta a la gris realidad de la ceniza.

***

La Folie a Deux

Hoy siento un cándido deseo de abrazarte,
de navegar tu cuerpo,
de dibujarme en tu paisaje.
Quisiera diluir la sal de insomnes madrugadas
en la creciente ausencia de tus besos.
La pupila en mi voz te alcanzaría
Quisiera desnudarte los secretos
gritando en una sed incomprendida
que me araña por dentro.
El ala su misión alcanzaría
Hoy quisiera estrenar mis sueños de felina
en tus tejados
y empaparme del añejado vino que tú escondes.
Y ebria la noche
danzar bajo la Luna enajenada,
dormir bajo el alero de tus besos,
nacer bajo la piel de mutuos sueños.

***

Amanecer
Hoy gocé en un instante

la posesión total de la mañana.
El aire, transeúnte,
echó a volar mil alas,
y entre aromas de pino
y eucalipto, descubrí iridiscencias,
luces raras,
en el frío cristal de la ventana.
La sensual claridad se ungió de trinos.
Multiplicada lumbre hizo crecer
diamantes sobre la verde alfombra,
en cópula inocente
con la sapiencia oculta del rocío.
Un desempeño de funciones nítidas
que escapan la razón,
bordó las horas con dorados hilos
en que, obedientes,
los pétalos regalan su inocencia
en un abrir sonriente
cumpliendo su destino.
Madre Naturaleza,
de tu vientre sagrado
disfruté privilegios matinales
y el esplendor risueño de la aurora.
Gracias por el tesoro de tus galas.
Gracias  por tal belleza ante mis ojos.
Gracias por el sentir humilde que conmovió mi alma.

***

Del ague

Deshabitada,
inerte,
guarda un eco del mar
la caracola.
Escucho:
la ola me visita.

***

Desolación

Tu voz sembró cristales en mi alma
con palabras injustas y encendidas
derramando cenizas en tu huella.
Llenaste mi esplendor de oscuridades
con la amarga impiedad de tus mentiras.
Ya no pueden tus besos
calmar este pesar que me golpea,
que me hace odiar la vida.
Porque en nueva lectura de tus ojos
hallo un juez imparcial
que te condena.

About the Author

Carmen Alea Paz (La Habana, Cuba). Narradora y poetisa, traductora, conferencista y profesora de idiomas. Cuenta con una maestría en lengua y literatura española e hispanoamericana. Ha sido profesora de español y literatura de la Universidad de Northridge. Ha recibido premios y menciones tanto en Cuba como en Estados Unidos. Cuentos, artículos y ensayos suyos aparecían con frecuencia en importantes revistas y diarios cubanos de la década de 1950, tales como Lux, Carteles, Vanidades, Colorama, Patria, Bazar, así como en los periódicos Avance, El País, El Mundo y Diario de la Marina. Su sección "Disquisiciones femeninas", que publicaba el semanario dominical El País Gráfico tuvo una gran aceptación de lectores en aquellos tiempos. Asimismo fue colaboradora oficial de la popular revista habanera Romances. Ha publicado varios libros, entre ellos, El caracol y el tiempo (Poesía, 1992); El veranito de María Isabel y cuentos para insomnes rebeldes (Novela y cuento, Miami, Editorial Ponce de León, 1996); Labios sellados (Novela, Premio Internacional "Alberto Gutiérrez de la Solana", del Círculo de Cultura Panamericano 1999, 2001); Casino azul (Novela, Universidad Autónoma de Baja California Sur, 2004); y más recientemente Risas, confeti y serpentinas, una historia familiar. Reside en la ciudad de Northridge, California.

Leave a Comment