Recientemente se publicaba que un virus propio de los murciélagos, y que hasta aquí nunca ha afectado a nuestra especie, caso de conseguirlo vamos a saber lo que vale un peine. En cuanto a las mutaciones genéticas, como responsables de los cánceres, se sabe hoy que surgen de forma accidental en muchos casos. Pues bien: podría ponerse el énfasis en que ello nos libra por lo menos de la sensación de culpa o, por contra, subrayar la inquietud que supone esta imprevisibilidad; elijan ustedes la opción que más pueda conturbar a la población y es la que se viene difundiendo al margen de consideraciones científicas. Así, pues, si no hay hechos, sino interpretaciones, y estas se dejan al arbitrio de la prensa y medios audiovisuales, aviados estamos. En cuanto a los encabezamientos más frecuentes, pues se detectan graves deficiencias en… “Se acusa”… “Condenan a”… “El déficit crece a pesar de”… “Se multiplica el número de víctimas por”… ¿Les suena? Si las ventas de inmuebles aumentan en nuestra comunidad, ello conducirá a que sea la más afectada por el brexit; hay más empleo pero más precario y, si vivimos más, ello producirá el consiguiente aumento en la frecuencia de achaques y un definitivo jaque a las pensiones de jubilación.Si todo lo anterior no es, en buena medida, exponente de ganas de joder para mejor vender, ya me contarán. Y haber aumentado en igualdad, asomar la cabeza tras la crisis o universalizar los derechos sociales con excelentes y constatables resultados, pecata minuta.
Con semejante talante, sonreír, tras leer o escuchar, es sobre todo un ejercicio de ánimo que no nos ponen fácil y, la verdad: para ser objetivos, cuando menos un cuadro de grises, ¿no?, lo que supone algo de blanco —y lo hay— entre tanta negrura. Sin embargo, búsquenlo en páginas, pantallas o radios y, con toda probabilidad, precisarán de lupa.
[Este artículo crítico ha sido tomado del blog del escritor Gustavo Catalán]
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