Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.
Como dicen los sabios, se dice fácil pero cuan complicado es, y no dejan de tener razón, pero el hombre lo puede casi todo. En mi caso el momento más complicado es a la hora de dormir o cuando tengo algún desvelo luego de saciar a medianoche mi vejiga. Se dice que la afirmación del título es posible a través de la conciencia y la autoconciencia logrando el dominio de las emociones negativas, y si, teóricamente es muy fácil la formulación, pero nuestra mente no es tan dócil de controlar, y gusta como los niños, de la golosina.
Estamos hablando de estas circunstancias, a TPN , como decíamos en la secundaria, a temperatura y presión normal, lo que significa que aparentemente no tenemos una gran preocupación, imagínense cuando estas se hacen presente y entonces las cosas toman otro matiz, se nos hace más difícil, luego acudimos a los fármacos y otras técnicas que muchas veces dan buenos resultados, pero crean adicción en múltiples casos, llegando a la conclusión rústica de, “peor fue el remedio que la enfermedad”.
Como es casi natural, creo que con la vejez se incrementan estos males, durante la juventud el cúmulo de tareas y la efervescencia de la vida nos agota un poco mentalmente, y caemos físicamente extenuados al final de la jornada no dándole ocasión al cuerpo y a la mente de extasiarse en otras cosas. Pero una vez más, es el precio que tenemos que pagar por haber tenido la oportunidad de llegar a ese estadío humano, y mantenernos por un tiempo hasta que el olimpo nos llame, y a ese, rara vez, se le puede desobedecer.
© Mario Blanco. All Rights Reserved.








