Héroes verdaderamente humanos que confunden su filantropía con una ideología

Written by on 31/01/2022 in Cronica, Literatura - No comments
Literatura. Crónica.
Por Mario Blanco.

Norman Bethune. Montreal, Canadá. Cortesía del autor.

Me he propuesto buscar los textos de historia de primaria y secundaria de Quebec, Canadá, y lo sitúo en este orden, pues pueda que sean distintos entre la provincia y la nación por la singularidad de esta provincia francófona. ¿Y por qué me hago este propósito?, pues porque no estoy seguro si se recogen los nombres o historia de algunos personajes que, para mí, son de gran relevancia, y que los niños en su aprendizaje no deberían perderse, no debería dejarse a la espontaneidad o curiosidad histórica de ellos, y no lo digo porque deban ser conocimientos obligados, sino más bien necesarios en su formación.

Tenía una deuda pendiente conmigo, y era que después de transitar varias veces por la esquina del Boulevard de Maisonneuve y Guy en busca de la compra de dólares americanos a un mejor precio, aquí, en la bella ciudad de Montreal, y observar una estatua allí erigida, tenía en mi mente la búsqueda de la historia de ese personaje, y hoy aquí se las expongo.

Se trata del médico cirujano canadiense Norman Bethune, nacido cerca de Toronto en 1890 y muerto en China, si en China, en 1939. Omitiré toda una serie de datos de su biografía que se puede encontrar por internet, y así no volverme repetitivo, solo añadiré algunos eventos a grandes trazos o a vuelo de pájaro como algunos gustan en llamar, para luego emitir mis consideraciones sobre esta gran figura histórica.

Desde niño fue curioso, independiente y obstinado, características que marcarían su carácter y comportamiento en la vida. En 1911 dejó sus estudios de medicina para trabajar como maestro, dándole clases a trabajadores inmigrantes del norte de Ontario. En 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial se alistó en el Cuerpo Médico del Real Ejército de Canadá, y fue herido en Bruselas desde donde volvió a casa para terminar su carrera de medicina. En 1917 volvió a alistarse en el ejército, y terminada la guerra en 1918 se quedó a vivir en Inglaterra haciendo un estudio de postgrado, y donde se casó en 1923 con Frances Campbell, de la cual se divorciaría en 1927 y volvería a casarse con ella en 1928, para divorciarse otra vez en 1933.

Los esposos se trasladaron a Detroit, Michigan, donde Norman contrajo la tuberculosis. Viaja a New York, ya divorciado, para su tratamiento, estudia y analiza su enfermedad y solicita la arriesgada operación de Neumotórax Artificial, la cual se la hacen con éxito, sana y juró entonces dedicarse a la erradicación de este mal. En 1928 se instala en Montreal, donde trabaja como primer ayudante quirúrgico en el hospital Royal Victoria, y luego en el Sacre Coeur. Además de la práctica quirúrgica escribe para varias revistas, introduciendo nuevas técnicas de sus propias investigaciones, ganando un reconocimiento internacional como cirujano especialista. Su gran espíritu humanista se refleja durante la Gran Depresión de la década del 30, creando una clínica gratuita para los desempleados en Montreal. En 1936 se forma en esa ciudad el Grupo para la Seguridad de la Salud de los Pueblos, que defendía la sanidad pública, y en ese mismo año ingresa en el Partido Comunista.

En 1936 estalla la guerra civil española, y en septiembre de ese año, Bethune se ofrece para ir y cooperar como médico, a través de la Comisión de ayuda a la Democracia Española, una agencia canadiense. Me acuerdo ahora de Pablo de la Torriente Brau, que como periodista fue también enviado como tantos otros por las famosas Brigadas Internacionalistas, y que perdiera su vida en Majadahonda, Madrid, en el mismo 1936. Norman creó allí lo que dio en llamársele, Servicio de Transfusión de Sangre Móvil, aspecto que fue declarado la mayor innovación en la medicina militar de la guerra española. En 1937 estando en la ciudad de Málaga, fue testigo del horrendo crimen llamado, La Desbandá, cuando miles de españoles fueron bombardeados en el camino huyendo de Málaga a Almería, por lo cual Bethune escribió que: “España era una espina clavada en su corazón”. En 1937, agotado, regresó a Canadá para emprender una gira por todo el país con el objetivo de recaudar fondos para la causa española.

Pero en ese mismo año de 1937, Japón comenzó su segunda guerra contra China, y en enero de 1938 nuestro héroe acompañado de una enfermera, Jean Ewen, y 5000 dólares en suministros médicos, se fue a China donde fue recibido el mismo día en   que llegó por el dirigente chino comunista Mao Zedong, el cual le invitó a hacerse cargo de un hospital del ejército, pero un mes después Bethune decidió ir al frente donde sería más útil tratando a los heridos de inmediato. En el frente encontró una situación desastrosa, heridos con semanas sin atender a los que solo les tocaba ya amputar sus miembros por la gangrena. Se dedicó también a enseñar, dio clases y escribió manuales en aras de graduar médicos y enfermeras en tiempo récord. Creó los centros médicos móviles llegando a recorrer en un año tres mil millas. Trabajó incansablemente, al punto de hacer 115 operaciones en 69 horas de trabajo sin parar, y bajo el fuego enemigo de artillería pesada. En octubre de 1939 se hizo una herida durante una operación, pues no tenía guantes, no pensó la misma tuviera gran trascendencia, pero se le infectó con una forma virulenta de envenenamiento de la sangre, lo que le ocasionó la muerte en noviembre del propio año. A lo largo de toda China se erigieron monumentos para exaltar la figura de Bethune. De hecho, varios hospitales y museos llevan su nombre. En Canadá la casa donde nació es desde 1976 un monumento nacional, y la efigie a la que hago referencia aquí, en Montreal, fue donada por la República Popular China a la ciudad de Montreal en 1976, y está situada en la Plaza que lleva su nombre.

 

 

 

 

 

 

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About the Author

Mario L. Blanco Blanco, Santiago de Cuba, 1949. Ingeniero naval. Estudió en la Politécnica de Gdansk, Polonia. Trabajó durante algunos años en el Mitrans, organismo central en la dirección de inversiones. Durante el período del 1986 al 1989 se desempeñó como Presidente del Poder Popular del municipio Plaza de la revolución en Ciudad de la Habana. Trabajó luego en el sector marítimo de la Pesca. Fue director de la empresa de Tintorerías y Lavanderías de Ciudad de la Habana. Reside en Montreal, Canadá, desde 1997.

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