Solo son noticias las malas noticias

Written by on 07/04/2017 in Critica, Periodismo - No comments
Periodismo. Crítica.
Por Gustavo Catalán…
Con independencia del carácter de cada quien y su “optimismo de la voluntad”, cualquiera podría concluir, tras seguir los medios mes a mes, que Max Weber llevaba razón cuando sugirió que “cabalgamos hacia la destrucción”, y el futuro que nos aguarda será lo más parecido a un infierno. Si hemos de atenernos al tono general de las noticias, no hay rayo de esperanza que pueda cimentar siquiera un atisbo de ilusión a no ser (Rostand) el de “sentirse optimistas sobre el porvenir del pesimismo”.No se trata únicamente de hechos comprobados sino que, cuando neutros e incluso alentadores, se retuercen hasta conseguir que destilen gotas de veneno.
Recientemente se publicaba que un virus propio de los murciélagos, y que hasta aquí nunca ha afectado a nuestra especie, caso de conseguirlo vamos a saber lo que vale un peine. En cuanto a las mutaciones genéticas, como responsables de los cánceres, se sabe hoy que surgen de forma accidental en muchos casos. Pues bien: podría ponerse el énfasis en que ello nos libra por lo menos de la sensación de culpa o, por contra, subrayar la inquietud que supone esta imprevisibilidad; elijan ustedes la opción que más pueda conturbar a la población y es la que se viene difundiendo al margen de consideraciones científicas. Así, pues, si no hay hechos, sino interpretaciones, y estas se dejan al arbitrio de la prensa y medios audiovisuales, aviados estamos. En cuanto a los encabezamientos más frecuentes, pues se detectan graves deficiencias en… “Se acusa”… “Condenan a”… “El déficit crece a pesar de”… “Se multiplica el número de víctimas por”… ¿Les suena? Si las ventas de inmuebles aumentan en nuestra comunidad, ello conducirá a que sea la más afectada por el brexit; hay más empleo pero más precario y, si vivimos más, ello producirá el consiguiente aumento en la frecuencia de achaques  y un definitivo jaque a las pensiones de jubilación.Si todo lo anterior no es, en buena medida, exponente de ganas de joder para mejor vender, ya me contarán. Y haber aumentado en igualdad, asomar la cabeza tras la crisis o universalizar los derechos sociales con excelentes y constatables resultados, pecata minuta.
 Con semejante talante, sonreír, tras leer o escuchar, es sobre todo un ejercicio de ánimo que no nos ponen fácil y, la verdad: para ser objetivos, cuando menos un cuadro de grises, ¿no?, lo que supone algo de blanco —y lo hay— entre tanta negrura. Sin embargo, búsquenlo en páginas, pantallas o radios y, con toda probabilidad, precisarán de lupa.

[Este artículo crítico ha sido tomado del blog del escritor Gustavo Catalán]

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

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