Literatura. Prosa.
Por Nora Salgueiro.
No sabía que las notas graves de un piano le gustaran tanto. Tampoco que el sol, al que ama, pudiera resultarle a veces demasiado impertinente.
Desde hace días, sin proponérselo, va y viene con el recuerdo del limonero de cuatro estaciones cuya imagen llevó de casa en casa, de mudanza en mudanza, como parte de su equipaje. Cuando pudo, plantó otros en intentos por recrearlo; igual que aquél. Igual que aquél… nunca lo eran. Lejos de la plenitud (vaya a saber cuántos años tendría) estaba en las últimas. De escasas hojas, ramas descarnadas, visitado por unos pocos gorriones furtivos, permanecía. Mariposas que antes se habían demorado en él ahora lo sobrevolaban desapareciendo en segundos. Sin embargo, se empecinaba año tras año. Se empecinaba ofreciendo alguna que otra fruta tentadora lista para ser cosechada.
El limonero en su casa. En su vida.
¿Quién no es capaz de descifrar el canto de algunas aves conocidas? Alimento, peligro, amor. Imposible no sentirse interpelada por el sonido monótono, discordante, del grito de un pájaro oculto que escucha cada tanto. ¿Es siempre el mismo? ¿Es otro? Algo busca ¿A quién llama, qué ha perdido? Se obliga a distraerse en cualquier banalidad, de lo contrario, ya sabe: llegará a las lágrimas.
Los gritos de un ave.
El sol que todo lo transmuta.
Caminando sobre pisos de madera añora sentir el frío de aquellas lajas griscelestes bajo sus pies descalzos. Charcos luminosos, llenos de vida, destellan en los desniveles cuando cesa de llover.
Frescura en lajas mojadas por lluvias de verano.
Cuatro estaciones repetidas como notas en el número exacto de los años.
Imágenes, sonidos, sensaciones juegan a sorprenderla, semejantes a las piezas de un puzle. Caleidoscopio enigmático que intentara entregar alguna clave.
Acaso, permitirle escucharse decir así, sin más, que lo extraña. Que recuerda el tono exacto de su voz.
Que nunca olvidará.
©Nora Salgueiro. All Rights Reserved
2 Comments on "Caleidoscopio"
Hermoso relato!
Gracias, Romina, muy amable.