Literatura. Prosa. Por Nora Salgueiro… Desde hace días, sin proponérselo, va y viene con el recuerdo del limonero de cuatro estaciones cuya imagen llevó de casa en casa, de mudanza en mudanza, como parte de su equipaje. Cuando pudo, plantó otros en intentos por recrearlo; igual que aquél. Igual que aquél… nunca lo eran. Lejos de la plenitud (vaya a saber cuántos años tendría) estaba en las últimas. De escasas hojas, ramas descarnadas, visitado por unos pocos gorriones furtivos, permanecía.
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