Cine. Documental. Literatura. Promoción.
Por Ernesto Fundora.
“Lezama Lima: Soltar la lengua”, es el título de un largometraje documental de dos horas de duración escrito, dirigido y producido entre los años 2009 y 2019 por el cineasta y escritor cubano residente en México, Ernesto Fundora Hernández. Dicho proyecto audiovisual pretende mostrar perfiles y aspectos relevantes —algunos develados, otros ocultos— de esa personalidad creadora sobresaliente en las letras hispanas que es José Lezama Lima. Poeta, novelista y ensayista cubano, Lezama ha devenido con el paso de los años en un ser polémico, mitificado por unos, injustamente detractado por otros, y hasta vitoreado por cuatro generaciones que sucumben ante su hechizo. Cumbre de la ciudad letrada cubana de los años 50, 60 y 70, hasta su muerte en 1976, este poeta y escritor fundó y dirigió la revista Orígenes, la cual es considerada entre las más extraordinarias publicaciones del siglo XX a nivel mundial, revista que nucleó el pensamiento literario más sobresaliente de su época. Lezama nos legó, no solo una de las obras literarias más singulares de la hispanidad, sino que además concibió su propio sistema poético, toda una filosofía creadora en torno a la imagen, la escritura y el conocimiento. Hombre poliédrico, hierático, hechizante, criollo, elocuente y misterioso, José Lezama Lima concibió su propia resurrección, lo que le permite en la actualidad cohabitar y gravitar en el cosmos literario de las nuevas y futuras generaciones. Gran parte de la crítica especializada, los conocedores y el público consumidor de buena literatura, coinciden en destacarlo entre las tres figuras cumbres de la literature hispanoamericana en el siglo XX, al nivel de Jorge Luís Borges y Julio Cortázar, entre otros elegidos, así como distinguirlo como la figura más rara del boom latinoamericano, suceso editorial que en el 2016 cumplió 50 años al igual que las novelas Paradiso y Rayuela.
En torno a su memoria se definen tres bandos: los que lo conocieron y mantienen viva la llama de aquel inusual maestro, los que lo mitifican e idolatran desde la fabulación y los que se adhieren como “fragmentos a su imán” para intentar alguna provechosa herencia, porque le reconocen la gracia o el don que los dioses se reservan para unos pocos. Mi generación le debe mucho a este genio de las letras, del sentir y del saber universal. Lezama significa un tótem fundacional de lo mejor y más trascendente que ha engendrado la nación cubana. Heredero y libador de la sustancia esencial de la historia de su país, sigue fecundando un modo de vivir y actuar, legando para beneficio de las presentes y futuras generaciones un patrón o paradigma de sujeto creador casi martirológico. Su obra trasluce el sacrificio ejercido con santidad herética por un místico o, cuando menos, el desvelo cuestionador de un devoto irreverente. Y —¿por qué no mundanizarlo?— trasluce su obra la dulzura y el placer sensual de nuestra isla y de su joven historia como nación, a la cual le profetizó una parábola ascensional en sus visiones teleológicas.
Este hombre arquetípico encaró sus diálogos con el demiurgo y el misterio desde una extrañísima perspectiva, desde un prisma y curiosidad muy particulares, una suerte de holística que incluye todas las cosas. Monumental, sistémico, heterodoxo, incluyente, nunca fue Lezama ajeno a cualquier resorte revelador o provocador que excitara su espíritu, su mente y su cuerpo. habanero, fumador de puros, chismoso, gran conversador, asmático, amigo entrañable, maestro generoso, simpático fabulador, comilón exquisito, anfitrión sin igual, ha dejado a su paso por el humilde barrio de Colón en la calle Trocadero # 162, una leyenda donde lo dantesco y lo quijotesco refundan el carnaval de disímiles elucubraciones. Tiene su biografía aquella paradoja que se tensa entre un ADN de gran abolengo y el sucedaneo de una experiencia social que confirma la enigmática disposición de los destinos y el valor de la hipertelia.
Debatido entre la emanación creadora y el propósito, entre la inspiración divina y lo voluntarioso humano, entre el placer y el dolor, tuvo Lezama, como casi todos los grandes poetas cubanos, un destino trágico y, sin embargo, una resurrección justiciera y hasta vigorosa. Los años trascurridos desde su muerte le han erosionado algunas aristas, pero también le han redimensionado otras. Quiere este documental: Lezama Lima: soltar la lengua, mostrar a ese otro José. Como realizador, intento durante estas dos horas abarcar casi todas las posibles perspectivas e interpretaciones acerca de este hombre piramidal, de este poeta que tuvo el don de encantar finamente a todo el que lo rondó; incluso, a aquellos que se acercan hoy a su intimidante obra de manera póstuma.
