Política. Sociedad. Crítica. Por Roberto Álvarez Quiñones… Nadie pudo imaginárselo. Los carretones, calesas, quitrines y tranvías tirados por caballos que circulaban por las calles cubanas a fines del siglo XVIII, y en los tiempos de “Cecilia Valdés”, es probable que regresen al paisaje citadino de La Habana, urbe que antes de 1959 disponía de uno de los mejores servicios de transporte público del mundo.
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