Club del Pensamiento Crítico. Ponencia.
Por Martín Delgado.
[Traducción y redacción de Palabra Abierta]…
Martín Delgado, director de la Biblioteca del Este de Los Angeles, y exdirector de la Biblioteca de Huntington Park, California, en su ponencia sobre el tema “Acabará la tecnología con las bibliotecas, los libros, las revistas y los periódicos impresos?”, el sábado 30 de mayo de 2015.
El director de la Biblioteca del Este de Los Ángeles y exdirector de la Biblioteca de Huntington Park, Martín Delgado, comenzó hablando de la historia del edificio de esta última biblioteca, la cual dirigió hasta días recientes, y de las valiosas colecciones impresas en papel que en ella se encuentran, tales como el Oxford Diccionary y otras, y de los libros impresos de literatura, arte y ciencia que allí, al menos, se podían constatar en su gran valor histórico.
Habló también del orgullo que él, como director que fue de esa biblioteca, pudo sentir y siente por esas colecciones; y hasta cierto punto se lamentó de que en un tiempo hubo muchos más libros que los que hay hoy en día, debido a los difíciles problemas de la economía que hemos estado pasando, desde la crisis financiera que comenzó en 2008: cuando hubo (y aún hay) mucho menos dinero para comprar libros, revistas y otros materiales.
Pero la razón principal por la que varias de estas colecciones han desaparecido es por la manera en que muchas personas actualmente están leyendo, aclaró; debido a que un gran número de ellas lee a través de los nuevos mecanismos (o aparatos) electrónicos, dijo.
Asimismo Delgado comentó:
En el sentido, en que hemos hablado de este edificio de la biblioteca inspirado en el Renacimiento y de este magnífico conjunto de libros, mi teléfono Androide es también valioso en su ámbito de competencia. Porque este aparato tiene acceso a internet, y cuenta con la posibilidad de entrar fácilmente —on line— a todos los volúmenes de la Enciclopedia Británica, a Los Angeles Times y, por supuesto, a la revista digital Palabra Abierta, entre tantas más… [risas].
En realidad, ello podría ser un poco difícil de leer en un pequeño teléfono como este, pero si yo lo deseo, puedo prescindir del teléfono y comprar un lector de libros como Kindle, Nook o una tableta iPad, etc. En estos aparatos se hace posible cargar muchos libros, y son los libros electrónicos que llamamos e-books.
Por supuesto, no todos los libros, aún han podido ser digitalizados o llevados al sistema eletrónico, pero hasta ahora una gran parte de nuevos títulos en inglés se han hecho ya disponibles para este formato digital.
Muchos de nosotros podemos pensar —continuó— que leer en un pantalla no es muy confortable, pero yo reconozco que la calidad de lectura en la pantalla va mejorando cada vez más. Y si muchos de nosotros aquí, ahora mismo, no nos sentimos confortables descargando o leyendo libros en una de estas pantallas mencionadas veremos que en unos veinte años más estos pequeños problemas, de alguna manera, serán resueltos…
Volviendo brevemente al tema que trata sobre la capacidad de almacenamiento de datos e información, Martín no dejó de reconocer que una copia digital de toda la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos puede caber en la pequeña caja de una flash memory. “Por lo que nosotros podemos así tener un fácil acceso a la mayor parte de los libros que se hayan publicado”, expresó.
Añadió, además, que los escolares y hasta los profesionales de la ley, del mismo modo, usan los libros de las bibliotecas para investigaciones que realizan en la actualidad, y encuentran on line las fuentes de libros que necesitan.
Por estas razones, el director actual de la Biblioteca del Este de Los Ángeles recalcó que los métodos de lectura más nuevos y más baratos se convierten en consistentes mecanismos de lectura, mejorados, como una nueva y conveniente manera de acceder a la información. Esto dificulta, cada vez más, el hecho de que nuestras bibliotecas puedan justificar las compras (asumiendo que todavía haya libros que estén disponibles para su compra por parte de las bibliotecas) y continuar almacenando copias de libros, revistas y materiales impresos, cuando estos mismos ya están disponibles online o en fomatos digitalizados.