No constituye este documental otro homenaje por los 100 años de su natalicio. No surgió del concurso entusiasta que provocan las efemérides ni las oportunidades cronológicas. Más bien nace de la voluntad honorable de agradecer en nombre de mi generación la iluminación e inspiración que nos heredó Lezama. De paso, recabar en la idea extravagante y curiosa de que José Lezama Lima burló las coordenadas de su tiempo y creó su propio reloj colmado de eternidades, garantizando su perenne resucitación por sobre “las oscuras manos del olvido”. Este documental además nos permite testimoniar una época, su espíritu, sus vicisitudes, los conflictos esenciales que le dieron corporeidad. Recorre culturalmente los hitos fundacionales de la nación cubana desde finales del XIX, pasando por la primera y segunda República hasta llegar a los primeros años de la Revolución Socialista de Fidel Castro, terminando con la muerte de Lezama en 1976. Tanto historiadores, filósofos, investigadores, filólogos, antropólogos y sociólogos tendrán en este documental una fuente inagotable de referencias culturales que describen y disertan acerca de un tiempo singular e irrepetible del que contamos con escasas referencias audiovisuales y que, en este documental, quedan reflejadas a través de valiosos materiales cinematográficos y
fotográficos.
RUTA CRITICA
Hemos realizado la mayor parte de las entrevistas a un grupo de intelectuales cubanos y mexicanos que conocieron personalmente al poeta y al hombre José Lezama Lima. Dichas pláticas —más que entrevistas convencionales— han desbordado el plano periodístico hasta traducirse en amenas conversaciones donde los amigos evocan al hombre común y al genio literario, incitados por los tópicos que se les fueron sugiriendo mientras acontecía el diálogo. Nunca recurriendo a un cuestionario previo he dejado como director que cada interlocutor resuelva a modo personal su forma y concepción de acercarse a la figura de nuestra indagación. Esto me ha permitido obtener frescas y sabrosas conversaciones con intelectuales memoriosos, que cuidan cada recuerdo en torno al Maestro Lezama, con la misma pasión que los hombres primitivos cuidaban del fuego.
Tres zonas temáticas han regularizado los testimonios de este documental: El Hombre, el Poeta y la Obra. Ninguno de nuestros interlocutores ha podido evadir el abordaje de esos grandes cuerpos temáticos. Porque hablar de José Lezama Lima admite ampliar el diapasón de lo posible abarcante: desde un chiste, una mentira piadosa, la anécdota transpirada de intimidad, una invención transhistórica, una revelación gnoseológica hasta el hallazgo hermenéutico de alguna probable verdad —eso sí, siempre subyugante— que termina enervando la siquis y la emocionalidad de cualquier interlocutor hasta territorios de riguroso delirio cultural.
El Hombre queda dibujado a través de los testimonios que describen su conducta, sus anécdotas, el trato cotidiano, sus hábitos, la riqueza de su vida poco viajera, el candor de su criollismo, sus miedos y el placer tan presente en su manera de externar la bastedad de su cultura, la cual no solo halló fundamento en el dominio enciclopédico, sino también, y aún más acertada, en la fuente impulsora de una potente intuición germinativa. Al igual que su predecesor José Martí, este otro José: Lezama Lima, concibió un modelo ontológico, una idea del ser y del poeta genuino que, aunque gestado a partir de moldes arquetípicos, refunda un cosmos y prospecta una historia personal luminosa, la cual, inevitablemente, redimensiona metafóricamente la de su nación.
El Poeta atraviesa un sendero o laberinto donde inevitablemente tendremos que desentrañar su epistemología creadora, sus procederes y métodos, la concepción de un estilo, los artilugios, en fin todo aquello que nos conduzca al escrutinio de un sistema y aparato categorial –personalísimo- nacido de las más disímiles Fuentes del saber: la mística, el esoterismo, la eclesiastés, la filosofía, la literatura, las artes, el barroco, la contemplación, la ética, la ciencia, la religión, las leyes, etc. Así, cada entrevistado puede ahondar en su visión subjetiva acerca de un corpus terminológico concebido por el poeta, casi a la usanza de categorías estéticas o filosóficas, verbigracia: la posibilidad infinita, la cantidad hechizada, la Aventura sigilosa, la teleología insular, la hipertélia, la sobrenaturaleza, los orígenes, las eras imaginarias, el azar concurrente, la visión oblicua o la idea de la imagen germinativa engendrando la historia, por solo citar algunas.
En el caso de la zona del documental que se ocupa de la Obra, esta queda transida por el análisis del Hombre y el Poeta, y a su vez recorre, por medio de las pláticas, los momentos progresivos de una evolución creadora que empezó en el verso y concluyó en la novela, que surca por la sangre de la Imago hasta concebir la razón especulativa de los ensayos. Cada entrevistado reflexiona y expone sus zonas preferenciales, aquellos libros, textos o poemas que motivaron e hicieron estallar el luden inspirador. Se citan versos, se revisan ideas, significados, se aclaran las fuentes historiográficas, se buscan razones para una tesis en apariencia opaca, se detectan resplandores de imantación lo mismo de herencia occidental que orientales; es decir, se trata de un documental que a nivel filológico y literario propone caminos de utilidad no sólo para potenciar una hermenéutica a favor del lector, sino también para la clarificación de los futuros estudios
académicos sobre este autor.
Los departamentos de Letras de las universidades latinoamericanas, mexicanas, europeas y también anglosajonas, encontrarán en este documental una valiosa fuente para la investigación del humanista, del escritor y del hombre José Lezama Lima, además este recorrido ayudará a entender una de las claves más sui géneris en el devenir del barroco cubano e hispanoamericano.
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