El viento ondea invisible

Written by on 12/11/2014 in Literatura, Poesia - No comments
Litertura. Poesía. 
Por Alexis Soto…
El viento invisible
Sueño del hongo

El hongo sueña ser árbol
añora un ramaje espléndido
colmado de hojas tersas
acariciadas por un viento suave
que no cesa.
El hongo reniega su sombrero
acaricia aquella visión
y con orgullo se duerme,
colmado de arabescos
asistido por benévolos
dioses complacientes.
El hongo quizá
lograse tal designio
si cuerpos argénteos
de finos paladares
no quebrasen añoranzas perdidas
en el escarpado diamante
de las sombras.
Como se atraganta la noche de deseos
el árbol al hongo
merodea en secreto
y en su ternura hunde barcos
telares subterráneos
de lirios infinitos.
El hongo atraviesa ahora
en oníricas oleadas
su sangre al árbol
sube tenaz
los más altos celajes
se cumplen los pesados designios
de las espirales.
¿Escucha acaso el árbol
el aguzado fervor
del hongo alucinante?
¿Será esta vez
por fin
acertado el abalorio?
Chantaje de la flor.
Espejo atormentado.
El perentorio acecho panegírico.
Las palabras que quedan
en el regazo del árbol
caen inútiles
donde duerme el hongo
vanidoso.

Taza, pelusa

el accidente de la pelusa en la taza
cuando movía la cucharilla el recién colado café
con su pesada acústica de novedosos hilos
la cucharilla apaga los laureles
y la palabra que volaba me dolía en la vena
por el vericueto amargo de los años
la garnacha dulce que merezco los domingos
diluye una canción
o dos de Dylan
los esenciales
daguerrotipos de la infancia
saboreaba callado
por asombrosos paisajes
de tercos humos
huyamos pronto de esta etérea
ensimismada memoria de lo muerto
quizá por su armazón
el vuelo de la pelusa
urdiera otra palabra
mientras el cuenco por la vena
al dulce dolor eyaculaba
de ciegos tropelajes
cansados libros inmunes
y desiertos.

          Por el sendero de las almas enjutas

por el sendero de las almas enjutas
tropecé y caí
mi cara contra el mármol
de inútiles enseñanzas
augurios de jueces cejijuntos
por callados manicomios
avanzamos
sin horizonte
ni espigas
ni bonitos ideales enmarcados
abigarradas sombras
de humos hediondos
nos guían
las almas enjutas
en curtidos días de sol
se consumen
las almas enjutas
que debieran arrebatar de cuajo
la tierra por su centro
al pérfido burlón adulan
maromas inauditas
traición
desidia
lujuria y odio
(mucho odio)
unas tras otras
bajando a las profundas grietas
donde no crece el sol
la quimera del viento ondea invisible
permanecen
insisten en la voracidad
sin trascendencia
compañeras de olvido
las almas enjutas
permanecen.

                     La vieja intuición

la vieja intuición
que camina patas arriba
por las cortinas del sótano
se adhiere a un humo precoz
una gacela hundiendo palmas
insinúa despacio
llena de cercos
una ciudad sitiada por su centro
encuentro hojas sueltas
árboles que dejan las ramas alevosas
hoy ha empezado un abismo
de abismales fiebres
hoy hay cruces
y ciervos de inciertas palabras
cortinas ondulantes
ocultando resonancias imposibles
hoy ha bajado una gracia infusa
y puras verdades pululan en la noche.                                                                                        

               Impensados aciertos

¡Impensados aciertos me consuelan!
En perfumadas cortes
de solícitos terrores
(o floraciones de alga sucia)
creciendo impaciente
la puerta se perfila.
Por ella tendremos que avanzar,
plegar las manos
de terribles espejos vacilantes.

Tan cortante como el humo,
la tan humana versión
de los sucesos
va bajando.
Uno a uno los ricos
torpes              tropeles            moribundos
ahogados de emoción,
cual bermejas alcobas calibradas
en un espacio sincero y elocuente
se dormitan.

Visto el fuego,
dependo
lastimosamente
de lo oscuro.

               Adereza

revienta las amarras
adereza un carnero
en sus impacientes volcanes adustos
perfeccionar la receta
sin tocar apenas las violetas
margaritas revueltas
en el fondo del pozo
ya yo percibí las amarras
situadas cariñosamente
entre el espacio que cubre
el anotado intersticio
y la probable rosa
que a pleamar se extiende
muramos ahora
cuando la canción de ciertos ritmos
azulados
paisajes nefastos

de perfumadas
plumas adolecen

no permanecer
y no morir en el mismo espacio
se cubre de mármol la estocada final
sin recato la remesa
desdobla su fina comezón
de afiebrados senderos
vino pipeño que adereza
las calumniadas
palabras
impacientes.

                                                                        

                                                                  Magulla                                                                                                                                                                                                          

              A Marisol, mi madre

magulla la caldera en la cocina
arrebata con genio los vasos
las cucharas febriles
de pesados cinceles alevosos
astilla la loza
avienta
las rebosantes lágrimas
cristales que en presurosos
desechos saltan
el magullado borde
abriendo cicatrices
de anaranjados
canarios
tu pasada por la mítica ilusión de los toros
corriendo sola en la estación de los lirios
abollados tropeles
de tiernos suspiros cariñosos
magulla la cadena de invisibles
paisajes

cañaverales sedientos
cafés de indescifrables trueques
torvos canarios
de anaranjados plumajes
no constestan.

[Estos poemas de Alexis Soto fueron enviados especialmente para Palabra Abierta]

Alexis Soto 2

 

 

 

 

 

 

 

 

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About the Author

Alexis Soto Ramírez (La Habana, Cuba, 1967). Recibió, en su ciudad natal, el Premio Luis Rogelio Nogueras de poesía con "Estados de calma" (Ediciones Extramuros, 1993). Ha publicado, además, "Turbios celajes intrincados" (Ediciones Lenguaraz, 2016), "Oscuro impostergable o la circunstancia de la hormiga" (Ediciones Lenguaraz, 2016), "La moda albana" (Ediciones Lenguaraz, 2019), "Por los eneros sórdidos" (Ediciones La Mirada, 2021), y El arte de enhebrar (Ediciones La Mirada, 2023). Sus poemas han aparecido en diversas revistas literarias y antologías de Estados Unidos, México, Francia, España y Costa Rica. En el 2018 obtuvo el segundo lugar de poesía en el XXVII concurso literario del Instituto de Cultura Peruana de Miami. Su poemario La moda albana resultó finalista en el Premio Literario Internacional Independiente Orizzonte Atlantico, 2019. Actualmente reside en Catonsville, Maryland, EE.UU.

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