Más adelante aclaró que con seguridad, hoy en día, y en estos momentos, una gran mayoría de personas prefiere los actuales libros de papel a los e-books, pero eventualmente esta gran mayoría irá cambiando, reconoció, al igual que sucedía en pasadas centurias, cuando la gente prefería montar a caballo en vez de decidirse por un auto.
“Por supuesto que no estoy diciendo que todos los libros se encuentren disponibles, en la actualidad, en la forma de e-books”, dijo y prosiguió: “Ciertas leyes de derecho de autor, acuerdos corporativos y otros tantos aspectos hacen algunas veces que el proceso de digitalización sea lento. Y esto, al parecer, es necesario”, reafirmó.
De inmediato explicó:
En verdad, se están haciendo ingentes esfuerzos para digitalizar todas las publicaciones que se designen como valiosas, mediante un nuevo proyecto que se llama Biblioteca Pública Digital de América. Este proyecto comenzó en la Universidad de Harvard, con el objetivo de establecer un sistema que permita el acceso a la información en formato digital a los ciudadanos americanos, donde quiera que estos se encuentren, y de una manera gratuita para todo el mundo. Indiscutiblemente que es un verdadero objetivo democrático.
A todas estas, con libros y otros materiales de información haciéndose accesibles cada vez más en nuestros teléfonos, y fuera de este bello edificio, el exdirector de la Biblioteca de Huntington Park preguntó: “¿Qué podríamos hacer entonces Lourdes [la asistente bibliotecaria de Huntington Park, miembro también del Club del Pensamiento Crítico] y yo si como todo el mundo tenemos que ir al mercado para comprar los alimentos?”.
“Ustedes habrán notado que en esta biblioteca, en su parte de abajo y aquí arriba, donde nos encontramos ahora, todos los espacios están llenos de personas. Y la mayor parte de esas personas no ha venido a entregar un libro, sino que ha venido a leer. Por eso está justificado decir que este es nuestro espacio físico, el que también forma parte de la comunidad!”, enfatizó.
Delgado recordó un artículo que había leído mientras preparaba las palabras para esta presentación; artículo que le decía que “una biblioteca bien administrada ofrecía algo que no podía ser encontrado tan fácilmente en otro lugar, y es un espacio público interior, limpio y confortable, donde usted no tiene que pagar nada para permanecer en él”.
El exdirector de la Biblioteca de Huntington Park volvió a aclarar:
Nuestro personal que trabaja en biblioteca no solo se dedica a mantener los libros físicamente, asegurándose de que estén limpios, que tengan sus respectivas etiquetas y se encuentren bien colocados en sus estantes. Realmente esta no es la única responsabilidad. Nuestro personal trabaja asimismo para guiar a nuestros lectores y usuarios; y hacer que siempre la información se halle disponible en su correcto estante, o bien indexada en el sistema de computación de la biblioteca. Muchas personas aún necesitan asistencia profesional en sus búsquedas e investigaciones.
Entre tantas cosas, explicó cómo nuestras bibliotecas ofrecen importantes bases de datos on line para investigaciones y cursos, tales como revistas y artículos de periódicos, enciclopedias, detallados diccionarios biográficos y muchas otras cosas maravillosas, dijo. Y se refirió a cuando un estudiante o un usuario iban a él con un tema raro, difícil de encontrar, y era porque ellos estaban volviendo a hacer una búsqueda, y él podría no tener el libro disponible. “Quizás un libro publicado recientemente no tenga aún colocado su etiqueta temática”, señaló, “pero asimismo hay una gran probabilidad de que se le pueda encontrar la información en una de las bases de datos”.
La biblioteca ofrece así material de aprendizaje para cientos de tópicos, que van desde cursos on line con instrucciones para escribir currículos, cómo aprender a usar el Microsoft EXCEL, y hasta cursos de idiomas y estudio con pruebas prácticas para el GED y el proceso de ciudadanía (citizenship).
En otro sentido, los niños no se quedan fuera de los servicios de la biblioteca, puesto que en ella se cuenta con tutores que repasan a los estudiantes desde Kindergarten hasta el grado 12. “Asimismo” —agregó Martín Delgado— “contamos con computadoras públicas para acceder a estos servicios. Si usted tiene una lap-top, nosotros entonces le ofrecemos servicio de Wi-Fi, y hemos instalado mesas de estudio con tomacorrientes para que usted pueda conectarse”.
