El infinito en un junco. Y el placer

Written by on 29/07/2020 in Critica, Literatura - No comments
Literatura. Crítica.
Por Gustavo Catalán.

Así se titula el ensayo (placer aparte, que ha sido el mío) de Irene Vallejo y publicado por Siruela. Un documentado paseo por la escritura y sus soportes, desde la más remota antigüedad, que pocos podrán dejar de seguir tras los primeros pasos en compañía de una autora que combina su descomunal bagaje intelectual con una habilidad semejante a la de aquellas narradoras orales de antaño —a las que también alude— junto a la chimenea del hogar.

La antigua biblioteca de Alejandría alimentada por Ptolomeo, compañero de armas de Alejandro Magno e iniciador de una dinastía que terminaría con Cleopatra y su suicidio, es el eje desde el que la narración se expande: por atrás hasta la escritura cuneiforme sobre arcilla y, en el curso de posteriores milenios, ha culminado en la producción de un libro cada treinta segundos que en nuestros días hace posible una imprenta que vio la luz, de la mano de Gutenberg, en 1440. Entre ambos extremos, papiros y pergaminos enrollados y presa frecuente de humedades, mosquitos y carcoma, códices sujetos por una anilla y así hasta los libros que conocemos; en palabras de Walter Benjamin (Irene Vallejo no hace mención a ello), comparables estos últimos a las rameras porque también gustan de lucir el lomo y pueden llevarse a la cama.

Ver el mundo es deletrearlo, y solo a través de las letras es posible escuchar a los muertos y disfrutar de sus logros. Es precisamente lo que constatamos, una vez más, merced a la amenidad con que Vallejo trufa esos cientos de páginas que consiguen, embebidos en su lectura, detenernos las horas. Por ella sabremos de esclavos copistas al servicio de los adinerados en la Roma imperial, de un sexo femenino tradicionalmente apartado de la cultura —aunque fuesen mujeres las que difundiesen muchas veces lo aprendido a través de tintas y cálamos— o de la escritura como recurso individual y, colectivamente, espejo de mundos.
Hoy, la nueva Biblioteca de Alejandría sustituyendo a la desaparecida e inaugurada en 2002, más de 4500 bibliotecas públicas en nuestro país y el libro digital compitiendo con el papel; un accidentado y espectacular trayecto el de la palabra escrita, leída en voz alta y más tarde recreada en silencio, que esta zaragozana de apenas cuarenta años ha revivido junto a una útil documentación bibliográfica ordenada al final de la obra. A poco que puedan, sumérjanse en ese infinito del junco. Tengo la absoluta certeza de que no se arrepentirán.

 

 

 

 

 

 

 

 

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

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