Con el fisco por compañía, mientras paseo

Written by on 28/05/2016 in Critica, Sociedad - No comments
Sociedad. Crítica.
Por Gustavo Catalán…

Escribía mi admirada y ya fallecida Susan Sontag, que la justicia es también una forma de amor. Pero si no conseguimos por estos pagos apasionarnos en su compañía, cuando menos sería de agradecer que tuviera mejor cintura para ajustarse a los hechos, aceptado que todo, absolutamente todo, es mejorable. Y no hay mejor evidencia que observar lo que sucede a nuestro alrededor, con una plétora de millonarios ladrones paseando su indignidad a pleno sol mientras se encierran a la sombra transgresores de tres al cuarto, lo que hace de rabiosa actualidad la conclusión de Swift, siglos atrás: que las leyes funcionan de modo parecido a las telarañas, capaces de atrapar pequeñas moscas pero dejando que las atraviesen los avispones. Sin el menor rasguño.

patio interior con plantas
patio interior con arcos de medio puntoEn cosas así andaba pensando por las calles del Centro histórico de la capital de Mallorca, Palma, cuyo atractivo se debe en buena medida a esas casas con patios interiores, parcialmente visibles desde fuera algunos de ellos, otros abiertos al turismo y, en su conjunto, un patrimonio que atrae a millones de visitantes y otros tantos dineros. Para incrementar su atractivo y mejorar las perspectivas, se han suprimido muchos aparcamientos en las inmediaciones pero, a resultas de todo ello, inquilinos y propietarios en esos lugares son expropiados de la tranquilidad y obligados a dejar sus vehículos quién sabe dónde. Contemplado el espectáculo, junto a los entresijos de tanta belleza, sería justo facilitar a esos perjudicados -y quiero señalar que no me cuento entre ellos-, que son a un tiempo fuente de beneficios para la amplia oferta complementaria, contrapartidas que equilibrasen la balanza:patio central de casadesde el mantenimiento con cargo al erario de los recintos, a aparcamientos gratuitos en las inmediaciones o cualquier lugar de la ciudad, si me apuran. Y contemplar determinadas exenciones tributarias para quienes contribuyen de forma tan palmaria al bien común por el hecho de aguantar carros y carretas.

SenderoParecidas consideraciones cabría hacer respecto a unas zonas ANEI olvidadas tanto por los titulares -que no invertirán a cambio de nada- como por los correspondientes consistorios; respecto a esos caminos públicos que atraviesan fincas particulares y nadie desbroza como debiera y, ya volviendo del paseo entre comercios u otros negocios, en alguno de los cuales no entraba un alma, intenté ponerme en la piel de esos autónomos que habrán de cotizar una cantidad fija, aunque no ganen un euro, si quieren aspirar en el futuro a la exigua pensión. Tal vez habría un modo de ser más justos con esos emprendedores con los que los políticos se llenan la boca.
Cuota de autónomosY ya basta por hoy aunque, por remedar al poeta, conquistar esa espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres, pasaría porque algunos se pusieran las pilas y emplearan su imaginación en algo más provechoso que viajecitos o comidas de trabajo, cuando no cambiar de sitio unos cuadros por toda demostración de que tienen una forma distinta de ver el mundo. Aunque mejorarlo en bien de todos sea otra cuestión.

[Este trabajo fue tomado del blog Contar es Vivir(te), de Gustavo Catalán, quien lo autoriza amablemente a Palabra Abierta]

Gustavo Catalán

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About the Author

J. GUSTAVO CATALÁN Nacido en Guipúzcoa. Licenciado y Doctor en Medicina (1990) por la Universidad de Barcelona. Especialista en Oncología y Endocrinología. Diplomado en Metodología Estadística por la Universidad de París y en Sanidad (Escuela Nacional de Sanidad,1982). Tras ocupar la subdirección del Centro Regional de Oncología de Baleares, jefe de la Sección de Oncología del Hospital General de Mallorca hasta 2002 y, posteriormente, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Son Llàtzer (Ibsalut) hasta 2011. En la actualidad, ejerzo en el ámbito privado. Autor o coautor de más de 100 artículos y diez libros sobre la especialidad. Miembro electo de tres sociedades científicas nacionales y dos internacionales (European Association for Cancer Research y European Society for Medical oncology). He formado parte del comité editorial en cuatro revistas profesionales y becado por trabajos de investigación en ocho ocasiones. En 1987 obtuve el Premio Ciudad de Palma en el área de investigación científica. EN CUANTO A LAS LETRAS… En 1993, el primer libro de relatos: "De una cierta desmesura" (Edit. Prensa Universitaria. Palma de Mallorca) y, en 1997, el segundo: "Mi Giovanna por tres horas". Otros cuentos en volúmenes colectivos (1996, Edit. Noesis, Madrid; Edit. Ergon en 2005 y 2007…). Autor de las novelas “No habrá quien nos pueda separá más nunca” (Edit. Olañeta, Palma de Mallorca, 2000), “La fosa común” (Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2001) y, en la misma Editorial, “Tiempo de Despedidas” (2006) y “Frente a mí” (2014). También colabora en prensa con asiduidad. Autor de la columna semanal “Polvo de Letras” en la revista “Illespress” hasta su extinción y, desde hace 17 años, los domingos, columnista de opinión en “Diario de Mallorca”. Colaborador asimismo de la revista digital "Palabra Abierta", de Eastvale, California. En 2013 inició el blog “contar es vivir (te)” (http://gustavocatalanblog.com).

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