Literatura. Cuento. Por Nora Salgueiro… Una vez acabado el torbellino, ocultos en la hierba, fumamos un porro a medias. Si hace frío vamos a mi casa, jamás a la suya. Sé lo mal que me recibirían allí: no estudio, no pienso como ellos, son de los que esperan “otra cosa” para su hijo. Pura apariencia. Ni siquiera ser tan joven y bonita, como dicen, me ayudaría.
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