Literatura. Estampa. Por Gustavo Catalán… Al joven recién casado no se le ocurrió mejor homenaje que acceder a la casa por estrenar con ella en brazos, aunque arrastrase por el suelo el blanco vestido de novia y de ahí el primer encontronazo: se enredó los pies en él, dio con la cabeza en el marco de la puerta y la chica por los suelos.
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