Carmen Alea Paz y sus “Labios sellados”

Written by on 17/01/2012 in Critica - No comments
Labios sellados

Labios sellados

Ha manifestado con sabiduría el excelente escritor cubano Luis de la Paz (Diario Las Américas «Los cuentos de Carlos Victoria» 23 de noviembre de 1997) que «en la literatura cubana exiliada se ha hecho casi habitual que los autores sondeen de alguna manera el regreso a Cuba», y la novela Labios Sellados de Carmen Alea Paz no es la excepción aunque sí está fuera de la regla común, por la habilidad con que se mueve su creadora en un mar tan difícil de navegar como es la narrativa.

La novela transcurre en el año 1969, en la recién encaminada diáspora cubana en el condado de Los Ángeles, California; en la misma, la autora cruza con ingenio la línea entre la verdad y lo irreal. Nos sumerge en una atmósfera que reconocemos, pero que ella ha creado con complejos materiales que no sabríamos dividir entre lo histórico y lo imaginario.

El Dr. Carmelo Gariano, profesor emérito de CSUN escribió en el dorso de la portada que es «interesante, misteriosa y sorpresiva en su desenlace». También manifestó lo que dijo el crítico literario Dr. Manuel Gómez-Reinoso: «es una novela importante, seria y compleja por varias implicaciones culturales que presenta. Es un universo de vivencias inmerso en momentos de fantasía y tragedia; la vida con sus crueldades o ilusiones». Creo además que es una llamada de alerta, para mantener un estrecho y vigoroso contacto con esta parte de nuestra historia sobre el exilio cubano, que muy pocos quieren recordar y, sin embargo, no se puede esconder por ser una madeja más de lo que le ha tocado vivir al sufrido pueblo cubano.

La Sra. Carmen Alea Paz, licenciada en lengua y literatura española, nació en La Habana, Cuba y emigró hacia los Estados Unidos en enero de 1962, para radicar hasta este momento (feb/2002) en California. Por los datos que publican en su libro sabemos de sus antecedentes literarios en los principales diarios y revistas del país desde antes de 1959, como El Mundo, Diario de la Marina, El País, Vanidades, Romances, Bazar, Coloramas, entre otras. En el exilio ha colaborado para el Diario Las Américas, La Voz Libre, La Opinión, Revista Contacto, Círculo de Cultura y Círculo Poético, Gaceta Literaria, Pensamiento, etc. Es además una autora premiada en el certamen internacional de cuento Enrique Labrador Ruíz, 1993, y en el concurso internacional de novela inédita Dr. Alberto Gutiérrez de la Solana, 1999, ganado con esta obra que ahora nos ocupa. Ambos patrocinado por el Círculo de Cultura Panamericano de New Jersey.

He leído además de la autora su libro de poemas El caracol y el tiempo, editado en 1992 y el libro de cuentos El veranito de María Isabel y cuentos para insomnes rebeldes. En todas sus obras encontramos a una auténtica poeta con la gran virtud de dominar un lenguaje simple, desechando cursilerías y caminos demasiado trillados por otros. Así que jamás imaginaremos cuál será el final de su relato, por su originalidad, ni tendremos a cada instante que molestarnos en rebuscar en el diccionario. Con su novela al igual que con sus cuentos «toma Carmen -como escribió el siempre recordado Luis Cruz Ramírez en su “Silueta” publicada en La Voz Libre del 27 de junio de 1997- el hecho cotidiano, familiar, callejero, barriotero, popular, costumbrista y lo transforma en el más bello poema en prosa». Nadie como Cruz Ramírez para describir como Alea Paz maneja la narrativa al decir: «El esteriotipo adquiere en sus manos raudales de exquisiteces tales que acabamos por convivir con esos personajes tan fielmente arrancados a la vida, con el tacto finísimo de la autora, como seres con los que convivimos alguna vez y cuyas figuras no se desdibujan, pese a la distancia que nos separa de los acontecimientos sorpresivos que van hilvanándose como el sutil tejido que sabiamente maneja una artística mano creadora».

Labios Sellados me atrapó desde que comencé a leer el primer capítulo -de ahí este comentario-, eso me recordó aquellas primeras novelas que leí en mi adolescencia Cumbres Borrascosas, de Emely Bronté; Odessa, de Frederick Forsyth (el escritor de El Chacal), El país de las sombras largas, de Hans Ruesch, Moll Flander, de Robert Louis Stevenson, de donde me llegó la pasión por la lectura, y a las que agradezco a Dios tanta bendición.

No soy una crítica literaria ni pretendo competir con ellos, tampoco me considero escritora, solo una lectora que trasmite lo que encuentra, ni siquiera una lectora voraz, pero sí una amante de la buena lectura. Por eso recomiendo Labios Sellados.

Quizás para algunos podrá parecer por momentos controversial por las implicaciones de las acciones de los personajes basados en la vida real, hechos inevitables que ha tenido que pasar por suerte o por desgracia, el anticastrista exiliado en sus primeros diez años. Porque Alea Paz cuenta las diferentes realidades de aquella década que le tocó vivir, con un realismo poco usual, sin miedo a los retrógrados y sin caer en el erotismo chabacano que se ha popularizado últimamente y que por el abuso termina asqueando.

La novela Labios Sellados es como decía el admirado escritor Reynaldo Arenas «algo más que una trama interesante» que el lector actual debía exigir de una novela. ¡Adquiéralo y déjese llevar! Y si después le apetece, analice sin apasionamiento y mucho menos fanatismo el mensaje que nos envía su autora.

[Tomado de sus Estampas de Cuba, en la web: www.mariaargeliavizcaino.com]

© María Argelia Vizcaíno. Todos los derechos reservados.

About the Author

María Argelia Vizcaino nació en 1955, en Guanabacoa, La Habana, Cuba. Por su amor a la libertad vive exiliada en los Estados Unidos desde 1980, pero nunca ha dejado de pensar en la patria oprimida, de ahí que la mayoría de sus escritos sean dedicados al país que la vio nacer. Escritora libre, autora de cientos de reportajes y artículos publicados en varios idiomas, y de los libros "Guanabacoa la Bella" y "Son y sazón (cubano)". Son sus trabajos mayormente investigativos sobre temas culturales, los que recomiendan prestigiosos profesionales, por la seriedad de sus informes. Es también historiadora, periodista y consultora independiente. Ha sido editora por más de veinte años de publicaciones hispanas, diseñadora gráfica y también productora de programas televisivos y guionista. Trabaja además como relacionista pública y en promoción de eventos. Su columna semanal "Faranduleando con María Argelia", que se publica en la red cibernética en muchísimos blogs, es seguida por cientos de lectores. Como inquieta creadora y su deseo de conservar las tradiciones, ha fundado diferentes agrupaciones culturales y ha sido ganadora de varios certámenes literarios. Su calidad como escritora, la ha llevado a ser reconocida y premiada por diferentes instituciones de gran prestigio. Su pasión por la cultura de su país, la ubica en una posición de reconocimiento general, por diferentes personalidades e instituciones del ámbito cultural.

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