Enfatizó que la biblioteca coordina con otras bibliotecas programas y servicios que ayudan a mantener en buena forma a la comunidad. Y solo mencionó dos de ellos, por ejemplo, el Centro de Tareas que se encuentra en el piso de abajo, donde miembros de la plantilla de la Biblioteca de Huntington Park ayudan a los estudiantes con sus trabajos de clase. Este programa es tan bueno que hace pocas semanas “la Ciudad de Huntington Park, de una manera adicional e inesperada, les ha otorgado fondos extras por valor de 5,000.00 dólares para su apoyo”, dijo con entusiasmo.
Otro de los programas está dirigido a las familias, y es el Library’s Familiar Place, donde el personal coordina visitas especiales, de personas expertas en diferentes campos, para hablar con los padres sobre diversos aspectos en relación con sus hijos, como son la nutrición, el cuidado dental y mental, así como el desarrollo físico, entre otros.
Todos ustedes —dijo Delgado—, que están familiarizados con nuestra biblioteca, saben que nosotros hemos apoyado exhibiciones de arte y proyecciones de películas, conferencias y seminarios, conciertos de música, las visitas de excelentes escritores y debates literarios, muchos de ellos realizados por personas que —ahora mismo— se encuentran aquí presentes. La biblioteca ha sido y continuará siendo un apropiado foro público para todos los eventos que sean importantes.
Sabemos que a los usuarios más jóvenes aún les atrae encontrarse en ambientes con espacios físicos, como mismo se puede ver en las grandes tiendas y los cafés. Por eso Martín invitó a todos los presentes a visitar la biblioteca, pero no un sábado, sino un día después de clases, para que pudieran ver cómo esos jóvenes también estaban allí.
“Y cuando Manuel [Gayol] y Roberto [Álvarez] se reunieron con Lourdes y conmigo”, expresó Martín Delgado, “en octubre de 2014 [ese día Jesús Hernández Cuéllar, el otro miembro del Club del Pensamiento Crítico, se encontraba trabajando], con el propósito de proponernos este maravilloso programa de Fuegos Cruzados, auspiciado por el Club del Pensamiento Crítico, nosotros en ningún momento, ni Lourdes ni yo, les mencionamos el hecho de tener que pagar renta; o les hablamos acerca de alguna limitación en la que solo les podríamos permitir un número dado de personas; no, nada de eso”, reafirmó y continuó: “Pero si ustedes hubieran ido al Centro comunitario de un parque público; o a la sala de la Legión Americana, entonces esto sí hubiera podido ser un problema, porque que yo sepa, hasta ahora, el Club del Pensamiento Crítico no cuenta con un tesorero” [risas].
“Por tanto, para continuar teniendo éxito nosotros necesitamos emplear una definición amplia de ‘biblioteca’, porque esta no es solo de libros, sino asimismo ¿un lugar comunitario, un lugar humilde de aprendizaje”.
Todos somos parte de una sociedad, y la sociedad siempre cambia y, asimismo, la cultura. Y a través de la historia las bibliotecas han transmitido cultura en sus varias formas. “Por ello, esta biblioteca, este centro comunitario”, reiteró Martín, “que es un verdadero ambiente donde todo el mundo se siente bienvenido y seguro, donde hay un libre intercambio de ideas, está comprometido con hacer que la gente se mantenga leyendo, se mantenga bien informada y saludable; y al hacerlo, nuestra biblioteca así se mantendrá viable en el presente y el futuro”.
Y para los que estuvimos interesados en diversos materiales para descargar electrónicamente, Martín nos aclaró que los materiales electrónicos “los tenemos disponibles para todos de manera gratuita, incluyendo e-books, revistas, audiolibros, películas y música”. Para ello, nos entrego una breve lista de los recursos y servicios, que su cercana Biblioteca de Huntington Park pone a disposición de todos.
“Y para aquellos a los que —como yo— no les interesan ninguna de estas cosas… También somos amables y les ofrecemos nuestros libros y revistas reales. Muchas gracias”, concluyó.
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