¿Ser gallo o ser pato?

Written by on 26/04/2023 in Cronica, Literatura - No comments
Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.

 

Cortesía del autor.

Ante esta sencilla pregunta los más avezados machistas responden inmediatamente: “¡Coñooo brother eso ni  se pregunta, gallo todo el tiempo!”. La alta dosis de masculinidad no se detiene a pensar ni quizás escarbar en sus conocimientos, sino en la vida diaria, como yo desde niño, que teníamos nuestro patio donde abundaban las gallinas y un gallito que se tiraba primero del palo o la rama de un árbol de anón, y esperaba que las gallinitas se tiraran revoleteando algunas ya en celo, para que este corriera y las cubriera o pisara como   acostumbramos a decir.

¡Ayyyy!, pero la naturaleza tiene sus suspicacias, y hoy en la mañana me levanté, caramba, con esa inquietud, ¿Y cómo es que el gallo le hace el amor a la gallina? Es raro, yo con casi 74 años haciéndome esta pregunta tonta a estas alturas de la vida, sobre algo que he visto probablemente centenares de veces. Pero la naturaleza me tenía preparada una emboscada, y lo que me había imaginado por años resultó que no es así como pensaba, pues resulta que el gallo para frustración de nuestra aureola de machos e ínfulas de gran masculinidad, no tiene pene… Sí, así como les digo, resulta que el 97 % de las aves machos no lo tienen, en cambio el epíteto de pato que tanto en Cuba y quizás otros países hemos utilizado para reflejar al gay u homosexual, sí lo tiene, y de ello  me acuerdo siempre en la escuelita pagada del barrio a la que asistíamos con la profe Josefa, que tenía muchos de estos animalitos que deambulaban por los pasillos de la casa, y después que el pato montaba la pata, recogía su arma masculina toda enroscada como un berbiquí, y la guardaba para tomar energías y recuperarse hasta un nuevo lance. Y que tristeza saber que el gallo solo pega su cloaca  a la de la gallina y así realiza el acto sexual, y como se diría en el lenguaje vulgar callejero, simplemente hace el sexo pegando ano con ano con la gallina, ¡qué desilusión!

Pues nada amigos, así es la naturaleza, y le recomiendo a mis amigos hoy ante la pregunta del título, pues nada cierren los ojos y digan con orgullo de macho, soy pato, pero carijo si mi padre me escuchara decir eso me desheredaría, y me diría “jamás digas eso”. Pero, ¡coñooo!, ¿¡qué dicotomía es esta!?, pues nada, al carijo la naturaleza, ¡coñoooo!, que yo respeto a mi padre, gallo todo el tiempo, aunque mi mujer diga lo contrario, madre santa en que rollo me he metido por andar como meñique buscándole la quinta pata al gato, ¡ay mamááááá!

©Mario Blanco. All Rights Reserved.

About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

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